La visita.

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El día de la visita pasó muy rápido, en un solo parpadeo, Tomás ya estaba en la puerta del hospital con Karem. El calor de mediodía sumado con los nervios le hacían sudar las manos, además de todo el cuerpo, con la mirada en el infinito seguía involuntariamente a Karem, todas las palabras que había pensado en decirle a su nena rondaban por su mente, se estaba arrepintiendo, sería un golpe demasiado duro verla, pero peor no verla y quedar con la duda de cómo se encontraba, se maldijo a si mismo por su constante inseguridad, su mente lo consumía, se sentía mareado, una voz lo sacó del trance, Karem estaba hablando la enfermera de piso, rellenaba un formulario, tal vez la constancia de visita, se dio cuenta que estaba a unos pasos de verla, de tenerla cerca, una energía pasó por todo su cuerpo, debía ser valiente, o al menos mostrarse valiente, por ella, por su chica


-Vamos chico, solo nos dan 20 minutos para estar con ella a solas, entra tu primero si quieres, sé que estas ansioso de verla, se te nota en la cara cariño.


-Gracias...Supongo, no creo que tarde mucho.- Y reteniendo la respiración dio unos pasos hasta el cuarto.


Al entrar no pudo contenerse, las lágrimas de derramaron sobre sus mejillas, la enfocó por unos minutos para asegurarse de que era verdaderamente Samantha, le dolía verla así, conectada a tantos cables, con su cuerpo lleno de vendas y sus ojos, aquellos ojos que lo llenaban de luz y alegría cada vez que la veía, cerrados, ansiaba volver a verlos, tan cerca como los sintió aquel sábado, se acercó a su cama, todo lo que había pensado para decirle desapareció de su mente, solo recordó unas palabras, y la promesa que se habían hecho.


-Vamos nena, no me dejes, no quiero tener que utilizar aquel escrito en tu funeral, no me dejes, lo prometiste- Y con lágrimas en los ojos, no pudo decir más, tomó su mano y la besó quería sentir sus energías una vez más, saber que seguirá ahí, con él, así fuera en espíritu, sentir a su chica, la chica que le había alegrado los días, la chica de la cual se había enamorado.

Antes de que mueras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora