CAPITULO 3. DOLOROSA VERDAD

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Al día siguiente y como cada día se despertó se duchó y preparo su desayuno, miró su celular al escucharlo sonar, era una más de tantas llamadas y mensajes recibido de su padre que no contestaba.

Sonó el chillón timbre que tenía, y se dispuso a abrir, jamás se imaginó ver a sus padres parado frente a la puerta de su pequeño departamento.

Los miró con indiferencia y se apartó para que pasarán.

—  ¡Hijo mio! — Dijo su madre abrazando lo y dando un beso en la frente, Donatello respondió a su madre, de la misma forma.

Su padre miró el lugar donde vivía su hijo, sintió estrujar su corazón por que sintió que lo llevó a su hijo a los extremos se arrepentía de lo que le hizo y más después de enterarse que su nieto estaba fuera de su radar.

— Hijo, vamos a encontrar a mi nieto. — Expreso con pesar, y poniendo su mano en el hombro de Donatello.

— ¿Mi nieto? ¿De que nieto hablas papá? ¿Estás diciendo mío sólo por qué la prueba dio positivo?

— Hijo .
Sus palabras fueron interrumpidas por un Donatello furioso.

— ¡No papá! No, déjame que yo encontraré a mi hijo. Tú no tienes nieto, yo no necesite de una prueba para saber que era mi hijo.
Tomó sus cosas y salió dejándolos ahí casi con la palabra en la boca.

Los días pasaron convirtiéndose en meses, luego en años. Dos años habían pasado, dos años donde los días pasaban sin novedad, tenía el dinero suficiente para buscar a su hijo y así lo encontró .

Un año más pasó, tenía ya una mejor posición económica había comprado una mansión en la zona más exclusivo al norte de Roma, Pinciano Parioli.
Volver a Roma era empezar nuevamente.

Mientras a mil veintiocho kilómetros de distancia Kiara y Rómulo festejaban el cumpleaños número tres del pequeño Salvatore, era una pequeña reunión entre ella su padre, su hijo y los amigos de él Tiago Fernández, Axel Ulloa, Julián Casas y Jisso Koralai Sánchez la mejor amiga de su hijo. Hija de Álvaro Sánchez.

— ¿Feliz mi nieto? — Preguntó Rómulo tomando en sus brazos a Salvatore .

  — Si abuelo, estoy feliz con mi fiesta. — Respondió el pequeño.

Lo dejo con sus amigos y fue donde estaba Kiara, se veía muy contenta en compañía de Álvaro.
— !Hija!. — llamó su atención
— Dime papá. — llamó tu asistente recordándote el viaje de mañana.
-- Si papá. No lo olvidé, iré a Madrid a concretar ese negoció.

— Yo te acompaño, como gerente de marketing iré.

— Por supuesto que me acompañaras Álvaro.

Y así pasaron cuatro años, la vida de Kiara era el trabajo, su hijo, su padre y reuniones del trabajo.
No tenía vida social, no tenía amigas se negó a sentir y a aceptar el amor de un hombre. Álvaro

Su hijo tenía siete años y era una versión de Donatello en miniatura. Sus ojos negros, su piel blanca, amaba a su hijo. Le recordaba al hombre que amó sin ser correspondida y que llevaría en lo más profundo de su corazón guardado por siempre.

— Mamá. ¿ Donde está mi papá? —  Esa pregunta dejo a Kiara fuera de sí, sabía que ese día llegaría, estaba preparada para las preguntas que haría su hijo,
— Hijo.  ¿sabes que te amo?
— Si mamá, lo sé y lo siento. Pero responde me ¿ Donde está mi padre? Todos tienen uno. Por qué es mi abuelo el que está presente en mis actos que es de padres.— Esa pregunta le destrozó el corazón a Kiara

— Por que es mi padre, y te ama. — Respondió a medias, sabia que no era suficiente para su hijo.

— Eso también lo sé mamá.
Kiara nunca imaginó lo difícil que sería decir esa verdad que la atormentaba cada día de su vida
— Hijo. Papá viaja mucho mi amor, y pronto vendrá.

La Novia Fugitiva Del CEO. ( Libro # 2 De La Saga, Cielos Eternos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora