Capítulo 21

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Perdón por errores ortográficos.

NARRACIÓN EN TERCERA PERSONA.

Oficinas del FBI – Sala de Reuniones.

El murmullo de los agentes se detuvo al instante cuando las noticias comenzaron a sonar en todas las pantallas. Las imágenes de Emily Prentiss, tomadas en secreto junto a Ian Doyle, mientras abandonaban la mansión se repetían una y otra vez, acompañadas de titulares venenosos.

“TRAICIÓN EN EL FBI: EMILY PRENTISS, LA AGENTE DOBLE DE DOYLE”

“PRUEBAS REVELAN QUE LA AGENTE PRENTISS SE VENDIÓ A UN ENEMIGO DEL BURO”

“PROSTITUCIÓN Y TRAICIÓN: EL OSCURO SECRETO DE LA EXAGENTE DEL FBI”

Aaron Hotchner se quedó inmóvil, sus ojos oscuros fijos en la pantalla, su mandíbula tan tensa que parecía a punto de romperse. Cuando la transmisión terminó, lanzó la mano contra la mesa, el estruendo resonando por toda la sala. 

—¡Esto es inaceptable! —grito clavando la mirada en su equipo. 

—No pueden hablar así de ella —susurró JJ, sus palabras ahogadas por el impacto de las acusaciones tan crueles y despectiva.

Aaron la ignoró, sus palabras cargadas de rabia. 

—Emily se ha convertido en un problema. Nos arrastró a esto, y ahora, todo lo que hemos hecho está bajo escrutinio. 

JJ se levantó de golpe, sus ojos brillando de indignación. 

—¿Un problema? ¿Eso es lo que piensas de ella ahora, Hotch? ¿Después de todo lo que ha hecho por nosotros?

Aaron la fulminó con la mirada, sus palabras más frías que el hielo. 

—Lo que ha hecho es destruir su reputación y la nuestra. ¿Viste esas imágenes, JJ? No hay forma de justificar lo que está haciendo. Está con él, y no parece exactamente una prisionera. Lo eligió a él, y no a nosotros.

JJ dio un paso al frente, su voz firme y temblorosa al mismo tiempo. 

—¡No puedes saber lo que realmente está pasando! Emily es una de las personas más fuertes, honradez y leales que conocemos. Esto no es ella, Hotch. ¿Y si está siendo coaccionada? ¿Y si está atrapada y no tiene otra opción?

Aaron se burló, sus palabras goteando sarcasmo. 

—¿De verdad vas a defenderla, JJ? ¿Incluso después de que las pruebas estén tan claras? Ella se fue con Doyle por voluntad propia. No hay excusa para eso. 

JJ apretó los puños, avanzando hacia él. 

—¡Claro que la voy a defender! ¡Porque no soy como tú, que estás listo para condenarla sin siquiera intentar entenderla!

Aaron dio un paso hacia JJ, sus rostros ahora a solo centímetros de distancia. 

—¡No estoy condenándola, estoy enfrentando la realidad! Emily eligió a Doyle, y ahora todos estamos pagando el precio por sus decisiones. 

—¡Estás cegado por tu propio ego, Aaron! —gritó JJ, su voz elevándose. Señaló la pantalla con rabia—. ¡Esto es lo que él quería! Que dudes de ella, que la veas como una traidora. Ian Doyle está jugando contigo, y lo estás dejando ganar. 

La tensión en la sala alcanzó su punto máximo cuando ambos parecieron estar a punto de perder el control. Rossi, que había estado observando en silencio, se movió rápidamente entre ellos, colocando una mano firme en el pecho de Aaron y otra en el brazo de JJ. 

—¡Ya basta! —gruñó, su tono autoritario apagando momentáneamente la discusión. Miró a Aaron primero—. Esto no nos lleva a ninguna parte, Aaron. Estás hablando desde el dolor, no desde la lógica. Y tú, JJ —dijo, girándose hacia ella—, necesitas calmarte antes de decir algo que no puedas retractar. 

NO SOY ELLA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora