Capitulo 5

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Enviado por el diablo (no caer en tentación):

Oye guapo, tengo una sorpresa para ti, ¿quieres salir?

Charles releyó un par de veces el mensaje, estaba confundido, ¿salir a donde?

Titubeo, no podía estar afuera de su casa ¿cierto? Eso definitivamente cruzaría todos los limites, además, el jamas le había dicho donde vivía y tampoco menciono que volvía a Monaco para el descanso de temporada.

Enviado por el diablo (no caer en tentación):

Entonces angel, ¿tengo que tocar la puerta para que me abras? Me hago viejo aquí afuera.

No, no podía ser, definitivamente era una broma, una muy mala, negó, se había ido a Monaco precisamente para alejarse un poco del español, respirar un poco de aire puro lejos de el, para ordenar sus ideas y fortalecer su carácter.

Y realmente lo estaba logrando, o al menos así había sido la primer semana, se había encerrado en su casa a solo tocar el piano y ver televisión, con la idea de que nadie pudiera encontrarlo.

El timbre comenzó a sonar, sacándolo de sus pensamientos y dejó su taza de café a un lado, acercándose lentamente a la mirilla de la puerta.

Negó, el realmente estaba ahí afuera, ¿como era posible? ¿y si fingía no estar?

Enviado por el diablo (no caer en tentación):

No finjas que no estas angel, te he escuchado hablar hace un momento...

Vamos, te prometo que va a gustarte ;)

Charles suspiró, quizá Seb se había equivocado y una orden de restricción no era tan mala idea, de igual forma negó, abriendo la puerta, era un invierno inusualmente frío en Monaco, seria cruel dejarlo mas tiempo afuera.

— Hola guapo. — sonrió el español, entrando a la casa. — Si que fue dificil encontrarte...

— ¿Como... Como supiste donde estaba? — preguntó confundido, cerrando tras el.

— Llamé a Arthur, le dije que quería darte una sorpresa y que te iba a encantar. — sonrió divertido.

“Traidor, sucio traidor” — pensó, sin atreverse a hablar.

— ¿Que haces aquí Carlos? ¿No deberías estar en tu casa? Me refiero a es descanso de temporada. — trató de no ser grosero.

— Debería, pero vine a rescatarte de la soledad y tengo una sorpresa increíble pra ti. — sonrió, entrando a la cocina para servirse un café.

Y Charles solo pudo pensar en el exceso de confianza que Carlos tenia, el no solía preguntar nada, se sentía tan cómodo que simplemente hacia todo, cosa contraria a el, que era desconfiado y ahora mismo, solo sostenía su taza de café muy cerca de el.

— No necesito que me rescaten, me gusta la soledad, la tranquilidad. — aclaró, sintiendo que debía hacerlo.

— Se que es así Charlie, es por eso que vine. — le guiñó un ojo. — Entonces, prepara una maleta, con suficiente ropa para algunas semanas, lleva de todo, vamos a hacer algunas paradas en el camino.

— ¿Una maleta? ¿De que hablas Carlos? Yo no voy a ir a ningun lado. — negó, acercándose al notar como el mayor buscaba el azúcar sin éxito. — Está arriba.

Tomó el bonito frasco de vidrio y se lo entregó, mirándolo aun con confusión.

— Vamos a ir de vacaciones guapo, solo tu y yo. — le sonrió, dándole un trago al café. — Uh, esto es delicioso, me encanta.

— ¿Vacaciones? No, no y no, yo tengo planes, no puedo ir de vacaciones y menos contigo. — negó apresuradamente.

— ¿Por qué? ¿Tienes miedo de que te enamores de mi al pasar mas tiempo juntos? — sonrió, mordiendo ligeramente su labio inferior.

— No me enamoraría de ti jamas Carlos, no me gustas y no confio en ti. — lo miró a los ojos. — Ademas de que Lando es mi amigo y tu coqueteas con el, le gustas y no voy a estar en medio de eso.

— No le gusto a Lando. — negó. — Y aunque así fuera, a mi me gustas tu guapo.

— Eso no importa, el punto es que no voy a ir a ningun lado contigo. — sentenció.

— Bien, te dejaré que lo pienses. — asintió. — Pero Charlie, solo son unas vacaciones, no te comprometeras a nada, solo vamos a divertirnos un poco, yo preparé este viaje para ti y si aceptas, prometo no coquetear tanto contigo e incluso voy a dejarte en paz cuando regresemos, a menos que tu no quieras.

Soltó de forma divertida, notando como Charles parecía pensarlo.

— Enviame un mensaje si aceptas ¿bien? Partiré mañana. — le guiñó un ojo y se despidió, no sin antes robar una galleta de su plato. — Me muero por conocer el mundo contigo guapo.

— Adios Carlos. — sonrió, cerrando la puerta.

Carlos soltó una suave risa, comenzando a caminar de vuelta a su hotel, mientras pensaba seriamente, cuestionandose, ¿que era lo que realmente queria con Charles? Estaba claro que le gustaba y si, quería acostarse con el, pero el nunca se había esforzado tanto por alguien y con el monegasco, simplemente no dejaba de hacerlo.

Una idea llegó a su mente, pero la borró inmediatamente, no, no podía ser, el no podía estar enamorado de Charles, era tonto, ilógico, solo tenia atracción sexual y si le gustaba su personalidad, era diferente a todos los que había conocido, era algo nuevo, refrescante y el hecho de que no cayera a sus pies tan fácil lo tenia tentado, tentado a hacerlo caer, a lograr tenerlo en su cama.

Pero no era amor, ni de cerca, podía gustarle mucho, podía divertirse un poco con el, sacarlo de sus casillas o hacerlo rabiar, pero al final no iba a ser nada mas que eso, el no era de relaciones y por muy guapo que fuera Charles, esta no seria la excepción.

Angel Inconquistable:

Creo que me vendrían bien unas vacaciones...

Te veo mañana :)





¡Gracias por leer!❤

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