CAPÍTULO 9 REENCUENTRO.

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Los meses pasaron, Kiara con la ayuda profesional logró salir de su depresión, continuó nuevamente su vida, esta vez con la certeza que que jamás volvería a pisar suelo romano. Su vida en Italia pasaría al olvido, incluyendo al padre de su hijo.
Aun qué tuviera que confesar tan dolorosa verdad a su hijo, ya estaba y se sentía fuerte para enfrentar esa verdad ante él.
El pequeño Salvatore, siguió a su madre durante ese proceso, al igual que Rómulo.
— Abuelo, quiero ir a estudiar a Londres.
— ¿Nos abandonará siendo muy chico mi nieto?
— Nunca abuelo, nunca te abandonaría, eres mi abuelo, mi padre, aunque por mi sistema no tenga tu ADN aquí —  Dijo poniéndose la mano en el lado del corazón. Y continuó — Aquí eres mi abuelo, mi familia y te amo Abuelo.
Rómulo sintió su corazón estrujar se de la emoción, valió la pena aquel día acercarse a Kiara, ganó una hija y un nieto, una lágrima rebelde rodó por sus mejillas, Salvatore la enjugó y se unieron en un abrazo.
— Te amo, nieto mío.
— Gracias Abuelo, gracias por acoger a mi madre, por acogerme a mi.
— No me equivoqué al escoger a mi hija. — Expresó  Rómulo.
En ese momento, Kiara hizo acto de presencia en la oficina.
— ¿Y para mí no hay lugar en esa unión a ese abrazo?
Rómulo abrió sus brazos y se unieron en ese caluroso abrazo.

Pasaron los meses, era el tiempo del viaje de Salvatore a Londres realizaría sus estudios en la escuela de negocios Oxademy Bustiness Scholl, y a participar en los programas de posgrado de derechos en The university of law posgraduate programmes .

Se despidió de sus amigos, de su madre y su amado abuelo.

— Hijo mío, cuídate mucho, estamos a una llamada de distancia.
Expresó una madre con el corazón arrugado de la tristeza, su hijo se independizada siendo un niño de diez años de edad.
— Tranquila madre, estaré bien, solo estaré el tiempo necesario.
— Hijo, sabes qué cuentas conmigo, lo mío es tuyo, serás mi heredero. Llevarás mi legado. Si decides llevar el apellido de tu padre, no me importará.
— Nunca Abuelo, eso nunca pasará, siempre seré un De la Rosa. Salvatore De la Rosa.
Se despidió, caminó por el pasillo que lo llevaría al hangar de su propiedad, para subir a su jets que lo llevaría a su destino.

La vida de Donatello seguía en la rutina de siempre. Trabajo y búsqueda, el último informe fue más alentador, después que Kiara abandonó Roma, no fue muy precavida, dejando su información en el hotel le ayudaría a Donatello a saber de su paradero actual.
— Esto es lo que encontré en el hotel señor. — Dijo el detective entregando el informe.
Donatello leyó cada hoja de la carpeta.
— ¿En España? ¿Kiara está en España? Con razón nunca la encontré.
Llamó a su asistente.
— Lara prepárame un viaje a España, no sé cuánto tiempo estaré allá. Comunica me con Alex Marco, necesito ponerlo al día.
— Si señor, enseguida.
Donatello dejó a su socio y amigo al frente de la corporación, ARA   y viajó a España. Estaba seguro de que encontraría a su hijo y a Kiara.

Kiara despidió a su hijo, y mientras el avión de Salvatore levantaba el vuelo, otro aterrizaba llevando a bordo a su verdadero padre, el destino no los tenía para unirlos aún, no aún.

Kiara regresó del aeropuerto muy triste, pues era la primera vez que se separaba de su hijo. Estaría lejos mucho tiempo.

Donatello llegó a una de sus residencia en Madrid, empezaría la búsqueda ahí, le dio indicaciones al detective para que empezara lo más pronto posible, tenía urgencia por encontrar a su hijo y junto con él, Kiara.

