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Amaya

—¿Estás segura Emma? No es muy...

—¿Sexi?, ¿revelador?, ¿rojo?

—Iba a decir caro, pero ahora que lo mencionas...

—Nada de eso, es perfecto.

Miré atentamente el babydoll en las manos de Emma, esta mujer quiere sobrinos lo antes posible, negué por ello y lo tomé para llevarnoslo.

Había sido un día tranquilo, preparamos un poco más lo que necesitaría, había llamado a Hanma para que venga a la casa en la noche, pero no estaba en la ciudad, asique estaría mañana por la tarde, mucho mejor.

Aun así, me despedí de las chicas para ingresar al Pet Shop, Chifuyu se veía estresado.

—Hola —dije apenas ingresé, Baji que estaba más cerca se acercó a saludarme.

—Amaya, es bueno verte —sonreí por ello para acercarme a los dos que estaban en el mostrador.

—Quise visitarlos y les traje comida de paso —dije mostrando ramen y yakisoba, los favoritos de los chicos sin duda alguna.

—Gracias, debes estar ocupada y aun así vienes hacer esto por nosotros, ¿En qué podemos ayudarte? —reí ante la perspectiva de Kazutora, aunque no se equivocaba.

—Vine hablar con Baji —dije para ver al nombrado a punto de devorar su comida.

—¿Conmigo? —asentí —¿Sobre qué?

—Saben, desde que era pequeña, nunca creí que me casaría, papá solía cuidarme mucho y Yuuta era muy sobreprotector, cuando mamá murió dije que nunca me casaría para causarle dolor a mis hijos y mi esposo, pero eso cuando cuando mi padre murió, y me quedé con Yuuta —dije para sentarme y suspirar un poco recordando aquellos días —luego Yuuta se volvió más posesivo, demasiado sobreprotector, hasta que entró a la correccional y yo tuve que empezar a sobrevivir en esa casa, y un día, sólo vi un programa en la televisión, dije que si me casaría, Yuuta sería quien me entregué en el altar. 

—Pero Yuuta está... —asentí ante las posibles palabras de Chifuyu.

—Si, lose, cuando nos mudamos a Shibuya y entró a la Toman, por un momento creyó que Mitsuya sería el indicado que ocupe su lugar, pero, luego aparecieron ustedes, y declinó por esa idea, incluso creyó dejarme a Hanma —reí un poco por ello antes esos días de hermanos —pero no lo hizo, por eso, quería pedirte que me seas tu que lo hagas, Baji.

—¿Qué? ¿Yo? ¿Segura? —asentí.

—Yuuta no era tan simple como creías, en el poco tiempo que estuvo en Toman te llegó a conocer de mejor manera, y sabes, también te tenía en alta estima —dije, a lo que lo pensó un momento y asintió, me sonrió mostrando sus colmillos.

—Será un gran honor, Amaya.

Sonreí por ello, y me disculpé con los otros dos, pero prefirieron que sea Baji a uno de ellos, hasta que llegó Manjiro y empezaron a pelear un poco, pero nada de qué preocuparnos, a fin de cuentas se conocen desde niños.

La cena con Manjiro había sido dulce, estaba contenta por ello, pero aun debíamos hablar con Hanma, que llegó algo molesto por la falta de invitación.

—Espero que me compenses con una buena cena por haberme hecho pasar por eso —reí un poco y asentí —entonces, ¿Para qué me llamaste?

—Quería que fueras quien rememorara mi boda —dije para sentarme frente a el poniendo algunos bocadillos.

Estoico - Manjiro Sano (Mikey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora