Antes de que mueras.

Un relato poco agradabe

Karem citó al chico, el nerviosismo de le notaba por encima, ¿Qué era lo que le había ocurrido a su nena? Su mente no lograba formular una imagen de como estaría, no comprendía como de estar tan feliz con ella, había pasado a pensar lo peor, Aunque fue un tiempo corto la habían pasado muy bien en su último encuentro, la experiencia fue la más grata, pues ella se había aventurado a besarle como respuesta a uno de sus muchos impulsos, Tomás quedó tan impresionado que no supo cómo responder, Se suponía que el primer beso de una futura pareja debía ser impartido por el chico, ¿No? Ella notó su incomodidad al momento del beso y simplemente se retiró, no estuvo tan mal, la personalidad de su chica no dejó que el momento muriera, pero Tomás supo que el instante había sido realmente incómodo. Al llegar al encuentro de la hermana de Samantha, una sensación de completa desolación llegó a su cuerpo, la expresión de aqula chica denotaba gran tristeza así que supo que la situación era grave. La historia se ponía cada vez peor, Karem le relató que en un momento de la noche alguien le había atacado dejándola con graves heridas, ella se encontraba ahora en una clínica, los golpes habían sido tan drásticos que la habían dejado en coma. Tomás se odió a sí mismo, ¿Cómo podía haberla dejado sola? Debió haberla acompañado, la noche era oscura y estaba realmente tarde. Le partió el corazón ver a Karem llorar, físicamente se parecían mucho y era como ver a su nena. El chico la consoló y respondió todas sus preguntas quería ser lo más útil posible.

-Te lo agradezco profundamente Tomás.- Expresó la hermana de su chica.

- Quiero ser lo más útil posible.- Un pensamiento rondaba la cabeza del chico, tenía la necesidad de verla, de saber que almenos seguía con vida, aunque le destrozara el corazón verla en ese estado, aunque no conocía muy bien a la familia, se aventuró a decir - Oye, dicen que hablarle a una persona en coma es bueno y como últimamente estábamos tan unidos, ¿Crees que podría...verla?

La expresión de Karem cambió de tristeza a una notable ternura. -Chico, en su estado solo podemos verla la familia, esperamos que pronto pueda salir de la UCI y pues, podrías verla ¿Esta bien?

-Supongo... le mandaré mis energías.

Los siguientes 5 días el chico no pudo dormir, a su cabeza llegaban miles de recuerdos con ella, aún no creía que su nena se hallara en la cama de un hospital y el no pudiera estar apoyándola, los días sin hablar con ella se hacían largos y monótonos, realmente la extrañaba.

Al noveno día, al llegar a su hogar vio dos mensajes en su red social, la esperanza de que fuera ella le llenó el cuerpo tan rápido como desapareció, no era ella, era su hermana.

-Buenas noticias-

-Llámame-

Sin saber realmente a quien debería llamar, marcó el único número que creía efectivo, el de su nena, finalmente así era como se había enterado de todo, el tercer timbre contestó, esta vez era una mujer, tal vez su madre.

-¿Tomás? - El chico le sorprendió que la madre supiera su nombre.

-Emmm si, si señora.

- Oh, Karem me dijo que llamarías, Nuestra nena ya está un poco mejor, aún en coma pero puede recibir visitas, te seré sincera, no sé quién eres, pero debido tu interés, quiero que vengas a visitarla.- El tono autoritario de su madre le recordaba a ella, siempre tan activa.

-Estaré encantado de hacerlo señora, la veo luego, Gracias de todo corazón-

-Gracias a ti, sinceramente no han venido muchos a verla, sabes que no se entregaba fácil a conocer a alguien.

Tomás lo sabía, lo sabía bien, le había costado trabajo que ella se abriera ante él, y ahora que la conocía muy bien, no podría perderle.