Capítulo 4.

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América va llegando a su nueva escuela: Midtown High School. Se siente tan emocionada como nerviosa. Strange y ella habían acordado que si ella quería quedarse a vivir con él en el Santuario, ella tendría que asistir a la escuela como toda niña normal. Y claro, también tenía prohibido usar sus poderes. La verdad no tenía problema con ninguna de esas reglas, pero no por eso dejaba de sentirse incómoda al asistir por primera vez a la escuela. Simplemente, se sentía raro para ella.

Entró a su primera clase, Inglés, y le pidieron que pasara al frente para presentarse, como de costumbre con los nuevos alumnos, haciendo que América casi se desmaye de los nervios. Por fortuna, logró controlarse y pasar al frente, sin saber cómo iba a resultar aquello.

América: Bueno... mi nombre es América Chávez. Soy de Nueva York. Me gustan muchas cosas, como la pizza, los videojuegos... ya saben... cosas de adolescentes.

En el salón se oyeron unas risitas, lo cual irritó un poco a América, pero mantuvo el control. Su maestra habló.

Maestra: América, ¿por qué no nos cuentas un poco acerca de tu familia?

América se puso todavía más nerviosa al oír eso. ¿Cómo explicarles? "Bueno, resulta que vengo de otro universo, el Paralelo Utópico. Tuve dos mamás, a las cuales mande a sólo Dios sabe que Universo con los poderes que no controlaba hasta que conocí a Dr. Strange, con quien ahora estoy viviendo". Incluso en su mente sonaba difícil de creer. Lo mejor sería decirlo de manera un poco más creíble.

América: Sí, eso... bueno, a mí me criaron mis dos mamás en los suburbios. Pero cuando cumplí doce, ellas murieron. Así que... ahora vivo con un amigo que conocí hace tiempo, el doctor Stephen Strange.

El salón estalló en risas. América se castigaba a sí misma, no por haber mencionado a sus dos mamás, sino por haberse olvidado que Strange ya era un superhéroe muy conocido en el mundo. Obviamente, nadie le iba a creer esa historia.

Comenzaron a burlarse claro, y antes de que la maestra o ella pudieran decir o hacer algo, una especie de bomba de humo estalló en una de las bancas de atrás. Antes de poder hacer nada, América sintió como alguien la tomaba de la mano y la obligaba a correr.

Cuando por fin escaparon de la escuela, América pudo ver que quien la había sacado era una chica muy rara.  De piel morena como la suya, sólo que no parecía latina, llevaba pantalones de mezclilla negros y una playera de franela con el logotipo de Capitana Marvel, de quien América ya había escuchado un par de cosas por parte de Strange. A la chica le brillaban los ojos y sonreía. Era claro que ella fue la que arrojó la bomba de humo, y aun más claro era que estaba orgullosa de lo que acababa de hacer, como si se hubiera pasado todos los exámenes con los máximos honores. Luego de recuperar el aliento, le estrechó la mano.

Kamala: Kamala Khan, mucho gusto. América, ¿verdad?

América: Eh, sí. ¿Por qué arrojaste esa bomba?

Kamala: Bueno, es obvio, ¿no?

América se le quedó mirando sorprendida. No sólo no era la respuesta que menos se esperaba, sino que Kamala no parecía tener ningún interés en negar lo que acababa de hacer.

América: Bueno, al menos para mí, no. 

Kamala: Pues, porque tenía planeado hacerlo. Sólo porque me daba la gana. Pero tenía planeado hacerlo al final del día. Quería jugarle una broma al maestro de Precálculo. Pero cuando vi que esos idiotas se reían de ti, me sentí obligada a hacer algo al respecto.

América se quedó aun más sorprendida, y feliz la verdad. No se esperaba que alguien saliera a defenderla tan rápido el primer día de clases.

Jóvenes Vengadores: El comienzo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora