El arte era tanto su modo de expresión, su mundo interno, como su propia jaula. Aquellas pinturas podían tener colores vivos, pero con el tiempo se habían ido marchitando.
Ya no lo hacía por ella; lo hacía por obligación.
Pero aquella cueva y ese ho...
Miró aquel sitio. Nunca pensó que con solo caminar varios pasos más, el ambiente cambiara tan abruptamente.
La cueva era gigantesca y espeluznante. No imaginó que estuviese en medio de ese lugar tan bello y tranquilo, y a la misma vez, alejado del pueblo.
El techo desprendía cientas de estalactitas, y el suelo, estalagmitas. A unos metros de su posición, había una especie de laguna estancada que se extendía hasta no sabía dónde. Para su sorpresa, no había olor más que el de humedad.
Cuando cayó en cuenta, había ingresado a la cueva, sintiendo como el ambiente cambiaba de un solo golpe. Tragó saliva, manteniéndose firme y con un semblante neutro, pero con el corazón sintiéndolo en la boca.
A cada paso que daba, todo le estaba resultando más extraño. Volteaba a ver a todos lados cada cierta cantidad de segundos. Algún pequeño ruido o sombra llamaban su atención, teniéndola alerta.
Iluminaba con la lámpara que encendió en la entrada sin darse cuenta, hasta llegar a dar con una pared pintada. Entrecerró los ojos, tratando de entender qué significaba. Era un símbolo extraño.
Extendió una de sus manos a tocarlo con cuidado. Le dio asco al tacto, para alejarla y limpiarla en sus vestimentas.
Fue entonces que sintió una respiración en la nuca que le erizó todos los pelos del cuerpo. Pero al voltear sobresalteada y entreponiendo la lámpara, allí no había nada.
Tratando de mantener la calma, dio media vuelta y fue directo a la salida. No regresó la vista en ningún momento. Y cuando apenas le faltaban diez metros, echó a correr con todas sus fuerzas.
—¡No puedo ser tan confiada! ¡Agh!
Había dejado el objeto a un lado al igual que su bolsa, moviendo su cuerpo de los nervios que le había generado esa cueva, como si se quitara lo que fuera que ese lugar le dejó encima.
—¡Definitivamente allí no encontraré inspiración! ¡¿Por qué ingresé?!
Exclamaba sacudiendo la cabeza.
______, una vez tranquila, regresó a ver la cueva que había dejado muchos metros detrás de ella. Fue una rara sensación la que experimentó. Incluso, alzó la vista al cielo. Juraba que no pasó más de tres minutos allí dentro, que ahora parecía entrada la noche.
Casi una hora desde que había salido y ya debía de regresar. No esperó que todo saliera así.
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Historia nueva, sí. De un dios griego, sí. Mejor dejo de decir las cosas obvias, sí.
Buenaaasss, ¿cómo están, mis amores? ¿Qué tal este comienzo?
Sólo déjenme decirles que tendrán que tener paciencia para que arranque la historia porque, como verán, su fecha es para recién junio. Seguramente uno de los primeros días será (lo subí por ansiosa, lo sé xd). Espero que lo esperen jj
(Para que esta historia sea posible, se tendrá que borrar a Perséfone de la ecuación, digo, antes de leer algún comentario respecto a ella aunque no haya aparecido en carne propia en el manga jajj)
Ante cualquier cosa, los tendré al tanto. Que tengan una linda noche <3
