La Senda de las Almas, El Espejo Astral.

Capitulo II Parte 3

Nick anotó cada palabra que el detective dijo. Luego, pidió una dirección para localizar a la mujer, pero, para su mala fortuna, Ferrer no tenía pistas sobre su paradero.

Intrigado por el misterio, decidió escribir un reportaje sobre el enigmático héroe. Se encontraba ahora con dos casos sin resolver: el primero, un posible asesinato; el segundo, el héroe enmascarado.

Fue entonces cuando notó que tenía en sus manos la posibilidad de publicar un segundo reportaje que cautivaría a la audiencia. Lo más intrigante era el nexo que unía ambos casos.

Ya de madrugada, Nick salió de la comisaría en dirección a un motel cercano. Decidió pedir una habitación y aprovechar el momento para anotar en su libreta los puntos clave del reportaje que presentaría en el periódico.

Mientras escribía acostado, en un estado de calma, una voz irrumpió en su mente sin previo aviso.

—Nick, debes enfrentar tus miedos. Solo así te conocerás y valorarás como persona.

Sintió un dolor creciente en la cabeza, que se intensificaba hasta que finalmente perdió el conocimiento, cayendo inconsciente en la cama.

MIÉRCOLES

Despertó al día siguiente, confuso y con una fuerte jaqueca, como si su cabeza estuviera perforada por agujas que atravesaban desde la nuca hasta la frente. Se levantó y decidió darse un baño en la bañera del motel. Mientras el agua corría, recordó lo sucedido la noche anterior y se cuestionó qué había ocurrido en verdad con Alice y su cita en el bar.

Su mente inocente no podía comprender por qué aquella mujer no lo había llevado a un hospital o a un lugar seguro. La única manera de obtener respuestas era hablar con ella en la oficina del diario El Suceso.

Tras varios minutos en la bañera, se vistió para dirigirse al periódico y trabajar en su segundo reportaje, titulado "El héroe de la avenida Stanford", listo para ser redactado y publicado.

Una hora después

Nick caminó hacia el diario, cargado de energía y optimismo, listo para escribir el reportaje más importante de su carrera.

Al subir las escaleras, presintió que sería un día complicado. Se sentía inquieto ante la idea de enfrentar la verdad sobre Alice y descubrir qué había ocurrido después de la discusión. Al llegar a la oficina, se encontró con la desconcertante noticia de que Alice ya no trabajaba en el diario. Confundido, decidió acudir al director del periódico en busca de respuestas.