Los hermanos Johan

204 30 2
                                    

Capítulo 3

¿Porqué que no le cuento lo que me pasa a mis padres? ¿A la directora? ¿A la policía? Quienes me someten a este infierno son personas con poder económico. Quizá en una ciudad tendría salvación, pero en este maldito pueblo pobre lleno de ganaderos, a personas con dinero les es fácil mover los hilos. ¿Os imagináis que mis padres pierdan el trabajo? O peor, ¿Os imaginar que pierda mi beca y de paso mi oportunidad de ser profesor y salir de este pueblo?

Hasta que cumpla ese sueño estoy estancado a estos tratos.

Por eso, callado y de rodillas en el suelo del baño, permito ser tomado de los brazos en mis espaldas por Lewis y Levi, quien es hermano mayor y mellizo de Indira, sea quien me golpee y me patee el vientre, una de las zonas donde no serán visibles los moretones.

Levi es quien más miedo me da...

Es el guardián de Indira, la protege hasta de su propia sombra. Él es consciente de la obsesión de su hermana y aún así solo la satisface doblegándome a mi y a mis valores. Evita cualquier cosa que pueda dañarla tanto física como emocionalmente.

Es similar a su hermana, siendo únicamente diferenciados por la diferencia de altura, él midiendo sus 1'83 metros, sus ojos verdes oscuros y sus tatuajes en cuello y brazos. 

— Si sigues se desmayará, Levi.— Le avisa riendo, Lewis.— Y entonces si nos pillarán.

El mencionado se hinca frente a mi, tomando mi cabello con fuerza haciéndome jadear, en lo que me obliga a levantar la cabeza y mirarlo a los ojos. Ojos fieros y que ocultan una enorme tormenta.

— No sé que ve mi hermana en ti. Das asco.— Comenta ronco, mirándome con disgusto.— Si no fuera por ella ya te habría matado.

No me cabe duda...

— Tienes suerte de que te haya pillado yo, porque lo llega a hacer mi hermana y te mato.— Amenaza lentamente.— ¿Me has entendido?

Asiento adolorido, porque siento que si abro la boca vomitaré todo lo que comí desde que nací y vomitar sobre él no me ayudaría.

— No te oímos.— Gruñe Lewis apretando su agarre en mis brazos.

Aprieto mis dientes no queriendo gritar.

— Sí...— Consigo decir en un suspiro.

Me suelta y enseguida me dejo caer, chocando mi rostro contra el suelo.

— Qué débil.— Ríe el mismo.

— Reza por seguirle gustando a mi hermana...— Murmura el otro acercándose con calma al lavabo y lavándose las manos como si hubiese estado tocando mierda.

No digo nada, solo espero a que terminen de irse para arrastrarme a un cubículo, al váter y verter todo lo que desayune y cené el día de ayer.

Mi móvil en mi bolsillo suena. Para terminar de hundirme veo que se tratar de un mensaje de la antes mencionada que dice, << ¿Puede saberse dónde estás? Te dije que me esperaras. Ven al comedor, ¡Ya! No me hagas buscarte.>>.

Perfecto...

Levantándome adolorido y cojeando hago el intento de acercarme al lavabo donde empiezo a enjuagar mi boca, en silencio. 

TE DOLERÁ SER MÍO [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora