Extra

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Jungkook

Pensaba que el carácter de Jimin ya era muy fuerte, hasta el día que me enteré que esperábamos un cachorro...

Tenía un mes que la empresa exportadora se había empezado a expandir, así que había tenido mucho trabajo, Jimin daba clases de coreano en una escuela de la zona, era un trabajo que lo mantenía ocupado, así no estaba todo el tipo estresado.

Ese día llegué a casa como siempre, pero toda la casa tenía su aroma muy marcado, pensé en su celo y se me hizo agua la boca, hasta que noté que había alguna ropa tirada cerca de nuestra habitación.

—¿Jimin?

Escuché un gruñido y lo vi salí de entre la cama que tenía una montaña de ropa.

—¡Vete!

—¿Qué pasa amor?

—Te juro que si te acercas dos pasos más te arranco la garganta.

Su rostro era entre la furia y la tristeza, lo observé un segundo sin moverme, traía una de mis camisas puestas, su cabello era una especie de huracán, pero lucía delicioso y tierno.

—Me iré a la sala, pero estoy seguro que no he hecho nada.

Salí de la habitación, primero busqué algo para comer y de ahí me fui a ver la televisión un rato, no quería tocarle los nervios a Jimin, la última vez me disparó rozando mi oreja y sé que su puntería en perfecta.

De rato lo vi caminar de manera cautelosa hacia mí, seguía solo con esa camisa, me quedé quieto hasta que llegó hasta enfrente de mí.

—Estoy muy triste.

Fue lo que dijo y luego se subió en mis piernas, lo abrace por la cintura y el hundió su pequeña nariz en mi cuello.

—No sé qué me pasa —dijo mientras acariciaba mi pecho — solo quiero oler a ti, me estreso si no te veo, pero no quiero que te metas a la habitación.

—¿Tu celo?

—No, de hecho, no ha llegado.

Entonces los dos nos quedamos sin decir nada, lo separe un poco de mí.

—Iré a la farmacia.

—¡no se te ocurra dejarme!

—¿Y cómo quieres que salgamos de la duda?

—No debe de haber duda, la marca me arde cuando no estás, saque toda tu ropa para ponerla en la cama, y siento que si me dejas no vas a volver.

Entonces se puso a llorar de una manera tan intensa que me dolía el corazón, al mismo tiempo estaba muy feliz porque tendríamos un pequeño cachorro.

Le tuve que mandar mensaje a uno de mis trabajadores para que me trajera la prueba casera, además de avisar que esta semana trabajaría desde casa.

—Señor Jeon —Julián entro con cautela a la casa.

—¡Jimin espera!

Dios dos disparos, logre moverlo para que Julián no resultara herido.

"Esci da casa mia, animale puzzolente."

—Vete antes de que pase algo más.

Julián asintió dejo la bolsa de la farmacia y la comida que le pedí y salió corriendo de la casa, lo bueno es que es de confianza.

—Tu glock se ira a la caja fuerte.

Le quite la pistola de las manos y de nuevo se puso a llorar haciendo una rabieta en el suelo como pequeño al que le han quitado su juguete favorito.

—¡No me amas! —gimoteo —sin mi glock ¿Cómo quieres que cuide a nuestro cachorro? ¿Qué tal si alguien le hace daño?

Sus palabras eran un poco ciertas, teníamos poco siendo algo confiados viviendo aquí, su instinto protector se veía reflejado en la rabieta.

—Te prometo que nadie le hará daño a nuestro cachorro, estamos bien amor, y seguiremos así.

—¿Lo prometes?

—Por mi vida.

Hicimos la prueba solo para confirmar, yo me quede viendo el resultado positivo como por dos horas mientras Jimin dormía en mis brazos. Jamás pensé que todo esto lo tendría algún día, menos que me llegaría a enamorar de una manera tan intensa.

Los siguientes meses fueron algo complicados, las visitas del médico siempre tenían que ser en casa, pues Jimin en realidad era muy hostil. Lo tenía que dormir en mis brazos para que el medico pudiera tomar los signos vitales, además de atarlo a la cama para los ultrasonidos que una vez viendo a nuestro cachorro en la pantalla se calmaba.

Pero había algo que si amaba de sus cambios de humor.

—¿Estás cansado?

Sus manos estaban sobre mi abdomen mientras subía y baja sobre mi miembro.

—No.

Eso decía, pero era su quinto orgasmo, no sabía cuándo parar, sin mencionar que me dejaría seco.

—Déjame te ayudo un poco.

Me giré con él, abrí sus piernas y me hundí de nuevo, mis caderas se movían pausadamente.

—Más rápido Jeon, que no me voy a romper.

Me apoye en la cama para embestirlo con más fuerza, su vientre ya estaba abultado y me daba miedo dañarlo, aunque el juraba que todo estaría bien. Empecé a sentir como me apretaba casa vez más en su interior.

—¡Jungkook!

Su gemido fue lo que me faltaba para poderme terminar y caer rendido a su lado, la sala era un desastre, pues aun no podía dormir en mi propia cama, no entendía eso del nido, si todo está hecho con mis cosas, debería dejar que me acerque, pero para Jimin era como un templo ese lugar y en el cual se quedaba mientras regresaba del trabajo.

—¿Has pensado un nombre para el cachorro?

Miré su vientre y me acosté encima de este, acariciaba las curvas que se creaban, mientras su respiración se calmaba.

—Creo que tú le pondrás el nombre, no quiero entrar en conflictos, menos viendo cómo te pones mientras estas en cinta, si no me matas mientras duermo, me mataras con sexo, y aunque la segunda opción sería agradable, planeo ver a mi cachorro correr al menos.

Su risa era música para mis oídos.

—Seung.

—¿Y si es hembra?

—No lo será, sé que es un varón, así que el nombre esta elegido.

—Espero que se parezca mucho a ti, será el cachorro más hermoso del universo.




Llegue muy sensible del cine y queria dejarles este pequeño detalle TwT, amo a los omegas y sus nidos...

Atrapados (Kookmin/ Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora