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Ahí estábamos los dos, sumergidos en un largo silencio incómodo, desde el marco de su habitación le eché un pequeño vistazo a esta, era igual de grande que el resto de su casa, con una cama de dos plazas, una buena televisión y un montón de cosas que yo jamás podría permitirme.
George me seguía mirando como si quisiera incomodarme, así que decidí romper el silencio de una vez por todas. —¿Juegas?

—¿Juego qué? —Respondió sin quitar esa sonrisa burlona de su rostro.

—No lo sé, tienes como 3 consolas ahí.

—¿Quieres jugar algo? —Abrazó sus rodillas.

Así es como terminamos jugando Minecraft en su PlayStation, estuvimos varias horas en ello, George era gracioso, más aún cuando se enojaba. Siempre he pensado que jugar videojuegos es la mejor y más espontánea forma de conocer a alguien, supongo que él pensaba parecido, porque congeniamos bastante rápido jugando.

Cuando ya llevábamos más o menos 4 horas, George lanzó el control a un lado para acostarse en su cama. —Tengo hambre, aliméntame niñero.

Rodé los ojos, pero al fin y al cabo era cierto, yo era su niñero y debía alimentarlo si así lo quería. —Vamos a la cocina y te preparo algo.
El castaño sonrió y se levantó de inmediato. —Tienes una casa muy bonita. —dije mientras bajábamos las escaleras.

—Gracias, nadie me lo había dicho antes, bueno, no es como que venga mucha gente, en realidad, no viene nadie.

—¿No tenías otro niñero antes?

—Tenía uno, pero lo asesiné.

—No digas estupideces. —solté una risa.

—No, bueno, la verdad es que antes me dejaban quedarme sólo, pero ya te conté lo que hice, después de eso estuve internado como por un mes, y ahora... ¡eres mi primer niñero, yay! —Exclamó intentando sonar sarcástico.

—¿Quieres hablar de eso? —Ya habíamos llegado a la cocina.

—No realmente. —Se sentó en el mesón, balanceando sus piernas, las cuales colgaban.

—¿Qué quieres comer? —Pregunté dispuesto a cumplir mi rol de niñero.

—Quiero leche con chocolate, y un pan con
mermelada.

—Está bien, yo te lo preparo. —Dije mientras buscaba lo necesario, encontré el chocolate en polvo y la leche.

—No te pregunté por tu acento, ¿qué hace un americano acá en Inglaterra? ¿Vienes a cuidar niñitos británicos?

—Además de eso —dije mientras mezclaba la leche con el chocolate —Vengo a hacer mis últimos tres años de preparatoria, y pienso entrar a una universidad acá.

—¿Por qué?

—Porque no quiero morir en un tiroteo. —lo hice reír. —No, en serio, porque nunca me gustó mucho mi país, tengo un tío con el que vivo acá, siempre que me visitaba allá en Estados Unidos, me hablaba de su país, y yo me hice la idea de venirme con él desde muy pequeño. Además me va bien en la escuela, pude postular a una beca y entré a un colegio privado, mucho mejor que el que iba en Estados Unidos.

—¿No extrañas a tus papás? o hermanos si es que tienes.

—Sí, extraño a mis papás, pero sobre todo a mi hermanita menor, dejarla sola fue lo que más me costó al irme de Florida, lo bueno es que vienen aquí para las fiestas, de hecho los vi hace poco, además hacemos video llamadas y todo eso, ¿Quieres la leche tibia? —asintió y la metí al microondas mientras buscaba la mermelada para ponerle al pan.

Niñero  [dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora