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—Papi, ya terminé de lavar las verduras.

—Muy bien, princesa, muchas gracias —le contestó Yoongi, dándole unas palmaditas en la cabeza.

—Iré a hacerle un dibujo a papá Tae para que se lo lleve en su viaje.

—Está bien, recuerda solo dibujar en papel, Yeji, no quiero ver pintura en el suelo.

—Sipi, ¿puedo ponerle pintura a Bogum en sus deditos? Para que también le pinte algo a papá.

—Sí, pero lo limpias con toallitas húmedas cuando terminen, y fíjate que no se la quiera comer.

—Sipi —contestó y salió saltando de la cocina.

Después de estar pidiendo a domicilio varias noches, el olor a comida casera hizo sonreír a Taehyung cuando cruzó la puerta.

—Hola, ¿eso que huelo es Japchae? —preguntó ya estando en la cocina.

—Hola, sí —Yoongi le sonrió—, ya casi está, vete a cambiar.

—No, ¿en qué te ayudo?

—Am, ¿podrías sofreír la carne y las cebollas?

—Sí.

Ambos cocinaron en un silencio cómodo, sirvieron y se sentaron a la mesa para cenar. Bogum estaba renuente de estar en la sillita y levantaba los brazos pidiendo que lo alzaran. Yoongi dejó los cubiertos pero Taehyung fue más rápido, cargó a Bogum y lo sentó en su regazo para empezar a darle de comer.

—Ñaam, ¿está rica la papilla? —le hablaba a Bogum mientras le daba de comer.

Yoongi sonrió, feliz de ver al bebé de nuevo en los brazos de Taehyung, Bogum también parecía haberlo extrañado pues estaba más sonriente. Yeji les platicó de sus clases de dibujo a las que había iniciado y Taehyung le dijo que podían pintar un mural en su habitación cuando volvieran. Yeji se emocionó y el resto de la charla continuó amena, sintiendo cómo se situaba la calidez en su hogar.

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—Deberías llevar una camisa extra, el clima allá es muy húmedo —sugirió Yoongi desde la cama, mientras Taehyung hacía su equipaje.

—Tienes razón —fue al clóset y sacó dos prendas—, ¿qué color? —preguntó.

—Me gustas en verde —le contestó con una pequeña sonrisa.

—¿Recuerdas que en la universidad llevaba siempre una bandana verde?

—Dios sí, te veías tan apuesto, levantabas suspiros y otras cosas.

Taehyung rió y Yoongi se unió a sus risas. Cerró su equipaje y lo colocó cerca de la puerta, se acomodó en la cama, con su cabeza recargada sobre su codo.

—¿Qué quieres que te traiga de Jeju?

—Mmm... una foto de un paisaje que quieras mostrarme.

—Podemos planear un viaje en las siguientes vacaciones, ¿qué te parece?

—Me parece perfecto —sonrió, se observaron unos segundos y se fueron acercando para darse un beso. Al principio fueron tímidos, como si temieran hacer un movimiento en falso que rompiera ese momento, pero el sentimiento de haberse extrañado fue más fuerte, pasando a un beso que transmitía necesidad, anhelo, perdón y amor.

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A la mañana siguiente Taehyung despertó más temprano, pues debía estar a las 6 en el aeropuerto.

—Yoon, ¿no has visto un sobre con unos papeles? Los dejé en el escritorio del estudio.

—No, Tae —contestó Yoongi, bostezando. —Iré a despertar a Yeji, quería despedirse de ti, y ahorita te ayudo a buscarlos.

Yoongi fue a la habitación de la pequeña para despertarla, luego fue a verificar que Bogum siguiera dormido y por último al estudio para ayudar a Taehyung.

—Papi —entró la pequeña—, este es un regalo de Bogum y mío —dijo, extendiendo unas hojas con distintos dibujos que parecían contar una historia.

—Esto... estos son... ¡son mis papeles, Yeji! Tengo que llevar estos documentos al viaje, cómo, ¡¿cómo se te ocurrió pintar sobre mis papeles?! ¡¿por qué entraste al estudio?!

—Papi yo —la pequeña respondió asustada.

—Princesa, ve a tu habitación —le dijo Yoongi, llevándola de la mano.

—Yo no... yo no quería hacer enojar a papá —decía entre sollozos.

—Tranquila, corazón, no es tu culpa, ve a tu habitación, ahorita vamos contigo —cerró la puerta y dio vuelta furioso.

—¿Qué te sucede? ¿cómo pudiste gritarle así? Solo son unos papeles.

—¿Sólo unos papeles? ¡No me jodas, Yoongi! Éste es el contrato que debo llevar al viaje con las firmas de todos los directivos, ¡¿cómo mierda se le ocurrió pintar ahí?! ¿por qué la dejaste entrar?

—Nunca le hemos restringido ningún espacio y si tomó esas hojas es porque solo las pusiste sobre el escritorio, si eran documentos tan importantes no puedes dejarlos por ahí, es un niña, no sabe.

—¡Cómo no va a saber! No son hojas blancas o de colores, sabía que tenían información.

—Aún así no es motivo para que le grites, no lo hizo a propósito, así que ahora vas a ir a disculparte con ella antes de que te vayas.

—¿Y a dónde voy a ir sin esos documentos? —soltó una risa amarga—, ¿o será que eso es lo que querías? ¿Que no vaya y me despidan del trabajo?

—¿Qué? ¿Qué dices?

—Pues es mucha casualidad que justo Yeji tomó los documentos que necesitaba, ¿no se los habrás dado tú?

—Te voy a detener ahí antes de que sigas diciendo más estupideces de las que te arrepientas, lo importante en este momento es que nuestra hija está llorando por tu culpa y vas a ir a solucionarlo, Taehyung, hablo en serio.

—¡Es tu hija y es tu vida! Yo no pertenezco aquí —declaró furioso—. Esta no es la vida que yo quiero, no me importa si no estás a mi lado, aquí no soy feliz como lo era allá, y si eso significa que debo perderte que así sea.

—¿Qué? Taehyung —las mejillas de Yoongi se encontraban húmedas por las lágrimas, estaba atónito, no podía creer lo que Taehyung estaba diciendo.

—¿Me escuchaste? —gritó, mirando alrededor—. Me dijiste que tenía un mes para cambiar de opinión y ya se terminó en plazo, devuélveme a mi vida anterior, aquí no tengo nada que me importe —declaró, mirando furioso a Yoongi que lloraba silencioso—, nada que valga la maldita pena.

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La luz que se filtraba por las cortinas lo despertó. Se removió en la cama y se frotó la sien, su cabeza le dolía horrible. Se giró y el lado de la cama estaba vacío.

—¿Yoon?

Se incorporó y un hueco se formó en su estómago. Se levantó de golpe provocando un dolor punzante de su cabeza. Salió, observando todo a su alrededor, confirmando que se encontraba de nuevo en su penthouse, en su vida, solo. 

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Momento sad :(

In another life | TAEGI | COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora