El demonio dentro de mi

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Capítulo 10

Iraide

— La palabra "Despacio", ¿Es un adjetivo, sustantivo, adverbio o verbo?— Nos pregunta la profesora de gramática.

— ¡Adjetivo!— Empiezan a exclamar algunos como respuesta, obteniendo una mueca de asco por parte de la profesora.

— ¡Sustantivo!— Exclaman otro, ganándose un gesto de disgusto de la otra.

Es la típica profesora que te dice amablemente que te puedes equivocar, que nadie te juzgará... Y luego cuando contestas mal te fulmina con la mirada.

Levanto la mano, llamando su atención.

— ¿Si, Iraide?— Me presta atención ella.

— Es un adverbio de modo.— Contesto.

— Al fin alguien que contesta bien.— Se la oye murmurar.— Bien dicho, Iraide.

Las clases siguen su curso. Ahora me dirijo al comedor con mi compañera de mesa, la misma con la que hablaba ayer antes de que nos interrumpiera Indira.

— ¿Entonces hoy también vas a verlo?— Me pregunta.

Sip.

— Ya mejor ni me pregunto cuándo vamos a poder salir tú y yo.— Se queja, rodando los ojos.

— Ayer precisamente no lo fui a ver.— Río.

Me mira indignada.

— ¡Y no me lo dices!— Chilla, exasperada.— Algo me da a pensar que simplemente no quieres salir conmigo.— Dramatiza. 

— ¡Sí quiero!— Exclamo en respuesta.— Mañana podemos si quieres. Vayamos al Starbucks.

Hace un baile tonto en medio del pasillo que más que risa me hace sentir vergüenza ajena. Ya me veo corriendo por el pasillo, huyendo de ella quien me sigue carcajeándose y de la gente que nos mira como si fuéramos unas raritas.

— Oye, y ese chico al que siempre vas a ver, ¿Cómo se llama?

— Kalen.— Contesto.

Se queda quieta en el pasillo por lo que me veo en la obligación de detener mi caminar rápido y voltearme a verla, interrogativa.

— ¿Qué pasa?— Le cuestiono.

— Pero... ¿Ese no es el novio de Indira?— Me pregunta.— ¡Claro! Será por eso que os peleasteis.

— No es su novio.— Aclaro.

— Pues su amante.— Se encoge de hombros, restándole importancia.— Se les ha visto darse cada beso y manoseada. Uy no, peor que a fruta de mercado.

¿Si? Pues no hubieseis hecho mal también en ver los hematomas en su cuerpo, su aislamiento y su miedo. Ah no, que cada cosa es ocultada tras ropa grande y "simple" introversión.

— Vamos a comer. Tengo hambre.— Cambio de tema, volviendo a mi camino, haciendo que tenga que correr para alcanzarme.

Ya en el comedor, dirigiéndonos a una de las muchas mesas después de haber hecho fila durante quince minutos para conseguir nuestra pinche bandeja de comida, nos sentamos. En nada aparecen "Los verdugos de la muerte", ¿Quiénes son? Lewis, Levi, Thais y... No está ella. Indira no está con ellos.

TE DOLERÁ SER MÍO [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora