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Han pasado dos semanas desde el entierro de Kel.

Me he propuesto cumplir con mi promesa así que decidí seguir mi vida adelante, se que el no está pero hay que seguir.

¿No? es lo que me dicen todos, “tienes que seguir por él”.

Que egoísta pedirle eso a alguien, vivir  por otra persona no hará que regrese.

Pase mañanas deseando que todo hubiera sido un sueño.

Nick desapareció luego de dejarme un mensaje.

Lucio y Spencer viajaron a un evento donde Lucio tenía que cantar y por ende Spencer ya lo representaba.

Becca acompañaba a Lucio mientras que Laura estaba en una campaña de una nueva marca de ropa.

Pool había desaparecido junto con Nick por eso no estaba tan preocupada, él lo cuidaría.

Lili también había desaparecido unos días atrás, creo que se fue con su novio. Escuche que se había divorciado al fin y que tenían pensado en vivir juntos así que pronto Lili dejaría la casa.

Mamá y papá viajaron como siempre al parecer papá le va muy bien ser socio de la empresa del papá de Nick y mamá estaba haciendo dinero con un nuevo contrato en Dubai.

Y luego estoy yo.

Después de la muerte de Kel; al parecer me hacía falta el oxígeno, pocas veces se me dificultaba bastante el poder respirar y no hablemos de la tos, me dolía todo el cuerpo y aveces me daba fatiga.

Tal vez fue la lluvia.

Pero de todos modos sin empeoró iré al doctor.

Tengo la casa sola, cosa que no es raro. Los chicos hubiesen hecho una fiesta pero mis planes son ver una película en Netflix mientras como algo grasoso.

Pedí comida de afuera así que al sonar el timbre pensé que era el repartidor.

Tocaron la puerta.

—Ya voy.— grite pero seguían tocando—¡que ya voy!.

Abrí la puerta y fruncí el ceño al ver que no era el repartidor.

Marcos está apoyado en la pared y apesta a alcohol, se sentó en el primer escalon de la escalera del porche.

De verdad que apesta a alcohol.

—Marcos que pasa.— cerré la puerta.

Me senté a su lado.

Nisiquiera se por que estoy aquí afuera. Debería estar adentro esperando mi comida sin preocuparme.

—¿Que pasa?.— insistí.

—¿Morgan saldrías conmigo?.—soltó de la nada a lo que yo abrí los ojos como platos.

—Claro, te conozco desde hace tiempo así que podríamos salir como ami...

—No como amigos.— me cortó.

—Ah.

—Como algo más que amigos.—me miró

—Ahh.

Ah es todo lo que vas a decir.— apretó la mandíbula.

Me quedé pensando un rato.

Salir como más que amigos, tenía que cortar esto ya ahora mismo.

Me levanté, camine como si fuera a ir a la calle, sentí sus pasos detrás de mi, me gire y lo encare quedando ambos en medio del camino de la casa.

para morir hay que vivir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora