La Novia Fugitiva Del CEO. ( Libro # 2 De La Saga, Cielos Eternos)

CAPÍTULO 33 MIS PEQUEÑOS.

Todos llegaron a la mansión de Santos Rodríguez, Donatello estaba ansioso por saber de sus hijos, Andy contó todo lo sucedido con Kiara y el tiempo que estuvo en el hospital por la falta de las pintas de sangre que requería y no se consiguieron.
Rómulo no podía creer que su hija estuvo a punto de morir, el era uno de las poquísimas personas que tenían el mismo tipo de sangre que Kiara ( RHNULL) se levantó de su asiento y caminó de un lado a otro.
¿Como era posible?
Ahora la búsqueda era dirigida a los pequeños. ¿Donde estarían en ese momento.?

Genevieve llegó como cada tarde del colegio fue directo a ver a los pequeños que eran cuidados por la niñera de turno, los tomo en brazos y jugó con ellos, trataba de que ellos se acercaran mucho a ella, la maldad de Genevieve no tenía limites.
- Pronto estarán en el lugar que les corresponden niñitos, pronto estarán en un verdadero hogar, un orfanato.
Una sonrisa maliciosa se firmó en sus labios, su maldad y sed de venganza hacia Kiara y Donatello no tenía limites.
Esa noche cuando los pequeños dormían los tomó en brazos y los subió a su auto, manejo tan rápido y llegó al lugar donde los dejaría, en las puertas de un orfanato y luego partiría a Alemania.
Y así lo hizo Ilay Vladimir Alexey Mikhail y Luba Anastasia, fueron abandonados en las puestas de un orfanato, Genevieve Koslov despidió a la niñera en turno, y desapareció del la ciudad sin dejar rastros, llegó al aeropuerto subió a un avión comercial y llegó a Berlín Alemania, después de eso viajó a Rusia, para estar un tiempo con sus padres, sacarles lo que pudiera para volver a Turquía, en busca de reconquistar a Emir Aksoy, para según ella empezar una nueva vida.

Los pequeños lloraban por la falta de su madre, tenían una semana recluidos en ese orfanato, los atendían pero era Ilay Vladimir quien siempre trataba de protegerlos,
Alexey Mikhail y Luba Anastasia eran muy unidos siempre eran los dos que se consolaban e Ilay Vladimir los protegía, a pesar de tener la misma edad, se sentía grande y protector, las noches eran eternas en esa soledad en donde los dejó su madre, eso era lo que sus pequeñas mentes procesan, sufrían la ausencia de esa que ellos creyeron su madre.

Donatello, Francesco, Rómulo, Salvatore y Andy se separaron por todo el país en busca de los pequeños.
Kiara ya sabía su verdadero nombre, sabía que Rómulo era su padre

Junto a Danielle, quien le ayudaba a recordar cada día, era lento el proceso y con pocos resultados, salían a buscar a los pequeños a los lugares de refugio orfanatos, cada día era una esperanza y cada llegada la noche sin éxito era la tristeza en sus rostros.

Los pequeños eran cuidados por una señora, era encargada de los tres por qué nunca se separaban.
Cada día eran más unidos sentían mucho temor de se separados.

Aquel día de diciembre día de Navidad, Andy cómo todos los años junto a Kiddy Larsson su pareja, era costumbre hacer un desfile de modas en beneficio de los orfanatos ese año les tocaría el turno al orfanato CORAZONES DULCES.
Todo estaba listo, las pasarelas las invitaciones Rómulo, Donatello y Salvatore estarían colaborando en todo al igual que Francesco y Natalia, era como redimirse ante Kiara y su hijo.

El evento empezaría como siempre, con el desfile de las modelos con Kiara de principal, el evento siguió su curso y al finalizar era el tiempo de la presentación de los pequeños, para recibir sus regalos.
Los chiquillos hicieron su gran presentación, en cada grupo era un disfraz diferente, cuando les tocó el turno a la princesa de navidad con sus caballeros Alexey Mikhail, Ilay Vladimir y Luba Anastasia pequeña hada de navidad.
Todos miraron a los pequeños, y más a Ilay Wladimir, la segunda hora de Alain Dailon, Danielle al verlo, miró a su hijo en brazos de su padre y miró al otro parado frente a ella, miró a Rómulo y.