Kiara siguió su ritmo como cada día, Álvaro Sánchez siempre al pendiente de ella.
— Hermosa, ya es hora. ¿Vamos?
— Deja, firmo este último contrato y no vamos, muero de hambre.
Firmó el último contrato arregló todo tomó sus pertenencias y salieron.

El camino al restaurante fue en una charla muy amena, y risas.

— Mi hermosa  ¿Como te has sentido este tiempo sin Salvatore?
— Que me falta la mitad de mi vida, es la primera vez que se aleja de mí. Y lo extraño tanto.
— Lo mismo me pasa con Jisso, es la primera vez que se aleja de mí.
— Bueno, somos dos entonces. — Carcajadas se escucharon como eco en el viento.
Álvaro tomó la mano de Kiara y la acercó a sus labios dio un beso en el dorso de su mano, justo en el momento en el que el destino nuevamente los ponía de frente.
Donatello y Genevieve Koslov, entrando al mismo restaurante donde ellos estaban. Kiara miró los profundos ojo de Donatello, esa mirada oscura que no supo descifrar.
Donatello caminó a paso firme para llegar a la mesa donde estaba uno de sus socios de España.
— Álvaro, un gusto volver a verte. — Saludó Donatello sin quitar la mirada de Kiara.
—  Mira te presento a la.  —  Sus palabras fueron interrumpidas por Kiara.
—  Soy su esposa. — Dijo Kiara mirando fijamente a Álvaro, como diciendo llévame la corriente.
— ¿Su esposa? — Pregunto Donatello algo incrédulo

— ¡Si! Donatello, mi esposa — Dijo sin quitar la mirada a Kiara.
—Mucho gusto, señora Sánchez.
—  Un gusto tenerlo aquí, señor Rinaldi.
Donatello tensó los dientes  tanto que se marcó su quijada. Miró fijamente a Kiara y.

—  Les presento a Genevieve Koslov, mi prometida.
La rostro de Genevieve era de una alegría oculta tras esa cara de inocente desconcertada.
Estaba pasando justo lo que deseaba, enterarse del viaje de Donatello fue lo mejor que le pudo pasar.
Lo seguiría hasta conquistar a ese escurridizo hombre frío y arrogante.
Kiara pasó la mirada por la joven a lado de Donatello, era hermosa y delicada. Lo que quiera tenía lejos de imaginar que esa hermosa chica en un futuro sería la dueña de sus peores momentos.
Álvaro estaba tan desconcertado con lo que sucedía y sin entender absolutamente nada.
¿Kiara lo estaba utilizando?
¿Quien era Donatello Rinaldi en la vida de Kiara?
Esas y muchas interrogantes daban vuelta en la cabeza de Álvaro.
El almuerzo pasó siendo un cruce de miradas, Kiara estaba en la incomodidad total, su cuerpo era tenso, su corazón lo podía escuchar perfectamente, sentía un mal sabor de boca. El hombre que siempre amó estaba nuevamente comprometido con otra mujer.

Donatello no estaba lejos de sentir lo mismo que Kiara, verla y saberla mujer de otro fue un golpe bajo.
Jamás se imaginó que sería su socio el hombre que lo alejaba de la madre de su hijo.

 — ¿Por que les dijiste que era tu prometida? Donatello.
— Es algo que no tienes por qué saber.
— ¡Me incluyes! ¿Y es algo que no tengo que saber?
Donatello la fulminó con la mirada.
— A todo esto ¿Que haces aquí, acaso me estás persiguiendo?.
El tono de voz de Donatello era ronco y frío, su rostro no tenía expresión, sus mirada siempre puesta en la pareja que sonreía con toda la intriga de saber mucho más de lo que se presenció.
Álvaro no sabía quién era Donatello Rinaldi en la vida de Kiara, Genevieve estaba descubriendo que era esa la mujer por la cual no la quiere cerca.

Andalucía, será el nuevo destino de las empresa ARA.

La Novia Fugitiva Del CEO. ( Libro # 2 De La Saga, Cielos Eternos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora