ADVERTENCIA
Lo siento, no puedo creer que olvide algo tan importante, pero ahí va (al menos lo recordé en el capítulo dos), está historia contiene Katsuki x Ochako, y aún así ella y Deku son buenos amigos, el desarrollo de mi parejita favorita será un poco lento porque este fic será largo espero me tengan paciencia 🥺
Ahora sí, los dejo con el capítulo.
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.Muchos años atrás…
Katsuki Bakugo e Izuku Midoriya se conocieron cursando el jardín de niños, fueron buenos amigos desde el principio, a pesar de ser tan diferentes uno del otro. Solían jugar a diario, y se conocían a la perfección.
Con el paso de los años su amistad creció, todo marchó bien, hasta que ambos llegaron a la escuela primaria. Izuku comenzó a hacerse de buenas amigas y a pasar gran parte de su tiempo con ellas, mientras que Katsuki inició su racha de meterse en problemas con el resto de chicos. La gota que derramó el vaso fue un rumor que se extendió rápido por la escuela, comenzó con murmullos en los pasillos y terminó convirtiéndose en un serio problema. Todo el mundo sabía de cierta foto de Izuku que pasó de celulares a redes sociales, una foto del chico de las pecas usando el uniforme de una de sus compañeras.
La foto no solo había causado el rechazo de Izuku, sino también un gran problema con el bullying, muchas veces faltaba a clases, para cuando lo encontraban tenía moretones, tierra y sangre, pero siempre sonreía diciendo que todo estaba bien, negándose a delatar a quienes lo habían lastimado.
En el último año, meses después que el rumor sobre la foto creció, Katsuki llegó justo a tiempo para detener otra de las golpizas hacia Izuku, él lo defendió y se deshizo de los matones, desde ese día nadie más molestó a Izuku, pero Katsuki no volvió a dirigirle la palabra. Él no odiaba a Izuku, por eso no pudo entender qué sucedió, por qué dejó de buscar al peliverde era algo que no tenía claro.
El tiempo pasó, las largas vacaciones terminaron y pronto comenzó la escuela intermedia, el primer año, Katsuki confesó algo para sí mismo que jamás dijo en voz alta: Izuku tenía una hermosa sonrisa, pero también tenía mucho talento con las mujeres, pues siempre estaba rodeado de ellas, algo que le costó el odio de muchos chicos.
Pero había algo más, Izuku había cambiado, ya no era el niño pequeño que lloraba cuando se caía y se escondía cuando tenía miedo, ahora era un chico valiente, inteligente, bondadoso y tierno, era alguien que se ganaba fácilmente tu confianza, alguien que nunca te traicionaría, ni te odiaría a pesar del mal que le hicieras. Katsuki entendió eso por las malas. En los días en los que su madre lo fastidiaba con sus gritos y él mismo no se soportaba, solía caminar por las oscuras calles de Musutafu, en algunos de esos paseos terminaba rondando por el departamento donde vivía Izuku.
Cuando el chico de las pecas se dió cuenta, comenzó a esperar que Bakugo se paseara frente a su casa, entonces escapaba por la ventana con un par de mantas y su mochila repleta de golosinas, solo para intentar hablar con su ex-amigo. Le costó bastante acercarse al rubio, pero el tiempo invertido valió la pena, pues él y Katsuki se hicieron amigos de nuevo, desvaneciendo los malos momentos con largas charlas, mientras se perdían en la inmensidad del cielo nocturno, recostados sobre el pasto cubierto de rocío, comiendo todo lo que pudieran hasta que llegaba la mañana. Porque mientras reinaba la oscuridad, el mundo solo se trataba de ellos dos.
Musutafu nunca fue una ciudad segura, cuando el Shie Hassaikai llegó, las calles se llenaron de drogas, alcohol y algunas peleas, a pesar de eso, los yakuzas parecían mantenerse en sus asuntos sin dañar a la gente tranquila que vivía ahí. Muchas veces se podía ver a los intimidantes hombres de traje sentados a la mesa de alguno de los modestos cafés. Además, al líder de los yakuzas le gustaba apostar, fue entonces que comenzaron las carreras clandestinas, donde cualquiera con un auto y un poco de dinero podía competir.
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No me salves, solo corre [KatsuDeku]
FanfictionBakugo Katsuki, uno de los hombres de negocios más importantes de Japón, recientemente vive atormentado por una vorágine de recuerdos de sus épocas juveniles. Uno de esos recuerdos en especial lo mantiene en vela cada noche, aquel chico de su infanc...