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El dolor de cabeza era horrible, poco recordaba de la noche pasada.

Después de que Nick me besara.

Después de año nuevo toda la gente se comenzó a abrazar, algunos lloraban, otros solo sonreían.

Bebí mucho con mis amigas y esa fue mi primera borrachera.

«Y que asco tu primera borrachera».

Me muevo entre mis sábanas sobándome los ojos cuando veo a alguien salir del baño.

Abro los ojos como platos ante la figura que tenía en frente.

Está recién bañado, desde aquí puedo ver su torso y el cabello que se le pega a la frente.

-Despertaste.-articula.

asentí.

desde aquí tenía la vista perfecta para todo su cuerpo.

Me levanté de la cama caminando hacia el lentamente, el no se movió estaba atengo a todos mis movimientos.

Recordé algunas cosas de anoche.

Recordé sus caricias, sus besos, su calor, su cuerpo pegado al mío.

«BESALO».

Me acerque y me besó. Un beso intenso cargado de energía, nuestras lenguas jugando una con la otra. Pasa una mano por mi cabello tomándome por la nuca, tomando el control. Su respiración se volvió acelerada y la mía igual, pero a cabo de un rato es el quien se separa con los labios rojos e hinchados.

-Me tienes en tus manos Morgan Jhonson.

-¿Acaso de enamoró Partridge?.

-Enamorado queda pequeño a lo que siento por ti.

Y esta vez fui yo quien lo beso un poco más lento.

Siguió el beso aumentando la velocidad y nuestras respiraciones volvieron a acelerar.

Una bulla se escuchó abajo y eso hizo que se separara.

-Por cierto, anoche me vomistaste encima.-comenta llendose al baño con una muda de ropa.

-No que vergüenza.-Me tapo la cara avergonzada.

« Lo vomitaste que asco».

No recuerdo nada de haberlo vomitado, pero igual me da vergüenza.

-Oye anoche decías cosas muy interesantes.-musita saliendo del baño.

-¿Mmm?

-¿Estás enferma Morgan?.

Mierda.

Pensé que estaba mejorando pero no, no lo hize. Empeore a medida que fue pasando los días.

Me cuesta más respirar y me siento cansada cada vez más e tenido bajones de ánimo pero lo ignoro por qué me niego a pensar que sea algo grave.

Ayer mientras el alcohol viajaba en mi sistema me sentía bien, y ahora en estos momento ya no.

He estado investigando esos síntomas y no sale nada que se relaciones con el asma y eso me da muchísimo miedo.

No quiero terminar como Kel.

Me Niego a pensar eso.

-Morgan.-me habla-mírame si estás enferma dímelo y buscaremos una solución.

Negué con la cabeza.

-Estoy bien.

«No lo estás, deja de evadir la realidad de una vez ».

-Está bien.-levantó las manos en señal de rendición-Pero cualquier cosa llámame está bien.

Asentí.

••••

Después de que Nick lo llamara Lucio para que lo ayudara en la cocina o algo así, me metí en la ducha y me di un baño bastante largo.

Me mire en el espejo y no me reconocí, no sé si es por la resaca o es que en verdad he lucido así durante semanas.

Lucia fatal, estaba más delgada al punto de que mis costillas se notaban, ojeras enormes y sin contar tres moretones en las piernas y brazos.

sentí la necesidad de llorar no sabía que era esto, por qué estaba así, me daba tanto miedo todo esto.

Al salir me puse mi pantalón holgado, un suéter y dejé mi cabellos suelto.

Coji mi teléfono y mire las fotos de anoche.

Sonreí con muchas pero a la vez me entristecía que pudiera tener algo que lo arruinara todo.

Estuve a punto de no ir a la fiesta con los demás pero me di cuenta de que Kel jamás volvería y el quería que yo viviera mi vida.

-MORGAAAAN.-la voz de Becca sonó en toda la casa.

-NO GRITES.-demando Spencer.

-NO LE GRITES A MI NOVIA.- contraatacó Lucio.

ante los gritos bajé corriendo las escaleras y llegué a la cocina donde estaban todos llenos de harina y chocolate.

Me quedé en la puerta sin hacer ruido. Seguían discutiendo mientras Nick comía una torta de chocolate y los miraba de reojo.

Todos estaban tan concentrados que no vieron a Camil y Pool irse de la casa al mismo tiempo que Laura entraba. Nick comía como si no hubiera mañana, los gemelos y Becca seguían tirándose harina.

-¿Que pasa?.-pregunto Laura.

Me encogí de hombros.

-MORGAAAAAAAN.-gritaron todos al mismo tiempo.

Laura, Nick y yo nos tapamos los oídos. Este segundo había soltado la cuchara y había caído de golpe al suelo.

Se levantó, tomo un jarra de agua y les tiro el contenido encima, los tres se quedaron quietos mirándolo.

-Se comportan como unos adultos o veran que hacen cuerda de críos.- tomó otra cuchara y volvió a su pastel.

Laura corrió al tiempo que Spencer se percató de su presencia y los otros dos siguieron cocinando en silencio.

Como si nada hubiera pasado.

Me acerque a Nick y le bese la coronilla, este me abrazo por la cintura.

Duramos un tiempo así hasta que los chicos nos acompañaron a la encimera y se sentaron junto a nosotros.

-¿por qué peleaban?.-hablo Laura.

-Ya ni me acuerdo.- contesto Becca.

-Ni nosotros.-comentaron los gemelos al unisonido.

Laura y yo miramos a la vez a Nick ya que era el único que estaba presente.

-Por qué Becca dijo que tú.-señaló a Laura- no sabías cocinar.

La nombrada explotó en risa y yo la mire como si fuera un bicho raro. Los demás me imitaban y ella aún seguía en lo suyo.

-En serio.-respiró- amor pero si es verdad, soy un asco en la cocina.

-Perdón por defender a mi novia.

Se dieron un beso.

Terminamos de comer; Nosotras lavamos los platos mientras los chicos limpiaban el desorden en el piso y la cocina y al terminar el resto de la mañana la pasamos tranquilos.

Nos bañamos en la piscina, jugamos y nos reímos.

Estaba cansada, no tenía ganas de seguir en lo que estábamos pero tenía que disimular. Me costaba demasiado respirar y me senté en una de las sillas.

Y hay permanecí el resto de la tarde viendo cómo los chicos se divertían.


para morir hay que vivir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora