2

7.3K 607 396
                                    

Sentí un golpe fuerte en la cara, me sobresalté, después sentí otro, que linda manera de despertar. Lo primero que vi fue al castaño, arrodillado en mi cama, esmerado en golpearme la cabeza repetidas veces con una almohada.

—¡George, casi se me sale el alma! ¿¡Qué mierda quieres!?

—¡Tengo hambre! —Volvió a estampar la almohada contra mi cara —¡Quiero mi desayuno! —Su cabello estaba despeinado y sus labios un poco hinchados, aún así se veía bien.

—Y yo que pensé que ibas a ser más fácil de cuidar que un niño.

—¡Aliméntame!

Revisé la hora en mi teléfono, 11:30, aún era temprano para un día de vacaciones, ¿Acaso no tenía nada mejor que hacer que venir a molestarme? La respuesta me pareció bastante obvia. Quería responderle algo tipo, "tienes 17 años, baja y cocínate." Pero por algo me pagaban , y él se aprovechaba de ello.

—No te voy a cocinar nada si vuelves a despertarme de esta manera.

—¿Perdón? Son las 11:30 de la mañana y estás trabajando para mí, que no se te olvide. —Remató con un último almohadazo que me hizo cerrar los ojos de golpe.

—Y yo que pensé que comenzábamos a llevarnos bien. —Le lancé una pequeña mirada asesina, intenté sonar serio, pero no estaba realmente enojado, George tenía razón, era tarde y si el niño quería desayuno, debía preparárselo.

—¡Pero si nos llevamos de maravilla Clayclay!

—¿Qué clase de apodo es ese?

—Un apodo extraño para un nombre extraño.

—Clayton no es un nombre extraño.

—Pues yo nunca lo había escuchado antes.

—Se me olvida que estamos en Inglaterra.

—Ajá, se te olvida. —Rodó los ojos y me tiró del brazo para levantarme de la cama a la fuerza.

Ya estábamos abajo, los dos sentados en el comedor. Preparé huevos con tocino y pan con mantequilla para los dos, desconocía mis habilidades culinarias hasta que vi a George chupándose los dedos con bastante felicidad.

—¿Te gustó?

—Sí, me gusta la comida, me hace feliz, y cocinas rico. —No pude evitar sonreír ¿Se daba cuenta de lo adorable que podía sonar? Tal vez lo hacía a propósito?

—Me alegro, y me siento halagado de que te haya gustado mi desayuno inglés.

—¿A dónde me vas a llevar hoy? —preguntó, subiendo los codos a la mesa.

—¿Tengo que llevarte a alguna parte?

—No lo sé, tú eres el niñero. —Se levantó para recoger los platos.

—¿Quieres ir al parque? Es lo único que se me ocurre, si es que hay uno cerca.

—¡Sí, hay uno, vamos! —exclamó feliz mientras lavaba los platos.

—Déjame hacerlo a mi. —Me acerqué.

—No, tú los lavaste anoche, me toca. —Tal vez George podía actuar cómo un niñito mal portado, pero en realidad era un chico muy educado, ¿acaso eran así todos los británicos? La verdad es que no lo sabía, había llegado hace poco al país, no tuve tiempo para conocer a chicos de mi edad antes de George.

Una hora después de eso salimos de la casa, me guío hasta un pequeño parque con juegos el cuál parecía abandonado de lo vacío que estaba. Me dio ternura ver a George corriendo con emoción hasta los columpios.
—¡Empújame! —comenzó a darse vuelo, me puse atrás de él y lo empujé —¡Más fuerte, lo más fuerte que puedas!
—Oh, no, saldrías volando.
—¡Mentira, lo dices porque no puedes, a que no tienes fuerza! —Me estaba retando, estaba seguro de que me estaba retando.
—Tú te lo buscas —Lo empujé tan fuerte que casi sale volando, y gritó tan alto que casi me quedé sordo, no sabía si lo había asustado o le había gustado.

Niñero  [dreamnotfound]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora