para morir hay que vivir

11

—Policias.

Todo sucedió muy rápido.

La gente comenzó a irse en las motos y autos, o corriendo metiéndose entre los callejones para que no pudieran atraparlos.

Las sirenas se oían cada vez más cerca. Nick se detuvo delante de mi ofreciéndole su mano.

—Ven vamos.— señaló la moto.

—¿A dónde?.— pregunté.

—Salgamos de aquí, al menos que quieras ir a prisión.— Insistió—¿confías en mí?.

—La verdad no.

Nego con la cabeza riendo.

—No importa vamos.—me ayudo a subir.

Aceleró demasiado a tal punto que tuve que pegar mi pecho en su espalda por la velocidad en la que iba. Las sirenas venían atrás las oía pero Partridge era más rápido, se hizo paso entre los autos y en un túnel perdimos las patrullas.

Entramos al centro y aparco en un supermercado, en una calle muy poco concurrida. Me dijo que me bajara y lo esperara ahí mientras el entraba a comprar algo, me senté en el suelo mientras miraba al cielo no habían estrellas solo la luna llena que iluminaba la noche y una brisa fría que golpeaba mi cuerpo.
Nick se sentó a mi lado y me alcanzó algo, cuando lo ví era helado.

—¿Helado?.— pregunté confundida.

—No, no ves que son palomitas.— ironizó.

—Vale, ¿por qué compraste helado?.— volví a preguntar

—Haces muchas preguntas Morgan.

—Bien, no hago más preguntas.

Comencé a comerme mi helado  mientras miraba los pocos autos que pasaban. Había silencio, uno acogedor, me gustaba. Además que no tengo la obligación de hablar para matar lo incómodo por qué al contrario me siento muy cómoda a su lado.

Luego de comer helado nos pusimos en camino a mi casa ya casi era las 11:30  y me matarían si no llegaba antes de las 12.

Me tranquilice cuando visualize mi casa.Me baje de la moto para poder caminar hacia la puerta pero su mano tomo la mía acercándome a él.

—Pool tienes tu bolso, te lo paso cuando nos volvamos a ver.—dice

Asentí.

El bajo la mirada a mis labios y yo a los suyos, estábamos muy cerca, demasiado.

«Besalo».

Sus ojos verde–azules miraban mis grisáceos, se inclino para estar más cerca, puedo sentir su respiración en mis labios, cerré los ojos y sentí su respiración más cer...

—Morgan.— llamo alguien.

Me voltee para ver quién era : —Lili, hola.

—¿Que haces afuera ?.—pregunta, tiene una ceja levantada.

—Traeré tu bolsa mañana.

Mire a Nick y este me sonrió, se acercó para dejar un beso en mi mejilla y se fue.
Camine hacia Lili que estaba parada en el umbral de la puerta.

—Lili, Lili, Lili.— negué con la cabeza.

—¿Que?.

—Acabas de arruinar un beso.

Ella abrió su boca en una perfecta 0 y luego se empezó a reír.

—Lo siento.— me sonrió— pensé que te ibas a escapar o algo como no me avisaron que ibas a salir.