Capítulo 4

158 28 5
                                        

Perdón por errores ortográficos.

Pov Emily.

¿Se habra escapado? ¿Me estará llamando para amenazarme?
No, no puede ser él no tiene mi número de teléfono. Y esta detenido en la comisaría.

Con las manos casi temblando tomó el teléfono y contestó.

—Prentiss.

—Prentiss, soy el agente  Williams, necesito que vengas a la estación ahora, es urgente. —respiro por un segundo al escuchar la voz de Williams.

—Comprendo, estaré ahí en treinta minutos—Digo antes cortar, ¿Qué habrá pasado? No permito a mi mente divagar y rápidamente tomo maquillaje para tapar cualquier cosa notable, que no quiero que vean.

............................................

Entró a la comisaría y me dirijo a la sala de conferencias donde nos instalamos hace cuarenta y ocho horas.

Cuando entró, veo a Hotch, Dave, Williams, su compañero y a un hombre desconocido.

—Prentiss, gracias  por venir tan rápido— Dise Williams.

—Él es el fiscal de Boston, él abogado Mike Slim —Me informa Hotch

El fiscal me extiende la mano. Yo  también se la doy.

—Un placer conocerla Agente Prentiss—Saluda cortésmente el abogado.

—Igual señor.—Respondo sin ánimos.

—¿Por qué me pidió que viniera Agente Williams?— El miedo vuelve hacer presencia cuando lo veo  mirar al fiscal y luego a Hotch.

—Agente, el señor Doyle especificamente exigí hablar con usted. De no ser así, dijo que no hablaría, lo siento mucho agente, es difícil, pero necesitamos que entres a interrogarlo. El nudo en mi estómago se intensificó al cien por siento en los últimos segundo.

—Esta bien, comprendo — Siento que el corazón se me quiere salir.

—Prentiss no tienes que hacerlo si no quieres, encontraremos la manera de hacerlo hablar — dise Hotch.

—No se preocupe señor, estaré bien. Puedo hacerlo —  o eso espero.

Me llevan al lugar  donde esta Doyle.

Una ves estoy en la puerta Hotch  me  detiene — Estaremos observando y oyendo, si pasa algo estaremos ahí en segundo. Sus palabras me tranquilan mucho. Confío en él.

Los veo entrar a todos en la otra sala, suelto un suspiro enorme, finjo la confianza  que en este momento  no tengo. Tomo la perilla de la puerta  y la abro.

Lo primero que veo al entrar es que el hijo de perra no está esposado a la mesa. La sangre se me hela al notar eso, a estos malditos acaso no les importa que el demente esté me asfixie.

—¡Buenas noches! señor Doyle.— Saludo primero para tomar el control que no tengo de la situación.

Levanta la mirada de la mesa y me sonríe de la manera más terrorífica que haya visto. Trato con toda mi fuerza de voluntad mantener la compostura.

—Emma, es un placer  volver a verte, ooooh  perdón mi error. Agente Prentiss es un placer volver a verla.

— Es una lastima que no opine lo mismo señor Doyle —Digo en burla para enmascarar mi miedo.

—¿No te agrado?, pero pensé que nos llevábamos bien— se ríe.

—Que hayamos platicado un rato, no significa que nos llevemos bien señor.

—Pero si tú y yo no solo conversamos, ¿acaso ya olvidaste lo que estamos haciendo en el sofá de mi hogar? —Dise con una sonrisa pícara.

—Tú cuerpo es tan delicado, tu piel es tan blanca que es divertido marcarla. Tu pecho  tan suave y tu.

—Callese —le grito. Mi cara se torna roja por la vergüenza que sus palabras me provocan. Todos  debieron escuchar eso,  no planeaba decir nada, me lo iba a guardar solo para mi.

—Me gusta, cuando te sonrojas, auque admito que me ubiera  gustado que fuera por algo más— Dise morbosamente y no puedo ocultar la expresion de asco que me dan sus palabras. Siento  tanta ganas de vomitar.

Cambio de tema rapidamente, antes que pueda  avergonzarme más. Aunque dudo que después de lo que dijo, logre avergonzarme más.

—Señor Doyle, ¿por qué está en la ciudad?

Me mira antes de responder —Solo vine a pasar el rato con mis amigos y mujeres bonitas—, me guiña un ojo, idiota, —En pocas palabras, vine a divertitme.

—¿Esta seguro de eso?

—¿De qué vine a divertirme? por supuesto, puedes preguntarle Emma Lodge. Eso es lo que hacía hasta que el FBI me arresto—Dise en burla.

Ahora estoy cien por ciento  segura de que quiero irme a casa y olvidar las últimas cuarenta y ocho  hora, no soporto a este tipo, es un total fastidio.

Después de hacer una serie de preguntas más al fin terminó. Y estoy ansiosa por irme lejos de él

—¿Agente Prentiss?

—¿Si?

—DC es un distrito muy bonito ¿cierto?

El color se fue de mi rostro estoy segura. ¿Cómo supo el donde yo vivo?

Lo veo levantarse de la silla y acercarse a mi. Dios ayúdame. Intento levantarme y alejarme de él, pero mis piernas no reaccionan.

—Cuidate agente, hay mucha gente mala a fuera, seria una lastima que algo te pasara, eres tan  bonita y me gustas.

Lo veo alejarse, y volver a tomar asiento. Mi corazón late con fuerza. Mientras que él tiene una sonrisa burlona por el  miedo que sabe que me provoca.

La puerta se abre de golpe.

—Esta entrevista se terminó.– Dise Hotch molesto.

Me levanto rápidamente de la silla e intento marcharme. Pero no soy lo  suficientemente   rápida como para no poder escuchar lo que dise.

—Adiós Emily Prentiss, fue un placer conocerté.

NO SOY ELLA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora