—Morgan ¿dónde te habías metido?—Becca se sentó delante de mi.— Estuve buscandote por toda la casa.
—Si es que, tengo que contarte algo Becca.
Y ahí me encontraba en la biblioteca haciendo un supuesto trabajo de ciencias, con Becca de compañía.
La pregunta de Nick sigue en mi cabeza rondando aunque no le di respuesta.
Aún no.
Algo en el me atraía.
«siempre lo ha hecho».
pero una pregunta, más bien una inseguridad, por qué tanto interés. Osea, por qué me defendió ante el sujeto de la fiesta. Por qué fue a mi casa a pedirme una cita.
¿POR QUÉ?.
el día de la fiesta estaba extraño.
«Lo vez una sola vez en persona y a la segunda ya está extraño, vale mejor dime ¿qué te fumaste?».
—Aver que esperas, cuenta.
—Bueno tu sabes que en la fie...—me detuve. La miró y ella lo nota.— ¿Que hiciste en la fiesta con Lucio?, ¿Por qué desaparecieron?.
Ella abrió los ojos como platos y tragó saliva.
—estuvieron juntos no es así.— asintió. — y supongo que ahora sales con el no.— volvió a asentir.
—no te enojes.— podía ver algo de temor en sus ojos.
—que... Por qué haría algo así... Jo–der más bien... Me alegro... Por ti.— odio tartamudear.
—amo cuando hablas así.
— Idiota.— rodé los ojos.
—Ya que no hablamos de mi.— cambio el tema.— Cuéntame dónde te metiste.
—bueno después de dejarlos besándose en el sillón, fui a buscar un refresco...
Y estaba contándole todo con lujos y detalles mientras más le decía todo lo que había pasado su cara era de sorpresa ingenua y aveces sonreía cuando llegaba a la parte de Nick.
—Y entonces le dio un puñetazo en la nariz y se la rompió.
—QUE ... LE ROMPIO LA NARIZ.—un shhh recibimos a cambio.
—cállate que nos van a sacar de aquí.
—bueno sigue.— se callo para seguirle contando.
Hablé sobre la conversación del auto.
Los mensajes.
La cita.
—¡TE PIDIO UNA CITA, MADRE MIA!—grito.
aún más duro que antes, yo me tape los oídos ante el grito y todos se giraron hacia nosotras, unos con caras de fastidio, otros de irritación, como otros que nisiquiera les importa. Vi a una chica acercarse a la mesa donde estábamos sentadas, puso las manos sobre la mesa y ambas nos giramos hacia ella.
—disculpa, pero algunos intentamos estudiar.— señaló a todos los chicos que estaban mirando.— la biblioteca es para leer no para contar como les fue con sus ligues.
Becca siempre era la que hablaba antes situaciones cómo está, pero esta vez se quedó callada y me di cuenta que la chica era la más popular del instituto.
No iba a dejar que nos tratara así.
Por primera vez me levanté y la mire a los ojos.
—si claro y el salón de química es para hacer experimentos no para que te folles al capitán del equipo de fútbol.— Ella atónita. Más no repicó, simplemente se fue.
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para morir hay que vivir
RomanceMorgan Jhonson pensó que vería a su familia morir primero que ella, que gracioso fue pensar eso en aquel entonces. Le dio a Nicolás una oportunidad de comenzar de nuevo, siendo completamente el mismo y amandolo desde el principio sin ningún filtró p...