- Es él Rómulo, es mi hijo. - Gritó muy emocionada Danielle al ver al gemelo de su hijo en las pasarelas.
- ¡Si! Es él, son ellos, mi hijo y mis nietos. - Dijo Rómulo muy emocionado.
Sin pérdida de tiempo Danielle y Rómulo se levantaron como impulsados por un resorte del lugar de sus asientos, ver la copia de Alain Dailon frente a ellos no les quedó duda de que ese era su otro gemelo, y los otros sus nietos, corrieron hacia los pequeños, Donatello Salvatore y Francesco fueron tras ellos, Natalia acompañó a Kiara, pues se había ganado su corazón.
Danielle se puso a su altura, acarició du rostro y luego a los otros, miró a Kiara que se acercó a paso lento.
- ¡Hola pequeño! Están muy lindos con esos trajes. - Habló Rómulo muy emocionado, Danielle no podía de la emoción, ver a su pequeño frente a ella era insuperable.
- ¡Hola señor! Muchas gracias mis hermanos y yo somos los príncipes de esta reina. - Dijo un caballeroso Ilay Vladimir.
- Somos hermanos y nunca nos separaremos. - Dijo un Alexey Mikhail.
- Claro que son hermanos y nadie los va a separar. - Expresó Donatello con voz melosa y un poco de tristeza.

Tomaron a los niños en brazos hicieron el resto de la presentación sin despegarse de ellos, hablaron con la superiora del refugio quien les contó cómo y cuándo llegaron los pequeños al sitio, hicieron los exámenes correspondientes de ADN y ya con los resultados, los llevaron a casa sus hijo y su mujer estaban nuevamente con él.
De vuelta a España, Andy y Kiddy decidieron acompañarlos, todo era una nebulosa en la mente de Kiara, cada lugar le resultaba como un sueño lejano, y borroso.
Donatello la miró observar cada detalle, cada lugar en completo silencio, se acercó a ella, la timo de la mano dejo un beso en ella.
La miró a los ojos, acarició su mejilla y le dijo en un susurro.

- Kiara me pasaría mi vida entera buscándote y siempre te encontraré, nunca podrás huir de mi, por qué siempre estaré en busca de tu amor.
Kiara lo miró, sintió paz a tenerlo cerca, pero sus recuerdos aún no llegaban.
- Lo siento, pero no recuerdo nada de nadie, sabía que tenía un hijo por que eso me dijeron, y me dediqué a buscar din saber dónde empezar, y jamás me imaginé que tuviera otros y me alegra saber que en lugar de uno tengo tres maravillosos hijos, pero quiero recordar, quiero saber lo que sucedió y por qué terminamos todos separados.
- Yo estaré contigo mi hermosa.
Kiara al escuchar esas palabras lo miró muy embelesada
- ¿Eres tu? Eres tú ¿Quien me dice hermosa?
- Si, siempre soy yo quien te dice lo hermosa que eres.
Intento acercarse a ella, pero dio un paso atrás, no podía ni sentía esa cercanía, aún no.

"¿Lo había olvidado? "
Ese pensamiento lo atormentaba cada día a Donatello, y cada día se propondría a conquistarla di no lo recordaba.

Los días transcurrieron era tiempo de volver a Andalucía, Kiara pidió a Andy y Kiddy acompañarla se sentía extraña a pesar de compartir con ellos, su memoria no lograba recordarlos, y mucho menos a Donatello, sentía una extraña sensación que no comprendia hacia él.

- Estás muy hermosa hoy. - Expresó con voz melosa.
- Gracias Donatello. - Respondió con indiferencia.
Eso le destrozaba el corazón a Donatello, saber que era su mujer y lo trataba así, y es que el destino se empeñó en separarlos por años y ahora era peor, por qué no lo recordaba.

El viaje a Andalucía fue tranquilo y sin contratiempo llegar a la hacienda fue un momento de mucha alegría para todos, ver a los bebés juntos era lo más placentero para Rómulo y Danielle, tenían a sus hijos y a sus nietos.
Los días pasaban Kiara era muy unida a Andy, Álvaro era alguien extraño para ella pero aún así le era agradable compartir con él, Salvatore vivía pendiente de ella, de cada cosa que necesitara.
- Madre, tengo listos los caballos para dar un paseo los dos, los enanos hoy se quedan con la abuela Danielle.
- No se montar hijo. - Esa expresión le salió tan natural, que Salvatore sintió que cada día recuperaba a su madre.
- No te preocupes madre, yo te enseño nuevamente.
Salieron rumbo a los prados cabalgando el aire fresco y el cálido clima de la primavera estaba en su máxima esplendor, eran días felices en familia.