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Tomás se levantó ese día mucho más ligero, probablemente el nudo que tenía no solo en la garganta sino también en el cuerpo se había deshecho tras horas de llorar; pero al pensar en esto se dio cuenta de donde estaba. ¿Cómo había llegado hasta su cuarto? El último lugar que recordaba haber estado era el baño, el cual había dejado destrozado; al levantarse de su cama y salir hasta la puerta de su habitación, vio un rastro de agua que salía del baño hasta la sala de estar, su mente le daba vueltas, ¿Cómo había terminado la noche anterior? No tenía la menor idea de que había ocurrido, lo único bueno era que continuaba a salvo en su casa, solo, pero a salvo, miró las 12:45 y se sorprendió al darse cuenta de lo tarde que estaba ¿Cómo pudo haber dormido tanto? Las preguntas llegaban a su cabeza como flechas y en un intento de distraerse pasó a la sala a encender el televisor, pero algo le llamó la atención, la puerta principal estaba abierta, y el rastro de agua continuaba bajando la escalera ¿Había salido anoche? No, no lo dejarían salir así, bajó las escaleras con la esperanza de encontrar una respuesta, pero este pensamiento se esfumó al recordar la hora, y darse cuenta que de aun estaban en horas de visita, podría ver a su chica, necesitaba hacerlo, y ahora que conocía muy bien el camino, nada podría detenerlo, así que decidió tomar el impulso muy enserio, así como lo hacia ella cada vez que los tenia; prácticamente corrió hacia la salida de su edificio y pasó rápidamente por las calles, el día se sentía tan neutro, tan poco emociónate que quizá ni lo sentía, todo se veía tan estable que apagó un poco la emoción que lo rodeaba, al llegar a la entrada de urgencias ingresó sin ninguna restricción, el guardia ni se percató de él, cosa que lo le molestó, lo último que quería en este momento eran problemas; en la sala de urgencias sintió algo diferente y en ese momento su mente se llenó de recuerdos, su alma, su cuerpo, su vida; Samantha.

-Samantha! – la calma de Tomás calló a pique, debía encontrarla ¿Cómo había terminado la noche anterior?- ¡Demonios! ¿Qué hice? Lo arruiné todo.

-Discúlpame por esto Zombie, pero fuiste un completo idiota.- El alma de Samantha le hablaba a Tomás, ese dio media vuelta para poder verla, su aura se había tornado de un tono oscuro, ya no era ese rosa brillante de la noche pasada, era un magenta, un magenta de tristeza, y esa tristeza había sido culpada por él.

-Pero nena...aún estoy aquí, no me voy a ir.

-No tomas, tanto tu alma como tu cuerpo están cansados, los llevaste al límite con lo que hiciste, lo arruinaste todo.

-¿Pero qué demonios fue lo que hice? Solo un desdoblamiento, ¿no? El accidente solo afecto mi cuerpo, mi alma está bien.

-¿Accidente? No seas cínico Tomás, lo tenías todo planeado, lo volviste a intentar y lo peor es que esta vez no te darán otra oportunidad.- El tono de voz se su chica se había vuelto frio y desconsolador.

No comprendo nada Samantha, enserio, ¿Tan grave fue?- Tomás estaba asustado su chica nunca le había hablado de esas forma, sabía que estaba decepcionada de él.

-Vamos, míralo por ti mismo.

Ambos chicos recorrieron el hospital hasta llegar hasta el octavo piso; no hablaron durante el trayecto, Samantha al igual que Tomás, se sentía desfallecer, al llegar al piso indicado, Tomás se llenó de miedo; estaban en el pasillo de la UCI.

-Espera samantha, ¿Por qué aquí? Solo me ahogue un poco, ¿no?

-No tomas, no sé en que estabas pensando, tu cuarto es el número 20, quiero que vallas y mires tú mismo el diagnostico.

-No, no iré, tú me lo vas a decir Samantha.

-Me lo habías prometido Tomás, sé que me fui, que te deje solo, pero no fue mi intención, siempre estuve con tigo, no puedo creer que fueras tan cobarde como para irte así de fácil; ¿Quieres saber lo que los doctores dicen?- La voz de Samantha se escuchaba quebrada, estaba a punto de llorar.

-¿Qué cosa?

-Tomaste una caja Tomás. Un maldita caja de somníferos y te metiste en la bañera, no entiendo como lograste hacer el desdoblamiento, dime entonces, si no querías morir, ¿Entonces qué demonios intentabas hacer?

-Pero es solo volver, ¿no? ¿O estoy igual que tú?

-No Tomás, las cosas cambiaron por completo en el omento que llego la ambulancia con tu cuerpo.

-Demonios samantha deja de asustarme, ¿vamos a morir? Significa que estaremos juntos, ¿no?

-Nene, esa noche me permitieron volver, puedo retornar a mi cuerpo si así lo deseo, estoy aquí solo para hacértelo saber.

-¡Entonces vuelve joder!, volvamos los dos, ya todo se sabe nena, podemos estar juntos, ¿no?- la felicidad volvió al alma de Tomás, se iluminó un rayo de esperanza en su ser.

-Lo siento Tomás, pero esta vez no te dejarán regresar a ti.

Antes de que mueras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora