7. Viajeros del Atardecer

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Estoy muy seguro de que han oído sobre los deja vu, esos momentos ya antes vistos en sueños, estoy muy seguro de que este es uno de ellos para Kírad.

Antes de la corrupción del Abismático, dos de los sirvientes de The-kall vestidos como los ciudadanos del reino de Márhod, con la misión de recolectar las pociones necesarias.

-Esta ciudad, jamás lo pensé tan grande-, dijo Junger impresionado pero pasivo al ver la ciudad de los barrios reales Marhodrianos.

-Lord The-kall me había avisado sobre guardías oficiales resguardando en los mercados, hay que pasar con cuidado Junger querido-, respondió Yseel con cautela, ocultando su bello pero demoniaco rostro de La Luz del Gran Triangulo.

Apenas la entrada del barrio de cristal estaba vigilado por guardias en los costados, armados debajo de ballestas en sus capas.

-¿Que piensas hacer si nos descubren Junger?-, susurro Yseel, con el perfil bajo ante las personas pero no tímida al caminar.

-Eso no me preocupa mucho, lo único que me intriga es saber donde estan esas malditas pociones-, habló Junger delante de Yseel al recorrer el pasadizo hacia el Tunel de la Fe Iquebrantable.

-Aquí nadie nos encontrará, pero arriba siempre estan los puros, y los impuros debajo de sus pies, aunque somos ambas cosas al igual que los razonables allá afuera, <<presiento una sospecha de parte del general rastreandonos>>-, Junger sabía que al salir debían huir lo más rápido que pudieran.

Yseel llamó la atención de uno de los guardias, CLASH!, le lanzo una daga sombría destellante al saber que de igual manera la iban a esposar.

-¡Tras los forajidos!-, Daalkirus el general del ejercito de Márhod estaba presente y escendió su espada de luz dorada y los señalo haciendo que los guardias apuntaran sus lanzas destellantes de plata A TODA MARCHA!

Junger alertado por los guardias XIAM!, aceleró junto a Yseel por conjurar el impulso sombrio, pero Yseel mantenía apegada sus instintos asesinos de pícara pirád.

-¿que has echo?, ahora nos van a capturar por eso nena, mejor hay que perderlos de nuestra vista-, exclamó Junger medio confundido tras la reacción de Yseel.

-confía en mí, se van a distraer cuando se pierdan, estos guardias ingénuos se distraen bajo sus pensamientos-, respondió Yseel emocionada y de tono astuta al correr y Junger pensó rápido al liberar su poder abismático.

Entre muros y calles los guardias marhodrianos separados como ríos en diferentes canales en el destino.

-<<¿¡Es acaso mi oportunidad de capturar el mayor trofeo de todos!?, un forajido sombrío sería muy emocionante para el rey Dorán en el salón de los tesoros>>;-, expresó en sus pensamientos Daalkirus tras ver las pisadas de Junger y escuchar sus pasos.

Apesar de los planes de robar sutilmente, Junger sabía que los dispersaría a su propía trampa; Yseel con el poder de crear ilusiones de si misma, aprovecho la discordia de los guardias cuando uno de ellos se avento contra "ella" pero la sorpresa era de esperarse... FLISH!, la daga destellante sombria impresiono al escudero que acompañaba, ahora estando solo y sin protección de nadie más que el mismo y su escudito de rebote plateado, dejo al pobre con la inesperada presencia de La Dama del Lord Abismático.

-Que no te importe lo que tu pueblecillo de aldeanos y aldinos vayan a hacer cuando se enteren de que tu asesinaste a tu propio maestro bajo esa confianza, o les digo yo, ¡o Lord Abismático te convertira en su esclavo!-, afirmó Yseel, Y NO!, EN VERDAD NO MIENTE CUANDO DICE QUE THE-KALL LE HARÁ SU SIRVIENTE, -Aprecio mucho la oferta, pero esta historia debe continuar de la mejor manera posible-. Atentamente: The-kall Amo de los no-muertos.

El Khitorídian: La Maldición de The-Kall (Lance 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora