Pequeños placeres

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Jimin

Esto es un asco.

Es tedioso

Aburrido.

¡No tengo nada que hacer!

Desde que llegué a esta casa, el señor Jeon se encargó de decirles a todo que yo no soy un empleado y que no tenía permitido involucrarme con ellos, no me deja entrenar con nadie, persona que llegue a tocarme un cabello, persona que rodará su cabeza, la única que no tiene miedo de desafiarme es Lorain pero la verdad no es tan divertido.

Eunji es mi amiga a escondidas en la semana que tengo aquí, me trae comida poco saludable, además me hace postres para comer en la habitación en lo que me aburro viendo películas.

El señor Jeon ha estado afuera la mayor parte de tiempo, así que tampoco me ha tocado demasiado.

¿Si ya no le sirvo para que me tiene aquí?

Debería de dejarme ir y ya, pero no lo hace, solo me marca para decirme.

No llegaré a dormir.

Me cuelga y yo debo seguir aquí, sin nada que hacer. Al menos me consiguió el saco de boxeo que le pedí. Es lo más que he pedido, la verdad no he tratado de tener nada más.

Es la tercer noche que duermo solo, no puedo hablar con Momo ni Jackson todavía.

Te lo debes ganar.

¿Cómo coño lo hago? Se supone que solo me tiene aquí para follarme, pero ¿Cómo follo con él si no está en casa? Ya no tengo idea de mi propósito en esta casa.

Esta noche me desvele un poco me comí una barra de chocolate mientras veía un a película, así que me dormí sin darme cuenta. Escuché que entraron en la habitación en la madrugada, podré dormir profundamente pero mi insisto siempre está alerta.

—Te llamo mañana.

Me relaje un poco al escuchar la voz del señor Jeon, sentí como subió a la cama y jalo la sábana con la que me cubría, poco después sentí sus manos por mis muslos hasta que sus labios ya estaban atacando mi cuello.

—Minnie despierta necesito de ti.

Lo siguiente que pasó fue unir nuestras bocas en un beso intenso, rodee su espalda con mis manos y enrede su cadera con mis piernas.

—Hueles a pólvora.

No mentía, su aroma estaba mezclado entre el tabaco y la pólvora, sus dedos en mis muslos también estaban algo ásperos.

—Iré a darme un baño, espéreme aquí.

—No me molesta, me excita un poco.

Creo que era el chocolate hablando en mi sistema, le di un beso de vuelta, se separó de mi y me tomo en brazos.

—Vamos a la tina juntos.

 Me llevo hasta el baño y me dejó en la taza, se puso a preparar todo, yo estaba atento a lo que hacía, su ropa estaba algo dañada, cuando empezó a quitarsela  frente mío note que sus nudillos estaban rojos y con residuos de sangre, en definitiva había estado metido en algo violento.

Me levanté de la taza y saque el botiquín que había en el baño.

—¿Qué haces?

—Voy a curar tus manos.

—No te pedí que lo hicieras.

—Me importa un carajo.

Sonrió y se metió a la tina sin esperar que yo alistará el botiquín, deje la cajita en el lavabo, en verdad me irrita que ni en esto me deje ayudar.

Atrapados (Kookmin/ Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora