Tomás no accedió a contestar la llamada entrante de su celular, seguramente su hermano se había preocupado por él y estaba arrepentido de haberlo hecho sentir tan mal y recordarle las cosas inmemorables de su pasado, pero se lo merecía, merecía sentirse así, puesto que el psicólogo le había advertido a su familia que cualquier contacto con su pasado lo consternaría de gran forma; colgó para poder seguir escuchando su música, la melodía que ahora sonaba era la de una de las canciones favoritas de Samantha, una melodía meliflua que era representativa de las canciones de ella, esas canciones que desatinaban con la música pesada y poco angelical que acostumbraba escuchar, pero el celular comenzó a vibrar de nuevo, era Lucas otra vez, no le contestaría, siguió caminando, pensó en retomar el camino hacia su casa, al fin y al cabo no tenía ánimos de ir a cualquier otro sitio, muchos lugares le recordaban a ella, además no quería dar problemas, era hora de que su madre regresara, probablemente podría hablar un rato con ella y sentirse un poco mejor, caminó más rápido, llegaría y se encerraría en su cuarto, mientras ella llegaba.
Al llegar su piso, observó que la puerta de su apartamento estaba abierta, algo que le pareció extraño, su madre solo los obligaba a dejar la puerta abierta cuando había alguien desconocido en casa, ¿Quién podría ser?, recordó que el ultimo que había quedado allí al salir fue Lucas, ignoró ese pensamiento y entró en su hogar, dispuesto a pasar por la sala rápidamente hacia su habitación, para no tener que verle la cara a su hermano, posó su mirada en la estancia, desafortunadamente este se hallaba allí, con una chica, la observó por detrás, tenía el cabello largo y negro, por un segundo creyó reconocerla, estaba recostada en el hombro de Lucas, lo maldijo en su mente, su hermano aprovechaba cada oportunidad para invitar chicas a su casa, y con Tomás por fuera, esta vez no sería la excepción, probablemente lo había llamado para saber cuánto tiempo se demoraría, cuanto tiempo tendría a solas con la chica, con una mirada de asco paso hacia su habitación, Lucas no se había dado cuenta de su llegada, al pasar detrás de ellos rozó un objeto con su zapato y Lucas volteó a verlo, Tomás entraba hacia su habitación, al girar para cerrar la puerta vio la cara de la chica, la chica que había reconocido, era Karem, Karem llorando en el hombro de su hermano, al verla el mundo dio un giro totalmente diferente y la esperanza volvió a su cuerpo, verla a ella era como ver a su chica, ignorando el cabello por supuesto, Samantha llevaba su cabello de un rubio despampanante, un rubio que llenaba sus días de brillo.
-Tomás cariño, al fin regresas.- ¿Cariño? Esa claramente era una frase de Samantha, su chica le había contado en repetidas ocasiones que su hermana solía utilizar sus frases luego de un tiempo de estarlas usando, esta era una de esas oportunidades.
-¿Tienes noticias de Samantha? Porque si no es asi no entiendo por qué estás aquí.
- Estoy aquí porque te ando buscando hace dos días, me puse en contacto con tu hermano porque tu no contestabas mis mensajes en la red social- Tomás recordó su red social, no entraba en ella hace días, la última vez se llenó de rabia al ver el perfil de su chica, lleno de mensajes de sus compañeras de escuela, esas adolescentes vacías que la clasificaban de rara y estúpida, solo por tener gustos diferentes, escribiéndole mensajes falsos, más falsos que ellas mismas, cosas como "Te extrañamos" ¿Extrañar? Samantha le había contado que en más de una ocasión había faltado 3 días a su escuela y esas chicas ni se inmutaban por preguntar, solo se comunicaban con ella para pedirle favores, no soportaba verlo, así que dejó la red social por un lado, debía calmarse y centrar sus energías en ella.
-Oh, lo siento ¿Qué ocurre?
-Quiero que te organices chico, los doctores dicen que el contacto constante la ayuda a mejorar, las visitas cierran en media hora, así que apúrate.
-Sí, solo dame cinco minutos.- Tomás corrió a su cuarto, debía buscar su reproductor de música, y asegurarse de tener dos o tres canciones que le ayudarían a recobrar los sentidos a su chica, de eso estaba seguro.
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Antes de que mueras.
Teen FictionEra la tercera tarde sin hablar con ella, no había estado activa en la red social durante tres días, la última vez que la vio fue en la noche del sábado.