Flashback
Tres años atrás...
-Vamos, te ofrezco empezar de nuevo-
-¿Ah si? Pues yo te ofrezco que te vayas a la mierda.- dijo tratando de contener la ira
-Pero...- la miraba a los ojos
-No hay segundas oportunidades.-
dijo con firmeza- ¡Haré lo que me pidas!- se arrodilló al suelo
-Entonces pido que te marches.- gritó señalando a la derecha como si hubiera una puerta abierta para salir
-¡Lo que sea! ¡Haré lo que sea!- comenzó a rogar
-He dicho.- estaba acabando con su paciencia
- No me pidas que me aleje de ti- siguió
-Dijiste que harías cualquier cosa, ¿no?- cuestionó caminando hacia él, lo hizo como si fuera una madre regañando a su hijo mientras llora tirado en el suelo.
-Eso sólo hace que te quiera más, por favor ¡no me pidas que me aleje de ti!- lloraba poniéndose lentamente de pie
-Es lo menos que puedes hacer por mi- dijo con un orgullo que nunca había sentido, estaba segura de si misma por primera vez
- Todo menos eso- no se detuvo
- Lo hubieras pensado mejor antes de besarme, ¡me envenenas!- gritó mientras caminaba a espaldas de él para evadir una posible pelea, pero él no se detuvo.
- Jess...- la tomó del brazo
-¡¿Qué?!- hizo una pausa
-Sólo imagina el hecho de que te quise desde el primer momento y ahora tu quieres juntarte con alguien más, y es...una chica- dijo secándose las lágrimas
- ¿Y? es mi mejor amiga- contestó indiferente
- Te gusta ¿no?-
-No voy a discutir eso-
- Ese es el problema ¡¿Por qué a ella?!-
- Pero no mio, ¿a quién le importa?-
-¡a mi!-
-¿Qué es lo que te importa? Es a ella a quien quiero, punto.-
-Te amo, y no me da pena decirlo-
-Pues debería-
-No ¡A ti debería darte vergüenza fijarte en una mujer! ¿quieres que la escuela te acabe con esto?- amenazó
-¿Por qué habrían de hacerlo? Es MI secreto-
-No lo será más si no aceptas mi propuesta -
-Está bien, pero que quede claro que sólo es por tu silencio ya que no quiero que ella se entere aún-
-Te amo- dijo con una sonrisa burlona
-No lo digas- dijo cortante haciendo un extraño ademán con la mano
En ese momento sentí como si mis fuerzas abandonaran mi ser y la debilidad mental se hiciera presente. Sin saberlo, estaba siendo cruelmente manipulada por ese psicópata, no se me había ocurrido que él podría jugar de la misma manera que yo.
«¿En qué otro momento más que cuando hay un pleito él dice amarme?»
No había ninguno, en realidad no había amor verdadero en él como decía, sino necesidad de la compañía de otros, miedo a sentirse solo, y además una obsesión enfermiza por mi, de verdad no sé como explicarlo, un insano capricho, tálves.
Me sentí bastante incómoda, amenazada, pero sobre todo amordazada: como si mantener un secreto guardado -un tanto abierto pero muy mío- , dependiera de permanecer a la fuerza junto a una persona de la cuál hace tiempo dejé de sentir interés alguno, y además, soportar los chantajes.
No me importaba en absoluto si medio mundo se enteraba de mis sentimientos por Nía, si por mí fuera lo hubieran sabido de una vez sin problema, lo sentía tan natural, pero que ella se enterara -de la forma que fuera - arriesgaría nuestra relación de amistad muy pronto, y eso no sería para nada bueno.
Nía era una chica reservada, astuta, segura y era de buena familia, así la recuerdo, así la conocí, tales cualidades me cautivaron, y para tener un acercamiento más grande con ella, prefería ser de aquel pensamiento "todo a su tiempo" obviamente no quería parecer imprudente, aunque doliera, obedecí y esperé.
Ojalá Alen se olvide pronto de mi y me deje en paz. A veces me pregunto, ¿soy la única a quien le pasó esto?
Me refiero a que acepté salir con un chico de mi escuela que apenas conocía, fuimos novios cinco meses, estábamos muy enamorados, eramos la pareja perfecta y lo que según ignorante sociedad es correcto principalmente: "ser heterosexuales". Teníamos la aceptación de casi todos, aunque no me considero del todo atractiva y él no era muy agraciado físicamente, pero nos gustábamos, ahora lo que importaba era salir adelante juntos. ¿Voy bien hasta ahí? Genial.
¿Qué pasó después? Recuerdo que al término del quinto mes de noviazgo las cosas se complicaron. Y las dudas se acumularon en mí, hay mucha historia debajo de ellas, por lo que demoré una odisea en tratar de explicárselo a Alen, fue en vano y sólo me vi como una estúpida, ni modo.
Ciegamente confiaba en que tálves lo entendería... no era su caso, lo asumí, él no entendía razones, ¡era necio! y sin embargo, finalmente me dejó ir, eso sólo fue el principio, después comencé a sospechar...
No es el tipo de persona de la cuál creí estar enamorada, era un demente con antescedentes penales y ahora me estaba acosando, ¿cómo pude ser tan tonta?
¿Y luego? Mi mejor amiga me empieza a gustar, algo que nunca me había sucedido ¿en qué me he convertido?
De mirada penetrante eran sus ojos de gato, su estatura promedio, complexión robusta y atlética, cejas bastante gruesas y desalineadas, piel bronceada, cabello castaño casi negro, y de una voz tan única, tan distinta a las demás, súper reconocible, ese es Alen, mi conocido desconocido ex novio.
Fin del flashback
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THE LAST CHANCE
Novela Juvenil¿Qué pasa cuando dos mejores amigas se gustan? El problema es que ninguna de las dos lo sabía con certeza. Un pasado amoroso de una de las chicas descubrió su gusto a su mejor amiga; él estuvo dispuesto a arruinarle su relación, y lo logró... ¿Quier...