Capitulo I (parte 8)

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De forma inesperada, los cuervos se agruparon, formando una nube negra y densa que, en cuestión de segundos, se desintegró ante los ojos de Nick.

Sin entender nada, Nick, aún atónito, comenzó a cuestionarse si lo ocurrido no sería más que una alucinación, quizás un efecto residual de la hipnosis a la que se había sometido el día anterior. Sin embargo, la extraña aparición de aquella bandada de cuervos y su súbita dispersión lo habían dejado profundamente inquieto.

A medida que la oscura nube se desvanecía, Nick distinguió algo imposible frente a él: el cuerpo de un hombre, tendido a solo unos pasos de la gobernación de Wuspell. Al acercarse, no logró ver sus facciones con claridad, pero, con cautela, utilizó el pie para girar el cuerpo y revelarle el rostro. Al descubrir quién era, una conmoción lo sacudió: el cadáver pertenecía al gobernador Peterson, un hombre querido en Wuspell, famoso por su dedicación a los hogares de ancianos y niños y por haber financiado mejoras en las urgencias del hospital local.

Con creciente preocupación, Nick se inclinó para comprobar si quedaba algún signo de vida en el gobernador. Sin embargo, cuando intentó percibir su respiración, comprendió que ya era demasiado tarde. Las señales de un fuerte traumatismo en la cabeza sugerían un golpe violento, e inevitablemente pensó en un posible asesinato.

Sin perder más tiempo, Nick comenzó a fotografiar el cuerpo. Atraídas por el inusual espectáculo, algunas personas que pasaban por la calle se acercaron, primero con cautela, luego con horror. Una multitud se fue congregando lentamente, sus miradas fijas en el cuerpo inmóvil del gobernador, el hombre más respetado de Wuspell, conocido no solo por su trabajo en el ámbito social, sino también por su devoción cristiana, asistiendo cada domingo a misa junto a su familia.

Los murmullos se alzaban entre la multitud, cada vez más densos, hasta que una sola pregunta logró sobreponerse al murmullo:

—¿Quién pudo hacer semejante atrocidad?

Nick se dio cuenta de que, sin quererlo, tenía una primicia entre manos, y que ningún otro reportero había llegado a la escena aún. Minutos después, una ambulancia atravesó la multitud, seguida de la policía, que intentaba despejar el área para retirar el cuerpo y restablecer el orden.

La Senda de las Almas, El Espejo Astral.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora