Lovers To Enemys // Saga Enemies (2° Libro) (Completo ✅)

CAPÍTULO 10 -"DESCONFIANZA"

***LIAM***

Finalmente encontramos al señor Warzone tras cuatro días de investigación.

Blake sigue sin hablar y a Olga empieza a rechinarle el hecho de que aguante tan bien sus torturas.

Por cierto, le contamos todo a Amber. Ahora sabe quiénes son Boa y Diamante Rojo. Decidió que es mejor no contarlo a Lizzy y los demás. No sabe cómo reaccionará y corremos el riesgo de que nos descubran.

En fin, el señor Warzone.

Tardamos un poco en localizarlo porque no mueve sus cuentas desde hace un par de años. Si no fuese porque sabíamos que estaba vivo gracias a Blake, habríamos dicho lo contrario.

Pero no.

Hay otra razón

¿Por qué se ha aislado? Porque el cabrón es listo y sabía que antes o después Sharp iría a por él. Por eso... Se escondió en Brasil, en el Amazonas.

En realidad tiene sentido.

Brasil era uno de los territorios latinoamericanos que le pertenecían a mis padres. De hecho, cuando era pequeño casi todas las vacaciones hacíamos una escapada de al menos una semana al lugar. Por eso chapurreo un poco el portugués.

El que sí lo habla, como casi todos los idiomas por lo que veo, es Luca.

Lo cual nos será útil, porque el señor Sharp nos obliga a ir a chantajear a Warzone nosotros personalmente.

Yo estoy a favor de la hipótesis de que esto es una prueba de lealtad para ver en quién puede confiar y en quién no.

Me da rabia tener que ir hasta allí con Blake en Áspid, pero no podemos hacer nada más que obedecer.

Así que... Aquí estamos. En Brasil.

Lo había echado de menos, lo admito.

Tengo que volver cuando todo acabe.

Con Lizzy, lógicamente.

En el aeropuerto alquilamos un coche con el que llegamos hasta el pequeño pueblo agricultor donde se ha escondido Alexei Warzone.

Luca comienza a preguntar por él a los habitantes. Yo aprovecho para echar un ojo a la zona.

Un lugar verde y tranquilo. Muy acogedor la verdad.

Finalmente, Luca se topa con una señora que sabe de quién le habla y le indica por dónde debemos ir para encontrarlo.

Así, tras caminar unos diez minutos por un sendero que casi ni se ve enterrado entre la maleza, llegamos a un pequeño chalet de dos pisos y una terraza lateral donde, tras subir un par de escalones, se encuentra la entrada a la casa.

Las enredaderas y las manchas de humedad en la fachada de madera delatan que, o es algo vieja, o el cuidado no es lo que más se valora en ese hogar.

Luca salta la pequeña vaya que rodea la casa y se encamina decidido a la puerta, mientras se pone la máscara de Áspid. Yo le sigo, imitándolo.

Él golpea la puerta un par de veces a modo de llamada ya que no hay tiembre.

Tras unos segundos de silencio oímos ruidos en el interior.

Pocos instantes después un hombre de unos cincuenta y tantos años, muy alto aunque algo encorvado, nos abre.

Alexei Warzone.

Y estoy seguro de ello, no solo porque sea su casa, sino porque su parecido en innegable. Mismos rasgos, misma complexión, mismos movimientos. Solamente se distinguen en la larga barba y en las canas que este hombre lleva.