CAPÍTULO 28 SECUESTRADOS.

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Llegaron al hospital y los médicos y enfermeras llegaron pronto
- ¡Una camilla! una camilla por favor.- Gritó el hombre, los médicos corrieron a su ayuda, y la trasladaron directo a quirófano.
- Otra camilla por favor, atrás viene otra con un bebé recién nacido.
Los médicos se prepararon a esperar, el hombre era impaciente mirando a la dirección y nunca llegó esa misteriosa camioneta.

Antes.
Donatello y Rómulo salieron a mirar a las áreas de crianza de los críos de cerditos, para luego pasar al área de producción del jamón ibérico.
La corporación había crecido mucho más con la exportación a muchos lugares donde Álvaro había buscado socios para expandirse .
Así pasaron la mañana y tarde en el recorrido de la hacienda.
- Todo esto lo manejará mi nieto, tu hijo Donatello, él es la prolongación de mi linaje aunque no lleve mi ADN.
Expresó un orgulloso Rómulo De la Rosa.
- ¿Y tus hijos con Danielle? Ellos querrán tener lo que por ley les corresponde.
- Ellos estarán bajo la tutela de su tío Salvatore.
- Te mereces ese nieto que criaste suegro, mi mujer tuvo mucha suerte de encontrarte en ese momento justo.
- Fui yo quien tuvo la suerte de coincidir con ellos aquel día, me gané una hija hermosa, maravillosa al igual que mi nieto maravilloso e inteligente. - Respondió Rómulo.
- Sufrí mucho imaginando donde y como estaban pasando. -Manifestó Donatello con un semblante de tristeza.
- Ella también sufrió mucho, fueron tiempos difíciles como te dije, pero gracias a Danielle y yo que supimos ayudarle a salir de esa depresión en la que estuvo por mucho tiempo.

Ya era parte de la media tarde, cuando decidieron volver a casa, el trayecto fue en completa calma y charlas triviales, llegaron y todo estaba en completa calma.
- Dali, ¿Donde está mi mujer? - Preguntó Rómulo.
- Las señoras salieron hace mucho tiempo y aún no regresan .
- ¿A dónde fueron? - Interrogó un preocupado Donatello.
- No lo sé señor solo me pidieron que les preparara muchas cosas para llevar comerían por allá llevaron una canasta de picnic.
Donatello al igual que Rómulo sintieron un frío recorrer su espina dorsal.
- Voy a buscarlas - Dijo un apurado Donatello, y seguido por un preocupado Rómulo. Ya casi anocheció y no tenían noticias de ellas.
Mientras en el hospital Daniella logró recobrar la razón luego de la cesárea de su otro pequeño, y fue entonces que recordó el nacimiento de su primer hijo.
- ¿Donde está mi hijo? - Gritó con mucha desesperación.
Los médicos trataron de calmarla y dormirla por lo alterada que estaba.
El hombre que la llevó dejó los datos para que al llegar el familiar se contacte con él, salió en busca de la camioneta que traería a la otra paciente.

Kiara no entendía por qué no estaba en el hospital, quien era esa mujer que la llevó a ese lugar tan deplorable para tener a sus hijos, y escuchaba a uno llorar, la confusión era tanta que su cabeza dolía, dolía tanto que se nublaba su visión.
Trató de mantenerse despierta y los dolores se intensificaron, pujó tan fuerte que de una salió su primer niño, sintió que fue arrancada de ella y el llanto se escuchó lejano, sentía golpes en la cara.
- No te duermas mujer, tienes otro chamaco que parir. - Escuchaba muy lejana esa voz
- Cuando te diga puja lo harás. ¿Me escuchas? Ahora puja, puja fuerte que tu hijo está por nacer, ayuda lo a llegar.
Kiara pujó tan fuerte y un grito desgarrador salió de ella, grito que se mezcló con el llanto del bebé que nacía y de los otros dos que lloraban.
La mujer tomó a la pequeña y la envolvió en una manta, se la entregó a Genevieve, dejó todo limpio y arreglado, cobró su dinero y salió del lugar.
Genevieve miró a esos chiquillos llorar, la niñas era la copia exacta de su padre, cabellos negros piel blanca.
Lloraban sintiendo el frío de esos brazos que no eran de su madre.
Kiara yacía inconsciente en esa cama, los bebés lloraban, Genevieve preparó todo para salir den ese lugar sombrío, colocó a los pequeños en la camioneta y como pudo arrastró a Kiara hasta el asiento trasero, la acomodó y salió de ahí sin antes prenderle fuego y dejar una pertenencia de Kiara en el lugar.
Las llamas consumieron el sitio, Genevieve manejó toda la noche desde Andalucía hasta Madrid, pues tenía que hacerlo despacio e ir parando de vez en cuando, y eso le quitó mucho tiempo.
Ya en Madrid empezaría a tramitar documentación falsa para registrar a los pequeños como suyos.
Kiara seguía inconsciente por la pérdida de mucha sangre.
Genevieve tardó no más de una semana en que su amigo y abogado de su padre le ayudara a obtener los documentos falsos, Kiara muy debilitada por la hemorragia era tratada en un centro de salud no muy reconocido.
- Familiares de la señora Perla Pointe.- Pregunto el galeno.
- En mi empleada, pero dígame cuando puedo llevarla. - Habló con acento ruso una pelinegra.
- La señora necesita pintas de sangre está muy débil y entró en shock, es urgente conseguir sangre de su tipo.
- La verdad no sé de su familia, llegó a buscar trabajo y estaba embarazada, por caridad le di empleo y ahora me tiene en estas, ahora está aquí, necesitando sangre, así que vean ustedes lo que harán con ella o si no me la llevo a otro centro de salud.
Genevieve expresó con tanto desdén, que les causó mala impresión a los médicos.
- Bueno, si sería muy conveniente el traslado de ella a un centro de salud con mejores equipos y donde puedan conseguir su tipo de sangre.
- Me la llevo entonces. - Dijo en tono severo.
- Será trasladada en ambulancia. - Le comunicó el médico, algo que a Genevieve no le gustó.
- ¡No! Me la llevo yo. - Expresó con premura, firmó el acta, todo lo que tenía que hacer y se la llevó de ahí.
Se abasteció de combustible y leche para los bebés y empezó su viaje.
Manejó nuevamente por mucho tiempo haciendo paradas para revisar a los pequeños, darles de comer, cambiarlos y mirar a la mujer que llevaba dormida.
Kiara estaba muy débil por la sangría intensa que tenía a causa del parto no tratado a tiempo.
Cada ves estaba más lejos de ser encontrada por su padre y el padre de sus hijos.
Kiara estaba desaparecida nuevamente, y esta vez en contra de su voluntad.

La Novia Fugitiva Del CEO. ( Libro # 2 De La Saga, Cielos Eternos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora