Cuando te conocí

28. El amor que me das

Louis despertó con un gran suspiro, hundió su nariz en el cabello del Alfa por unos segundos disfrutando de la calma y alegría que le transmitía sentirse rodeado del delicioso aroma a café y vainilla que inundo sus pulmones de inmediato haciendo que su Omega ronroneara relajado.

Suavemente se alejó y por fin se animó a abrir un ojo para verificar que el reloj al lado de la cama marcaba las 5:30 am, estaba orgulloso de que cada vez se le hacía más fácil despertar por si solo antes de que sonara la alarma, se estiro haciendo tronar su espalda y con un silencioso gruñido por fin se levanto, de puntillas se dirigió al baño para usarlo.

Un poco más alerta apagó el reloj y busco una camiseta del Alfa para cubrirse antes de bajar con dirección a la cocina, aunque era muy temprano para que ni Zayn o Liam estuvieran despiertos.

Nunca había sido una persona que disfrutara de las mañanas, era más bien alguien nocturno pero por Harry estaba más que feliz de hacer el esfuerzo.

Se apresuro en preparar algunas tostadas con mermelada, un par de tazas calientes del té preferido de ambos y un vaso grande con agua, con mucho cuidado llevó la bandeja hacia la habitación y la dejo sobre el escritorio mientras buscaba en el primer cajón de la cómoda las medicinas que le tocaba tomar a Harry a esa hora.

Luego de verificar cuidadosamente dos veces de tener las pastillas y dosis correctas  se dirigió hacia la cama.

Apoyo la bandeja sobre la mesa de noche del lado de Harry y sonrió al notar el semblante relajado con el que dormía, se inclinó y beso con mucho amor uno de los parpados del Alfa antes de llevar sus labios hacia su oreja.

- Alfa despiértate ... ya es casi la hora de tus medicinas ... - anunció pero solo obtuvo algunos quejidos de respuesta, se rio y volvió a besar esta vez su nariz, su mejilla y finalmente sus labios - vamos perezoso despiértate ... será solo por un momento ¿si? ... -

Los grandes ojos esmeraldas del Alfa se abrieron y con un puchero se quejo ... - Lou todavía tengo sueño - gimoteo tratando de cubrir su rostro - cinco minutos más por favor -

Louis rio volviéndolo a besarlo, cada mañana se sentía agradecido por volver a ver la hermosa mirada de su Alfa, ahora valoraba hasta la más mínima de sus interacciones.

Ya habían pasado exactamente dos meses y medio desde que Harry abandono el hospital, la recuperación había sido un proceso largo y complicado, tal como se los había advertido Jane.

Habían días buenos en los que el Alfa amanecía bien, tanto que podía llevar su vida casi con normalidad incluso yendo a clases, pero también habían días malos donde el dolor de cabeza, mareos, náuseas y la baja energía que experimentaba lo afectaban tanto que le costaba siquiera levantarse de la cama, en esos días Louis estaba ahí a su lado, con paciencia y amor listo para mimarlo y ayudarlo cuanto lo necesitara.

Con todo y todo Jane y los otros doctores seguían mostrándose positivos y hasta sorprendidos con la rápida evolución del Alfa.

- Ya lo sé ... pero tienes que tomar tu medicina ... - explicó calmadamente

- Esta bien - respondió levantándose con un suave quejido para sentarse apoyando su espalda en la cabecera - pero no quiero comer aún - se quejo cuando Louis le alcanzó una tostada

- Ya sabes lo que dice Jane ... no puedes tomar las medicinas con el estomago vacío - explicó a pesar de que era algo que el Alfa sabía muy bien - solo un poquito ... ¿esta bien?

Harry asintió antes de dar una gran mordida a la tostada.

- Gracias Lou - dijo atrayendo su mano a sus labios para besarla luego de terminar el ligero desayuno y beberse todo el vaso de agua con sus pastillas