PINTURAS |Hades y tú|

Capítulo VII

—Oye... Roscoe...

—¿Si?

Bien, parecía que había dado en el nombre.

Era el día siguiente. Ella se hallaba sentada en su lugar que se había vuelto habitual, mientras que el otro hombre yacía sentado en el suelo, a varios pasos por detrás de ella. Y ya llevaba como una hora la situación de esa forma.

El silencio que la intranquilizaba, decidió romperlo a como diera lugar. Incluso, si no salía conversación, haría como si se marchara para luego regresar. Al menos así tendría tiempo para aprovechar a intentar inspirarse.

—¿Hades se encuentra bien?

—Se encuentra de maravilla— se abstuvo de nombrarlo como "señor".

_______ asintió, para regresar la vista al frente por unos cuantos segundos. Bien, no sabía cómo seguir la charla.

—¿Viven por aquí cerca?

—Sí. Digo, no.

De nuevo asintió, no muy segura para verlo. Este mismo hacía lo mejor posible para esconder sus nervios respecto a su respuesta. ¿Cómo podía decir que "sí" teniendo la entrada de su mundo a pocos metros? Tenía que parecer lo más humano posible.

—¿Y... trabajan de la tierra?

—No— dijo no muy seguro.

—Oh... Perdón, es que lo supuse por sus ropas- lo vio por el rabillo del ojo, analizando sus vestimentas para regresar a su regazo.

¿Y ahora qué? Tampoco se animaba a preguntarle sobre qué le hacía sentir esa cueva, después de todo, iba hasta allí por pedido de Hades.

—Me iré. Recordé que dejé unas cosas por hacer, Rondel— se puso de pie, provocando que él la imitara —. Mándale saludos a Hades de mi parte.

Ante sus palabras, ocasionó que los ojos del guardia se abrieran de a par. Eso lo había agarrado desprevenido.

—Serán dados.

—Entonces, nos vemos mañana. Que tengas lindo día— sonrió para sacudir una de sus manos, tomar sus cosas y retirarse de allí, oyendo como el hombre se despedía por igual.

Luego de unos metros, regresó la vista por sobre su hombre, notando que él ya se había marchado. Decidió esconderse detrás de un árbol mientras tanto, para asegurar el terreno.

Suspiró con pesar, pensando que se le había olvidado preguntar respecto a qué le había sucedido al de cabellos plateados. Aunque, de alguna manera, pensaba que quedaría muy entrometida. Al fin y al cabo, solo lo había visto dos días.

Sacudió la cabeza ligeramente tras el pequeño recuerdo de que Hades era lindo. No podía negarse, pero le avergonzaba admitirlo de esa manera.

Finalmente salió de allí, habiendo perdido la noción del tiempo debido a que quedó pensando respecto al tipo misterioso que encontró ese día. Incluso recordaba que tenía unos bellos ojos tan peculiares.

Movió sus hombros con tal de liberar la tensión que sentía allí, y luego su cabeza hacia los costados. Había dado una vuelta por el Tártaro, pero todo sumamente tranquilo. ¿Por qué el tiempo le sobraba? ¿Desde cuándo era así?

Apenas pisó su castillo, sintió como sus orejas se movían. La muchacha de nuevo estaba en la entrada. ¿Acaso el guardia ya se había retirado? ¿No notaba que podía quedarse por allí escondida?

Avanzó unos cuantos pasos para confirmar que ya andaba ahí el encargado de la tarea de vigilar a la humana.

—¡Señor Hades!

Y lo confirmó al escuchar como lo llamaba desde sus espaldas. Debía de apresurarse antes de que alguien más lo sintiera.

—Habla.

Se detuvo en mitad de ese pasillo, mientras que el otro hombre llegaba a pararse a unos pasos de él.

—Todo tranquilo. He actuado más "normal" frente a la artista humana que nuevamente se retiró temprano. Parece que se marchará pronto con estas cortas visitas.

Hades evitó fruncir el semblante como si quisiera decirle que fallaba en cada una de sus palabras. Bajó una de sus cejas que se arqueó inconciente, para acabar posando una mano por sobre la parte superior del rostro.

—¿Eso sería todo?

—¡Sí!

Sin más, pasó a un lado de él, bastante serio. ¿Cómo haría para que ella se marchara y evitar cualquier problema? ¿Qué dirían sus hermanos si se enteraban de que un humano merodeaba la entrada del Inframundo tan frecuentemente? Se imaginaba lo que haría cada uno de ellos, desde el segundo mayor al menor, y para ser sincero, iba de mal en peor.

—¡Espere, por favor!

—¿Ahora qué sucede?

Tuvo que pararse de nuevo, regresando por sobre un hombro al guardia que había volteado en su dirección.

—_______ le manda saludos, señor Hades.

Eso lo agarró desprevenido. La sorpresa irrumpió en su semblante de una manera muy notoria a pesar de ser ligera. Ni siquiera sabía qué decir al respecto.

—Está bien.

Volvió a su seriedad para emprender camino a la cueva, cosa que le tardó minutos. ¿Qué se suponía que debía hacer con ella? No deseaba ser extremista como para eliminarla, ya que ella ni siquiera sabía nada al respecto. Pero ¿por qué motivo le mandaba saludos? Era la única pregunta que regresaba a su mente por más que hiciera lo mejor que podía para centrarse con qué debía hacer con la humana.

Desde la sombras apenas se logró asomar para hallarla tiraba en el suelo a unos metros de la entrada. Estaba boca arriba, mientras que a veces movía sus brazos hacia su frente con el lápiz, jugando con él. Una cosa era clara: no tenía inspiración concreta aún.

Bufó con cansancio, viendo como se giraba para quedar apoyada sobre sus codos y viendo su encuadernado. Luego sus ojos regresaron a la cueva a la par en que se arrodillaba lentamente.

Y de nuevo se volvía a tirar sobre el suelo acolchado por el césped, pero estaba vez con su cabeza en dirección al interior, viendo el techo de la cavidad natural.

Realmente no sabía qué haría con ella. Incluso su mirada seria se suavizó con el pasar del tiempo, hasta caer en que fue allí para espantarla. Esta vez, lo trató de hacer de una forma más sutil.

Ya sé que no actualicé el día que les indiqué: fue debido a que me quedé estudiando hasta la madrugada para el examen del día siguiente, pero aprobé :'')

Del resto no sé nada, pero me tengo fé jajsjj

Así que subiré un capítulo más ahora. ¿Les parece que el próximo sea mañana? Ustedes mandan <3

Besos ♥