In another life | TAEGI | COMPLETA

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—Gracias por invitarme a cenar, chicos —dijo Taehyung—. No tengo amigos cercanos y menos que sean pareja, me gusta este ambiente.

—Nunca habíamos pensado en invitarte porque creíamos que no aceptarías —dijo Jungkook.

—Pensaban bien —admitió—, pero ahora valoro mucho el tener una familia, sus niños son adorables.

—Son unos diablillos —afirmó Namjoon, tratando de dar de comer al bebé y fallando en el intento, debido que este se removía en su sillita.

—Me encantaría tener esto —dijo con una mueca triste.

—Puedes intentar adoptar tu solo, tienes mayor solvencia económica que una familia convencional.

—Tal vez, aunque no sería lo mismo sin... bueno, igual, gracias por recibirme en su hogar —se puso de pie y Dojoon, el mayor de los Kim-Jeon, salió disparado para que Taehyung lo alzara.

—A que no esperabas que tu viernes por la noche fuera así —dijo Jungkook entre risas, mientras lo acompañaban a la puerta.

—Desearía que lo fueran —sonrió—, igual si un día quieren salir y no tienen quien los cuide, yo puedo hacerlo.

—¡Sí! Y podemos invitar a Yeji, ayer vino a jugar —dijo Dojoon.

—¿Yoongi estuvo aquí? —preguntó Taehyung sorprendido.

—Nuestros hijos son amigos —dijo Namjoon—, no sabíamos lo tuyo con él hasta que nos contaste.

—Oh —bajó al pequeño—, bueno, si los papás de Yeji no tienen problema, podemos invitarla también. ¿Está bien? —Dojoon asintió feliz.

Habían pasado dos semanas desde que había visto a Yoongi en aquel café. Le había pedido al investigador que ya no continuara con su trabajo, pues ya tenía su respuesta y tendría que vivir con ésta.

Al menos se conformaba sabiendo que Yoongi estaba bien, que Hoseok era un buen esposo y que Yeji y Bogum crecerían en un hogar.

Al llegar a su penthouse unas pequeñas y entusiastas patitas lo recibieron, Taehyung lo alzó y rió cuando quiso lamerle su nariz.

—Hola, Yeontan.

El pomerania le ladró en respuesta y Taehyung lo llevó hasta su espacio para jugar un poco con él y revisar que tuviera agua.

Había adoptado a ese perrito hacía unos cuantos días, cuando llegó al edificio y el encargado de la tarde sostenía una caja, dijo que el perrito había llegado solo a la puerta y no tenía collar.

—¿Me lo puedo quedar? —preguntó cuando le tomó una de las patitas y simuló saludarlo.

—Claro, apenas íbamos a publicar si alguien lo quería adoptar. Será una gran compañía para usted.

Y así había sido, Yeontan corría a recibirlo cada tarde y salía a caminar con él por las mañanas. Agradecía que hubiera llegado a su vida, al menos así tenía una distracción de la tristeza de haber perdido a Yoongi.

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Era sábado por la mañana y había terminado de lavar los platos del desayuno para disponerse a ver televisión con Yeontan, cuando el intercomunicador sonó.

—Disculpe, señor Kim —dijo el encargado—, hay un hombre que quiere verlo, dice que su nombre es Min Yoongi.

—¿Yoongi? ¿Aquí?

—Así es, ¿le doy acceso?

—¡Sí! —dijo de inmediato—, sí, por favor.

Taehyung corrió a colocarse unos jeans y camiseta limpia, trató de peinar sus cabellos castaños. Regresó a la sala y recogió los peluches de Yeontan y lo metió a su corral.

El timbre sonó, inhaló y exhaló profundamente. Abrió la puerta y sonrió automáticamente al ver al pelinegro, Yoongi vestía unos jeans y un suéter color beige.

—Hola, Yoongi —se hizo a un lado— pasa.

—Disculpa por aparecerme solo así —dijo entrando al penthouse.

—No te disculpes, yo encantado, ¿quieres tomar algo?

—Café, gracias —Taehyung fue a la cocina y Yoongi se quedó mirando a su alrededor, entonces se percató de Yeontan que lo observaba moviendo su colita. —Hola, amiguito, ¿cómo te llamas? —Yoongi se agachó para acariciar al perrito que lo saludó con su lenguita de fuera.

—Yeontan —dijo Taehyung, regresando con dos tazas de café. Las colocó en la mesa de centro en la sala.

—Es muy bonito, ¿tiene mucho contigo?

—Unos días, llegó aquí al edificio y lo adopté.

Yoongi le sonrió y tomaron asiento.

—¿Cómo están Yeji y Bogum?

—Bien, gracias. Salieron con Hoseok.

—Qué bueno —dijo Taehyung y Yoongi asintió. El castaño no sabía qué más agregar y el silencio se estaba tornando incómodo.

—Hoseok y yo nos casamos hace tres años —dijo Yoongi y fue como enterrar una daga en el corazón de Taehyung, él no quería escuchar su historia de amor, pero igual lo dejó hablar.

—Él me propuso matrimonio cuando llevábamos pocos meses de novios y yo... creo que estaba tan agradecido con él y necesitado de amor que le dije que sí. Fue una ceremonia breve e íntima. Me sentía muy bien con él, me cuidaba y sentía que yo se lo debía. Al poco tiempo adoptamos a Yeji y la pequeña trajo más luz a nuestras vidas, pero... había algo que no se sentía correcto, y me sentía mal porque no entendía qué podía ser, si tenía todo para ser feliz.

Yoongi hablaba con la mirada baja, como si estuviera avergonzado.

—Luego pensé que tal vez con otro bebé pero... realmente nunca me sentí completo con Hoseok, y durante un tiempo me sentí una terrible persona, pero también entendí que no estaba siendo justo con él —levantó la vista por primera vez desde que había empezado a hablar—. Hoseok y yo nos divorciamos hace dos meses.

Taehyung no pudo evitar un jadeo de sorpresa ni ocultar el asombro en su rostro.

—Siempre sentí que había algo que me hacía falta y al verte, entendí que siempre me hiciste falta tú —Yoongi acercó tímidamente su mano a la de Taehyung y fue cuando se percató que no tenía una alianza de matrimonio.

—Cuando te escuché ese día en el café, no lo podía creer. La vida me estaba dando una segunda oportunidad para estar contigo, por eso pregunté por qué habías aparecido justo ahora. Era el momento adecuado.

Una semillita de esperanza se situó en la herida de Taehyung.

—Sin embargo, ya no era solo yo, tenía dos pequeños en los cuales pensar, y entonces me dijiste que querías formar parte de su vida, parecía como si los quisieras ya sin haberlos conocido y no pude con mis emociones, por eso me fui.

No sabían quién había empezado a llorar primero, pero ambos tenían las mejillas húmedas.

—Taehyung, ¿en verdad nos quieres? ¿a mí y a los niños? —preguntó, el temor se plasmaba en su voz y en sus ojos.

Taehyung soltó sus manos para acunar el rostro de Yoongi.

—Los amo con todo lo que soy y lo que tengo, y juro que los cuidaré con mi vida —dijo con una sonrisa llena de ilusión.

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Ay, cómo les quiero 💜 cómo creen que les iba a dejar sin un final feliz. 

Aún estoy dudando si el siguiente capítulo es el final o hago uno extra :3