Nuevas apariciones se estremecen desde lo alto del lejano cielo místico, un escenario muy particular apareció en los sueños más lejanos para los inmortales, solo aquel conocimiento ya hace siglos en la mente de Artenidas.
La estadía del archimago de Valándor, fue inmediato con las crecientes Rutas del Aire dentro de Ázirnoth, es por ello que Artenidas fue avisado por la interconexión con Shatrax, sabiendo que sus aliados debían de ser condicionados por medio del tiempo, una teccnología en particular solo se podía hallar en el avazando país metereológico de Exederio; fue entonces cuando abandonó a la compañia, solo para crear una burbuja indestructible de Lapsus Tempus Alternus.
Incluso, tras la abrupta pausada del hechizo del tiempo, sus presentimientos son muy neutros en cuanto llegue a la tan prestigiosa Ciudad del Prestigio.
-Bienvenido, ARX-113, estamos feliz de que vengas nuevamente a nuestra nación-, anunció el automata sirviente del presidente más reciente en Exederio, Shellzing.
-¡Artenidas!, ¡que gran sorpresa ver denuevo a un archimago como tu!, aunque, veo que has crecido mucho desde que tu padre me envio para cuidarte en su aunsencia, espero no haberte echo sentir mal por ello Arti, pero estoy realmente muy feliz de que vinieras-, dialogó Urelion Ahsvik, El Heredero del Presidente de Exederio, aquel diplomático aun recuerda sus mil y un aventuras dentro de las calles y muchas de las ciudades, ayudando a los extranjeros y turistas a reconocer el lugar por su prestigiosa cultura tecno-armónico.
-Estoy entusiasmado de ver un rostro como el tuyo Urelion, temo que actualmente mi equipo y yo no estamos en buenas circunstancias, es por ello que vine por los axiomas del tiempo, con todo respeto mi estimado-, respondió Artenidas, teniendo en claro el propósito del cual contacto a Urelion, su gran amigo y el presidente de confianza más cercano a el.
-¡Entonces no esperemos más!, en estos momentos estamos recibiendo muchas solicitudes de visitas, pero la tuya es muy importante para el estado, y la orden futura.., pero por lo demás, ¡sientase como en casa buen invitado!-, contestó Muranler, El Guarda-Espaldas Máximo de Urelion, quien era un exedo (piel de gema), de color morado y llevaba un traje de hechizero real, esplendido.
No obstante, mientras subian en el asensor del estado, Urelion pregunto si aun tenía sus recuerdos de niño en la mente, pero Artenidas sentia cierta inquietud tras recordar a su extraordinario padre Satraz, La Luz Viviente de Valándor, solía recordar cuando dejo en sus brazos aquel hijo al que tuvo que dejar atrás, tan frívolo solía ser los pensamientos de Arti.
Pero afuera de las fronteras de Exederio, se aproximaron ciertos individuos reptilianos muy excéntricos, de calle en calle, sus moto-frexdips.
De pronto, cuando llegaron a Xiilthis, donde reciben todo tipo de razas, una música de hip-hop se escuchaba en voz alta desde los parlantes, puestos uno por uno formando una esféra sonóra.
-Oh si!, Oh si!,oh si!, ¡OH SI, YAOH!, ¡ya llego el mejor fiestero de la casa viejo!, preparen sus pistas de baile, ¡porque este día será de bombardía en la piscina baby!-, exclamó ¡Nekod, El Deja-Perplejos HERMANOU!.
-¡Estas totalmente demente!, llamaré a los oficiales, estos tipos no me dejarán jugar mi partida de dajetrez, ¡a menos que se larguen!-, dialogó un señor de raza qarumcrix (de plumas de color).
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El Khitorídian: La Maldición de The-Kall (Lance 1)
RandomÁzirnoth, un enigmático mundo habitado por seres inhumanos, se desenvuelve en el universo de Khitorídian, donde las leyes ancestrales difieren de las nuestras y lo inimaginable puede suceder. En esta narrativa extensa y cautivadora, se desvela la hi...