La última vez que te ví

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Sabía que había pasado el tiempo, la música que antes apenas lo dejaba escuchar sus pensamientos se había detenido, lo que significaba que la fiesta había terminado. Abrió sus ojos lentamente. Se encontró en la sala de Mina, con su disfraz puesto y una cálida manta protegiéndolo del frío. Con un rápido vistazo al lugar encontró a sus amigos de la clase A, sentados en el suelo de la sala, simplemente conversando y bebiendo lo que quedaba de sus reservas.

—Pero en serio, fue genial como le diste ese primer golpe —celebró Kaminari—, su cara de sorpresa fue lo mejor de la noche.

—Se lo merecía —respondió Ochako con un puchero molesto, manteniendo la bolsa con hielo pegada a su mejilla derecha.

—Si, vaya que le diste una lección —se unió Jiro.

—La próxima vez cuida a quien invitas, idiota —regañó Katsuki, a un arrepentido Kirishima.

—En serio lo siento, no pensé que se pondría así…

—Ella dejó a Eiji, no tenía ningún motivo para actuar así —Izuku interrumpió la conversación, acariciando el cabello de Kirishima, quien estaba sentado con su espalda apoyada sobre el sillón donde él dormía.

—Tienes razón, ella simplemente está loca —dijo Momo.

—¿Cómo te sientes Izuku? —preguntó Ochako.

—Estoy bien, gracias, pero no quiero volver a beber en un tiempo —respondió sonriendo.

—Por desgracia, creo que esta es la última vez en mucho tiempo que podremos beber juntos —habló Mina.

—¿Por qué?

—Kacchan ya nos contó que te vas a Estados Unidos para el verano —continuó la pelirosa—, además, mi familia va a enviarme a Tokio para que estudie ahí la universidad.

—A mí también, mi padre ya organizó todo —interrumpió Shoto al terminar su bebida—, nos iremos a la mitad del verano.

—Mis padres también van a enviarme a Tokio —continuó Momo.

—Los míos igual, me enviaran con mi hermano —dijo Ida.

—Cielos, así que aquí nos separamos —murmuró Uraraka.

El silencio se apoderó del lugar, todos sabían que en algún momento tendría que suceder, pero no estaban preparados para aceptarlo.

—Bueno… supongo que reunirnos será más difícil… Pero siempre podremos seguir en contacto —intentó animar Izuku—, el grupo de chat siempre estará abierto para todos.

—Izuku tiene razón, no hay que desanimarnos, siempre podremos encontrarnos de nuevo aunque sea difícil —dijo Mina—, vamos, esto es una fiesta no lo arruinen con cosas tristes, luego vendrán las despedidas, ahora vamos a divertirnos. Aún quedan tres cajas que no se pueden quedar guardadas.

— ¡¿Tres?!, ¿por qué compraron tanto alcohol? —preguntó Izuku alarmado.

—¿Sólo tres? —preguntó Katsuki al mismo tiempo que el pecoso.

—No quiero quejas, quiero verlos bebiendo —dijo Mina ignorándolos a ambos.

La noche aún era joven y al ser la última que pasarían juntos tenía que ser memorable. Los más extrovertidos del grupo se encargaron de que así fuera, con bailes que seguro terminarían en internet, locuras que serían solo para ellos y anécdotas increíbles. Al final, a pesar de lo que el futuro les deparase, todos sabían que contaban con sus amigos incondicionalmente.

[...]

Los tres días siguientes, después de una resaca como nunca la habían sentido, la ex-clase 3-A se aseguró que Izuku pasará los mejores días de su vida antes de irse a Estados Unidos. Se reunieron para ir al cine, comieron juntos, fueron al parque de diversiones, todo para asegurarse que su pequeño rol de canela se llevara buenos recuerdos.

No me salves, solo corre [KatsuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora