XIII: TAKE CARE OF YOU

119 33 5
                                    


Rosa amarilla. 

Caminaba junto a Koko a buscar a mi Takemichi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Caminaba junto a Koko a buscar a mi Takemichi. Aunque le había insistido un millón de veces de que no era una buena idea que me acompañara, nunca se despegó de mí. A veces era un poco molesto lo terco que podría ser. 

— ¿Pues dónde demonios vive tu amigo? Llevamos caminando como tres horas y nada que llegamos.

— ¿Yo te pedí que vinieras? — Él sólo rodó los ojos.— Se supone que era por aquí, o al menos así recuerdo. 

Siendo sincero, había olvidado por completo el camino a casa de Takemichi, pero si lo admitía en ese momento Koko era capaz de agarrarme a golpes ahí mismo. 

— ¿Por qué presiento que en realidad no sabes donde queda su casa y estamos perdidos? 

Tenía un punto, pero aun así no estaba dispuesto a darle la razón, ni mucho menos aguantar sus berrinches. Yo no lo había obligado a venir conmigo, él fue quien insistió con eso.

 — Presientes bien...— Lo dije en voz baja.

Giramos en uno de los callejones, no había salida. En ese momento había un grupo de chicos en uno de los extremos, parecían estar golpeando a alguien con muchas ganas. 

Quise acercarme más pero Koko me tomó del brazo impidiendo que lo hiciera.

— ¿Qué haces? ¡Nos meteremos en problemas! 

— ¿Y a mi qué? Parece un niño la persona que están golpeando, no puedo quedarme aquí tranquilo. 

— No nos incumbe, Haruchiyo. 

Dejé de mirarlo cuando reconocí su voz. No sé cómo explicarlo, fueron demasiadas emociones a la vez, incluso una parte de mí sé encontraba igual de sorprendido por mi actuar.

Alcanzaba a ver su cabellera negra entre la multitud, siendo golpeado y pisoteado por ese grupo de idiotas.

Koko seguía tras de mí pidiéndome el devolvernos, pero no podía permitirme el no hacer nada, no cuando se trataba de Takemichi.

— ¡Dejénlo, bola de bastardos!

No sé en que momento ocurrió todo, el primer golpe que lancé dio de lleno en el rostro de uno de tantos, no sabía quiénes eran y tampoco me importaban sus nombres.

Habían lastimado a Takemichi, no estaba pensando.

— Demonios, Sanzu, ¡estás loco!

La voz de Koko fue lo último que escuché antes de caer al suelo por despreocupado.

— ¡Sanzu-kun! ¡¿Estás bien?!

Miré hacia mi costado, ahí se encontraba él. No sería la primera vez que lo veía llorando, pero empezaba a odiarlo.

Su rostro se veía demasiado herido, lleno de golpes cubiertos de tierra, pero podía ver la preocupación que estaba sintiendo por mi.

Fue tierno.

— Levántate, imbécil, ¡La policía viene!

Koko me tomó de la parte trasera del cuello de mi camisa, obligándome a levantarme.

Me había perdido por un momento en Takemichi, no sabía cuando se habían ido ni cuando se escuchó la sirena de un policial.

Tomé al chico del brazo arrastrándolo junto a mi, sé que Hajime me estaba viendo raro en ese momento pero se lo explicaría luego.

— Sanzu-kun...

Sin parar de correr, lo regresé a ver.

Se había hecho un hábito el correr tomados de la mano por las calles de Tokio.

— Gracias por defenderme.— Me dijo entre agitados.

Sólo me limité a sonreír, notando que ya no se escuchaba en absoluto la policía cerca. Koko seguía con sus ojos clavados en mí, pidiendo una explicación silenciosa.

— ¿Ustedes se conocen?

— Él es Takemichi, Koko.

— ¡¿Qué?!

Takemichi se notaba avergonzado y yo conocía a Kokonoi, debía asegurarme que nada estúpido saliera de su boca.

— ¿Por qué te hicieron esto?

Me acerqué a él mirando más de cerca los golpes en su cara, una de sus mejillas empezaría a inflamarse si no la trataba ahora.

— N-No lo s-sé, Sanzu-kun... Yo sólo salí un momento y me los encontré en el camino.

Sus ojos amenazaban con derramar lágrimas. El océano se encontraba en ellos.

— ¿Siempre te molestan? — Miré a Koko sorprendido, era extraño que se preocupara por desconocidos.

Takemichi no lo afirmó pero tampoco lo negó. Su silencio era muy desesperante.

— Está bien, Takemichi, no importa lo que haya sucedido, no volverá a ocurrir.

Él sólo agachó su cabeza, como si quisiera ocultar su llorar.

Acaricié su cabello, necesitaba hacerle saber de alguna forma que estaba a su lado.

— Voy a protegerte.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Publicando a las 2 am porque insomnio. Cuídense<3

Flores en el Jardín [SanTake] Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora