PROLOGUE: SAVE YOU

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Lirio de agua.

— ¡¿Qué crees qué haces?! 

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— ¡¿Qué crees qué haces?! 

No sé en qué estaba pensando mi cabeza en ese momento, sólo sé que moví mis pies y corrí hacia él, lo tomó por la cintura y evité que cayera al vacío. Sus pies estaban volando en la nada y yo no estaba en la mejor condición de resistencia física para aguantar su peso por mucho tiempo, así que me costó esfuerzo regresarlo al asfalto.

No me dejaba ver su rostro, aunque intentara hacerlo. Él estaba llorando, podía escucharlo. 

Busqué con la mirada si habían personas cercas a nosotros, no había nadie. Era muy tarde, casi en la madrugada, si yo no hubiese estado presente en ese instante, probablemente él ya habría muerto. 

¿Qué se supone qué debería hacer en un momento cómo este? No es como si me preocupara mucho lo que sucediera con los desconocidos de la calle, pero, esta vez mi cuerpo había actuado antes que mi mente. Hice lo que creí que sería correcto.

— Oye... — Intenté tocar su cabeza pero él la movió, alejándose de mi mano enseguida.— ¿Por qué ibas a suicidarte? 

Sé que fui muy rudo con él. Recuerdo que en ese momento su cabello era negro, del mismo color del cielo. Pero, cuando al fin me miró directamente a los ojos, sabía que había algo especial en él. Supe que debía mantenerme a su lado, aunque en ese momento no lo descifré. 

— ¿Cómo te llamas? 

Él no me respondió. Sabía que tenía miedo, se notaba en sus ojos y en la reacción de su cuerpo; sin embargo, yo nunca pensé en eso hasta después de un tiempo. Sólo tenía quince años, no sabía como lidiar con una persona en ese estado. Con un niño como yo, en ese estado. 

— ¿Eres mudo? ¿Sordo? ¿Hablas por señas? — Sí, sé que era ridículo, quería que me hablara y entender que estaba sucediendo. 

— Takemichi, me llamo Tak... T-Takemichi.  

Takemichi es lo único que pude escuchar salir de su boca. Hablaba demasiado bajo, y el que llorara lo empeoraba. 

— ¿Qué edad tienes? 

— Catorce.— Sólo asentí.

— ¿Tienes a dónde ir? ¿Qué pasó con tus papás? ¿Vives en la calle? ¿Por qué querías morir? 

Nunca pensé en el como se sentiría con mis preguntas, sólo estaba curioso por él, sólo que no era el momento para hacerlo y tardé mucho en darme cuenta de mi error.

— Mi papá me echó de la casa. 

¿Qué? Fruncí el ceño, no sé cómo se vería mi rostro en ese momento pero de alguna forma me llegué a enojar. Se supone que los padres son el confort de sus hijos, un mundo comprensible y afectuoso, ¿por qué ellos mismo se encargarían de echarte a la calle a una hora que probablemente seas la primer víctima de un maldito maniático? 

Es algo que me costó entender, pero lo hice con el pasar del tiempo. 

— ¿Quieres ir a mi casa? Sólo vivo con mi hermano mayor, sería muy malo de mi parte que te abandone aquí a tu suerte.  

Sé que estaba desconfiando de mis palabras, pero era lo único que podía hacer por él esa noche. Ya había evitado su muerte, mínimo debería acabar lo que empecé, ¿no? 

— Puedo irte a dejar a tu casa cuando el sol se ponga, ¿Qué dices? no voy a hacerte daño.

Le extendí mi mano, Takemichi la tomó aún dudoso y lo ayudé a levantarse del suelo. 

No había forma de que confiara en mí, un desconocido que lo invitaba a pasar la noche en su casa la misma noche en que lo conoció.

Nunca creí que, ese momento en el que sólo había salido a perder el tiempo con mi soledad, empezaría lo que ahora fue, mi perdición. 

 

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Nuevo proyecto<3

Flores en el Jardín [SanTake] Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora