Pasó una semana y las cosas seguían igual, era como si hubiese una pausa o un bloqueo en su relación- la primera en años- hasta que un día Nía decidió hablar del asunto con Jess...
Era un Viernes por la mañana, para ser exactos a las 8:00 A.M hora de la primera clase y daba lugar en el aula de computadoras...
«Vamos, es tu oportunidad, no me defraudes»
Nía se acercó con cautela a Jess, al ver que no reaccionaba ante su presencia preguntó:
-En serio ¿no piensas decirme qué es lo que te pasa?
-No lo entenderias-respondió Jess con una frialdad que sorprendió a su amiga.
-¿Por qué no?-dijo Nía a la defensiva
-Porque nunca estas cuando te necesito, jamás me apoyas en nada... es como si no te importara- bramó.
-Jess, eso no es cierto y lo sabes- aclaró Nía-¿Ves? Te dije que no lo entenderías, siempre saltas a la defensiva y no me apoyas. Entiéndeme, me eres inútil, no tiene caso explicar nada, jódete- dijo Jess subiendo el tono de voz
-Estoy harta de esto ¿sabes?-hizo una pausa- quédate con tus problemas. Si vas a tratarme de esa manera lo mejor es que me aleje y de ahora en adelante estarás tu sola y te las arreglaras como puedas; he tratado de ayudarte en todo momento y si es posible le quedarme contigo las horas que sean necesarias porque sé que has tenido una vida difícil. He sido tu mentora, he sido...
-¡Cállate! Maldita idiota- Jess interrumpió a Nía.Nía entró en desesperación y lo único que sentía era furia así que no calló más y confrontó a su némesis.
-Cállate tú y escucharme... ¡escuchame!—atacó—, a Nía Memphis le respetas, ya no está más aquí para aguantar tus rabietas de siempre, no le vuelvas a hablar en tu vida, es la última vez que te soporta, esta fue tu última ¡La última!-gritó aún más fuerte refiriéndose a ella misma en tercera persona en frente de todos los presentes, incluso de un docente, no parecía importarle. Se sintió poderosa.
Poderosa... así es como se sentía cuando estaba realmente molesta y nada le importaba, había sufrido mucho con Jess, no era su culpa y a nadie le había tenido tanta paciencia como a Jess, pero para Nía todo se estaba terminando. Era el colmo de los colmos.
Jess enmudeció ante tal comportamiento impulsivo y Nía abandonó el aula dejando a Jess en total evidencia. Iba a toda prisa pero con sigilosidad ya que había despertado el drama en la sala gracias a su indiscreción, lo que dejó en silencio a todos.
-He decidido dejarla, pero aún así le va a pesar... esa perra me las va a pagar-Nía murmuraba entre dientes mientras caminaba por el pasillo.
La indiferencia de Jess ante las atenciones de Nía era tal que ésta se llevó una gran decepción, se sentía una vengadora cual telenovela ochentera con final desastroso para el oponente. Su tristeza era tanta que las lágrimas amenazaban en salir de sus ojos de avellana cuando quisiera hacerse la fuerte.
No se quedaría de brazos cruzados...Estaba deshecha por la furia; no pensaba con claridad. La sangre le hervía como mil demonios.
Indiscutiblemente todo cambiaría de ángulo...

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THE LAST CHANCE
Teen Fiction¿Qué pasa cuando dos mejores amigas se gustan? El problema es que ninguna de las dos lo sabía con certeza. Un pasado amoroso de una de las chicas descubrió su gusto a su mejor amiga; él estuvo dispuesto a arruinarle su relación, y lo logró... ¿Quier...