para morir hay que vivir

14

—¿Cumpleaños?—.pregunté confundida .

—Oh, si es mi cumpleaños.—se rasco la nuca.

—¿Por qué no me dijiste? ni siquiera tengo un regalo.

—Es solo un día Morgan, no es para tanto.

—Es solo un día.—imite su voz.

—Yo no hablo así y que.— se encogió de hombros.

—Olvídalo.—rodé los ojos— igual no tengo un regalo.

—Eso se arregla.—Se acercó.

Me dió beso cortó.

—Ese fue mi mejor regalo.— sonrió— y me lo diste tu qué más le puedo pedir a la vida.

—Disculpen.— una tercera voz se hizo presente.

Los dos miramos a la persona delante de nosotros.

Era el repartidor. Un chico que al parecer es bastante calculador.

—Usted es la señorita Johnson.—miró una hoja. Yo asentí—Bien, firme aquí.

Me tendió una hojita la cual firme, luego me tendió la bolsa.

Miró a Nick asintiendo en forma de saludo y Partridge lo correspondió, el chico se dirigió a un auto negro y arranco.

—¿Lo conoces?.— señale por dónde se había ido el auto.

—Ni la menor idea de quién es.— se encogió de hombros—¿que tienes hay?.

—Hamburguesas quieres.— levanté la bolsa.

Sus ojos se iluminaron. Asintió.

Abrí  la puerta y entro sentándose en en el sofá; Busque unas gaseosas y me  sente con el. Mira con burla la película que estaba viendo hace una hora.

—El Stand de los besos.—enarco una ceja.

—¿Que pasa, la has visto?.

—Si, además si la has visto para que la quieres volver a ver.

Me encogí de hombros y el nego con la cabeza, agarró el mando  comenzando a buscar.

—¿has visto el Titanic?.—preguntó.

—No.

—Que... No la has visto.

—Es que no se, la idea de que alguien muera por otra es ridícula.

—No es ridícula.—defendió

—¿Ah no?.

— No, el la ama y ella a él, morirían por el otro por qué se aman y adem...

—Ponla y cállate.— lo corte.

—Que agresiva.

Y comenzamos a ver Titanic comiendo hamburguesas el 16 de diciembre.

••••

—¿Y ya, eso es todo?.—Señale el televisor.

—Si ya terminó Morgan.— rodo los ojos.

—Pero como va a terminar así.— limpie mis lágrimas—En serio el no tenía que morir.

limpie más lágrimas.

—Pues así termina.

—Pero no es justo, no podían tomar turnos para estar en la madera esa.—rebatí.

—Me da igual, solo es una película.

—No es solo una película Nick eso paso en la vida real.

—Si hace años.—mascullo.