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Supongo que muchos pensarán que es un error empezar a salir con alguien que conoces desde hace apenas una semana.

Y que es un error aún más grande enamorarse de alguien en 3 meses. Pero aquí estoy, sentado frente al chico del que me enamoré en 3 meses, el chico del que no sé nada, o mejor dicho, que me hace poner en duda todo lo que creía saber acerca de él.

Él se toma su helado de la misma forma en la que lo hizo cuando salimos por primera vez, aunque en esta ocasión no pide de vainilla.

Esperé a que se lo terminara tranquilamente para que pudiéramos hablar.

—George, estuve hablando con tu papá, y me dijo algunas cosas que... quizás, deberíamos, hablar.

—Está bien, ¿De qué quieres hablar? —finge tranquilidad, pero se muerde los cachetes, y siempre hace eso cuando está nervioso

—Me contó de tu diagnóstico psiquiátrico.

Él comenzó a mordisquear la cucharita de madera que traía el helado.

—¿Lo sabías? El nombre de tu trastorno.

Siguió mordiendo la cuchara, hasta dejarla deforme. Asintió sin mirarme a los ojos.

—¿Por qué me dijiste que no estabas seguro de que era verdad? —Usé un tono calmado, lo último que quería es que sintiera que le estaba reclamando o juzgando.

—Porque no estaba seguro.

Pero es malo mintiendo.

—¿Puedes hablar con la verdad George? Te prometo que no voy a juzgarte.

—¿Estás enojado? —Ahora si me mira a los ojos.

—No estoy enojado, estamos conversando cosas serias que debimos haber conversado desde el principio.

Soltó un suspiro.

—Lo siento, de verdad lo siento mucho, mi intención nunca fue mentirte, tenía miedo de que te alejaras si te lo contaba, pero fui muy estúpido, tarde o temprano te ibas a enterar.

—Estoy acá contigo ahora, y no me iré a ninguna parte. Digas lo que digas no me voy a alejar de ti, lo único que no me gusta son las mentiras.

—No más mentiras desde ahora, entiendo.

—Y quiero que me cuentes la historia completa. —dije.

—¿Sabes? Nunca te molestaste en saber la historia completa antes, estoy seguro de que si me hubieras preguntado te la habría contado.

—En parte tienes razón, nunca me creí del todo cuando me dijiste "Lo hice sólo para llamar la atención" Tal vez debí preguntarte más acerca del tema, y lo acepto, pero no te estoy reclamando por no contarme, sólo quiero saber, y ahora es el momento.

—Está bien, aunque te vas a decepcionar un poco, no es una larga historia. —empezó — El año pasado, llegó un chico a mi clase, Jason. Los primeros días se acercó a hablarme, y fue muy lindo conmigo, teníamos gustos parecidos, me ayudaba con las materias, y bueno, me enamoré de él. A mitad de año consiguió otros amigos y me dejó de hablar, pero yo seguía enamorado de él, o mas bien obsesionando, sobre todo porqué no podía aceptar que se hubiera alejado sin razón. Intenté de todo para que volviera a hablarme, le escribía mensajes todos los días, y lo seguía a su casa después del colegio, pero sólo logré que se alejara más, y lo entiendo, soy experto en hacer que las personas se alejen de mí. En fin, un día se enojó mucho conmigo, me gritó que estaba enfermo, que era un psicópata, que lo dejara en paz y que jamás se había fijado en mi de "esa forma" entre otras cosas horribles que me dolieron mucho. Me sentí tan mal después de toda la mierda que me dijo, que apenas podía salir de mi cama, hasta que un día ya no aguanté más, y bueno, ya sabes lo que hice.

—Mierda. —sencillamente no supe que más decir.—¿Entonces ya sabías que eras gay antes de conocerme?

—Supongo. —hubo un largo silencio incómodo, y después volvió a hablar —En realidad no lo hice porque quisiera morir, bueno, en parte, un poco sí, fue algo del momento, un impulso estúpido. Pero también quería hacerlo sentir culpable, a él y a mis papás por nunca estar, quería que supieran lo mal que estaba, ni siquiera se habrían dado cuenta de que estaba deprimido si no lo hubiera hecho. ¿Te sientes mejor ahora que lo sabes todo?

Sí, me sentía mejor, pero también asustado, preocupado de que algo así pudiera repetirse, y por mi culpa.

—Sí, es bueno que me lo hayas contado. ¿Qué pasó con Jason al final?

—Nos mezclaron y quedamos en cursos separados, no tengo idea si se enteró de lo que hice, pero estoy seguro de que tampoco le habría importado, y yo me arrepiento de haber sufrido por un tipo que no valía la pena.

—¿Nunca volvieron a hablar después de eso?

—No, y así lo prefiero.

Aún así tenía muchas dudas —¿Ahora estás mejor verdad? No lo volverías a hacer.

—Estoy mejor, no lo volvería a hacer. —Me miró a los ojos reflejando sinceridad.

—¿Estás tomando medicamentos, vas a terapia?

—Sí, las dos cosas, pero tienes que saber que un trastorno mental no desaparece con medicamentos y terapia, siempre voy a vivir con esto, aunque los estabilizadores del ánimo me ayudan a estar bien.

—Entiendo. Gracias por contarme George, tal vez fue mi culpa por no haberte insistido más para que me contaras antes.

—No, no es tu culpa, yo tenía mucho miedo de que me dejaras si es que te lo contaba, incluso tengo miedo de que quieras dejarme ahora.

Tomé su mano por encima de la mesa. —Te amo, y eso no va a pasar, vamos a trabajar en esto juntos, no te voy a dejar sólo George, para mí eres el mismo, con o sin trastorno límite de la personalidad. Pero desde ahora, quiero que me cuentes las cosas, y yo prometo que investigaré para poder entenderte.


***

Y así fue, estuve leyendo y buscando información sobre el tema.
"El trastorno límite de la personalidad, es una afección mental que afecta la capacidad de una persona para controlar sus emociones."Bueno, eso ya lo sabía.

"Las personas con este trastorno también tienden a irse a los extremos, pueden actuar de manera impulsiva o imprudente." Eso explica muchas cosas.

"Se evidencia que la dependencia emocional y el TLP están ampliamente relacionados. El paciente con TLP se caracteriza por un marcado sentimiento de vacío y, además, tiene un miedo irracional a ser abandonado por las personas que le rodean."

Entonces todo me hizo más sentido.

Niñero  [dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora