CAPÍTULO 7 DESAPARECIDA NUEVAMENTE.

395 36 0
                                    

Estar frente a Pierina después de tanto tiempo, verla bajando las escaleras, con ese porte y ese expresión  fría hizo que mi cuerpo se estremezca.

  — Tanto tempo, Kiara Rossi.
Dijo con un tono frío fuerte, que me heló la sangre.
  —  Pierina. —  las palabras se atragantaban en mi garganta, sentía mis piernas flaquear.

—¿ Cuanto tiempo? Kiara, pensé que no tendrías el valor de pararte frente a mi.
Esas palabras me carcome el alma. Si supiera que me falta valor, para decir todo lo que tenía en mente y no, no lo tengo. Casi en un susurro pronuncio.

— Pieri, Pierina, yo. Voy hablar sin rodeos. Yo estoy aquí para... yo vine a pedirte perdón. Perdóname por ser la peor de las amigas, yo sé que no lo merezco, pero sentía la necesidad de pedirte perdón, de querer olvidar....¡No! Olvidar no, jamás podre olvidar que fui ruin con nuestra amistad....de..

—  Kiara, tal vez ya te perdoné, no lo sé, no siento rencor hacia ti. Pero jamás podré verte como una amiga, eres desconocida para mí. — Sus palabras rompen en mil pedazos mi corazón.

— Pieri...

— ¡Para ti! Pierina, por favor, Pieri solo me dicen mis amigos. — Expresó en un tono de voz más alto.

Mis ojos van al piso, no lo creo, pero lo merezco, merezco cada palabra que me dice.

— Disculpa, Pierna, se que no tengo perdón pero aún así te pido que lo hagas, que me perdones. Eres feliz seguiste tu vida, no con Alessandro pero lo eres con el hombre con el que te casaste, y créeme me alegra mucho saber que no te quedaste, que seguiste. ¡Perdóname!  Sé que dañé nuestra amistad.

— No la dañaste Kiara, la mataste, lo que hiciste fue algo tan bajo, tan ruin, es lo que espera de un enemigo, no de una hermana, eso eras para mí. ¿Sabes lo irónico de todo esto? Y es que con tu accionar me alejaste del hombre que creí amar, pero lo que en realidad hiciste fue sacarlo de mi camino por qué no dejaba que el verdadero se acerque a mi.

—  Eres feliz, se feliz te lo mereces — Expresó Kiara con voz quebrada..

—  Lo soy gracias a tu traición Kiara Rossi, y no sé si pueda perdonar, por qué olvidar no podré jamás. — Habló Pierina sin inmutarse.

—  Perdón por ti, perdón por Alessandro, perdón por todos. — Expresó con lágrimas en los ojos Kiara.

— Perdón por mi, por qué no puedo seguir con esto  y créeme jamás pensé en las consecuencias, cuando trate de detenerlo, ya no pude, se salió de control. - Hablo mirándola a los ojos, tenía un grito silencio.en su alma, diciendo créeme que estoy arrepentida, pero sabía que era inútil si lo decía. Pierina D'Alessio no creería jamás en su arrepentimiento.
— Jamás lo sabré Kiara Rossi, jamás sabré la razón que tuviste para darme esa puñalada en mi espalda.

—Pierina yo.. — Mis palabras las detuvo una voz fría y llena de rencor.

— No hay vuelta de hoja Kiara Rossi, eres una extraña para mí.

— Perdóname. - Pronunció con lágrimas en los ojos.
—  Perdón.

Dije tomando mi cartera levantando me del sillón frente al escritorio, caminé hacia la puerta y.. Pierina me detuvo.

— Kiara, gracias — Kiara dibujo una débil sonrisa en sus labios, pensó que su arrepentimiento lo sentía su amiga, nunca se imaginó lo que escucharía.

—Gracias por enseñarme el lado oscuro y dañino de la amistad.

Sintió como si le dieron un puñetazo en el estómago, esas palabras destruyeron la agonizante esperanza de recuperar, talvez restaurar esa amistad.

"Adiós amiga mía, jamás volveré a cruzarme en tu camino, se feliz te lo mereces" — Pensó sintiéndose más  miserables de lo que se había sentido todos estos años.

Una lágrima caliente rodó por sus mejillas, la miró apretó sus labios haciendo una fina linia en ellos.

— ¡Adiós!

— Kiara Rossi, haz lo correcto.

Di una última mirada y salí con el alma arrastrando por el piso y el corazón roto.

 " Esperaba todo esto de Pierina, nunca imaginé otro escenario, pero me dolió, dolió escucharla, me lo merecía por todo este desastre que hice hace años. Me lo merezco. " Sus pensamientos o talvez conciencia le recriminaba.

Llamó para que le prepararán su jets, volvería a desaparecer del radar de todos, olvidando la cita pendiente con Donatello

Chemo manejó directo al aeropuerto estacionó el  carro y se dirigió al hangar junto a Kiara que iba en un silencio sepulcral, tomó su teléfono envío mensajes. Y media hora después, todo rastro de su estadía en Roma era eliminada.

Kiara desapareció de la vida de todos nuevamente. Al menos eso era lo que ella quería creer.

****
Donatello, reservó en exclusiva el restaurante lo decoró con rosas blancas y un hermoso ramo de color rojas.
Se duchó par luego meterse en un traje hecho a medida color gris oscuro
Listo, bajó tomó sus llaves ya era la hora para ir a la cita con Kiara.

" Está vez no te me escapas Kiara, está vez sabré dónde encontrarte a ti y a mi hijo y esta vez te voy a conquistar."

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido del teléfono, miró la pantalla está reflejaba el nombre del detective.

 — ¡Dime!. — No esperaba la respuesta que le daría el detective.

— Señor Rinaldi, la señora Kiara se fue del país. — Un silencio reinó por un momento. ¿Cómo era posible que se fuera nuevamente sin decir nada?.

—  ¿Cómo que se fue? ¿A dónde? — Pregunto con premura.

— Lo que pude averiguar es que el jets no es de su propiedad, está a nombre de un Salvatore De la Rosa.

El mundo se estremeció bajo los pies de Donatello.
"¿Quien rayos era Salvatore De la Rosa? ¿Acaso Kiara se casó con otro hombre?"
Esos y miles de pensamientos inundaron su mente.

— ¿A donde se dirige es jets?

— Toda información a sido hackeada, todo fue eliminado.

— !Maldita sea! Otra vez Kiara, pero te voy a encontrar. Lo juro.

El teléfono de Donatello se encontró contra la pared, un gesto de frustración e impotencia se reflejó en su rostro.
¿Será que se casó con otro? — Se fijó a di mismo.
Una botella de whisky también se encontró pegada a la pared.
Donatello sentía correr lava por sus venas, salió del despacho de su mansión y condujo sin mirar ni medir tiempo. Llegó a un bar pidió una botella de whisky  y bebió uno, otro y otro, su mente comenzaba a nublarse, estaba destrozado, se sentía un completo imbécil, tenía dinero suficiente, un imperio  pero no le servía de nada por que no podía encontrar a Kiara y su hijo.

¿Era una jodida broma del puto destino.? ¿O era un castigo por rechazar, negar y renegar de su hijo?

Nunca lo sabría, sumergido en su amargura y despecho siguió vaciando cada vaso de whisky hasta perder la razón, quería anestesiar su conciencia, quería olvidar lo desdichado que se sentía

—  No debí dejarte ir sola Kiara, debí seguirte. ¡Maldición!
Se reprochaba, se recriminaba, se sentía el más grandísimo imbécil.
Alex Marco llegó al bar lo vio  sentado en la barra con la cabeza gacha, su cabello despeinado, su camisa fuera del pantalón  y desabotonada, las mangas subidas hasta los codos.
Álex Marco lo llevó hasta su casa lo subió a su habitación y lo metió a darse un baño.
Los días pasaron para Donatello en medio de la frustración y decepción.
Pensar en Kiara casado con otro y más saber que su hijo le decía papá a otro era lo más desalentador para él.

La Novia Fugitiva Del CEO. ( Libro # 2 De La Saga, Cielos Eternos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora