Narrador omnipotente.
-Morgan tus padres quieren verte.-Anuncio María llegando a la puerta del patio.
Pero el miedo le recorrió al momento en ver la silla de ruedas vacía, el tanque de oxígeno al otro extremo del patio con la cánula aún sujetada a el.
Corrió hasta donde estaba el cuerpo inmóvil de Morgan y lo primero que hizo fue revisar su pulsó.
"Esta muy bajo", pensó.
-¡Ayuda!.-Grito fuerte- ¡AYUDAAA!.
Otra enfermera que estaba cerca, escucho los gritos y se acercó a ver, Al entender la escena su rostro de preocupación máxima apareció.
-Codigo violeta.-Dijo María-Muevete busca el doctor López, dile que es código violeta.-Demando y la chica salió corriendo gritando el apellido del doctor.
Como pudo paso su brazo por debajo de sus piernas, el otro brazo lo paso por dejando de sus hombros y la cargó. Salió lo más rápido que pudo con ella en brazos gritando innumerables veces que era código violeta.
Pues el código violeta consistía en que el paciente con enfermedad pulmonar estaba muriendo y tenían que entrar rápido a atenderla.
Se movió por el pasillo y otros enfermeros se acercaron con una camilla donde la acostaron y comenzaron a atenderla. Lo primero que hicieron fue colocarle de nuevo oxígeno y lo segundo revisar de nuevo su pulsó.
-El pulsó esta más débil que hace unos minutos.-Hablo uno de los chicos que habían llegado con la camilla- Vamos a perderla.
Al pasar por el pasillo hacia la habitación de Morgan, su familia estaba en la sala de espera que estaba ubicada a unas puertas de donde estaba la habitación de Morgan. Al ver que los enfermeros pasaron y más atrás el doctor, todos se levantaron y corrieron hasta llegar a ellos.
-¿Que pasa?.- Preguntó la madre con los ojos llorosos.
La ignoraron abiertamente, no era momento para quedarse a responder preguntas, si no actuaban de una vez la vida de Morgan Johnson se iba a perder.
-¿Que es lo que está pasando?.- Preguntó esta vez el desesperado Nick.
El doctor los miro a todos sintiendo un peso grande al darse cuenta que en ellos estaba la vida de esta joven.
-Vamos hacer todo lo que esté en nuestras manos.-Afirmo el entrando al cuarto sintiendo por primera vez en mucho tiempo los nervios al ver que ellos contaban con él.
Unos cinco minutos y no habían noticias.
Todos estaban ahí en ese pasillo, esperando.
Sus padres y Lilí rezando por la vida de su hija.
Sus hermanos mirándose aterrados al saber que posiblemente su hermana no regresaría.
Sus amigas más íntimas recostadas contra la pared llorando en silencio, Martín y pool, sentados en el suelo sin hablar.
Y Nick sentado en la silla al lado de la puerta de la habitación de Morgan, pidiéndole a Dios que no le quite a Morgan y la dejé vivir la vida que ella merece.
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para morir hay que vivir
RomansaMorgan Jhonson pensó que vería a su familia morir primero que ella, que gracioso fue pensar eso en aquel entonces. Le dio a Nicolás una oportunidad de comenzar de nuevo, siendo completamente el mismo y amandolo desde el principio sin ningún filtró p...