~Capítulo 5~

100 7 14
                                    

Después de dar un par de vueltas en la oscuridad se dio cuenta que definitivamente estar encerrado en un sitio pequeño no era lo mejor para sus malditos nervios.

Se asomó por la ventana desde la que entraba la luz de la antorcha y vio que Nigel estaba mirándolo como si quisiera atravesar con sus ojos la carrocería. Se dio cuenta de que estaba husmeando y llegados a ese punto sólo podía tirarse en el asiento y morirse de la vergüenza, o decir algo.

-Hay lugar aquí para los dos. Creo que es más cómodo que la roca.

Nigel no tuvo que pensarlo dos veces, se levantó tomando otra camisa que guardaba en su mochila y se acercó al auto, Antwan le abrió la puerta y se sentó a su lado.

Nigel no era de dormir con ropa pero no sé iba a arriesgar a poner incómodo a Antwan.

Reclinaron los asientos para que fuera más cómodo y se recostaron uno al lado del otro, tratando de no mirarse, porque podían sobrevivir a un ataque de monos salvajes pero no a algunas miradas ansiosas.

Después de un rato, la voz de Nigel sorprendió a Antwan en la penumbra.

-Es la primera vez... -dijo, y no pudo evitar girar la cabeza para mirar a Antwan cuando notó que hacía una mueca sin comprender-Que duermo con alguien. Bueno, la segunda, en realidad, si contamos la cabaña.

Antwan sintió su estómago revolverse pero no de una mala manera, en realidad eso había sonado increíblemente dulce, sonrió con ternura y se acomodó para mirar mejor a Nigel.

Al carajo todo.

-¿Y qué sientes?...

-Me siento... bien -confesó Nigel-. Como si supiera que esta noche no tendré pesadillas.

Antwan sintió un nudo formándose en su garganta, quería escuchar sobre eso, pero no quería ver a Nigel ponerse triste.

En un arriesgado movimiento, se pegó más a él poniendo una de sus temblorosas manos en el fornido pecho del pelirrojo.

-No las tendrás...-aseguró el moreno.

¡Dios!

Quería besarlo, quería sentirlo, quería encontrar los puntos débiles de su cuerpo, porque estaba seguro que los tenía, que no solo era esa máquina eficiente, que no era solo un personaje de un videojuego.

Pero no sé atrevía.

No temía por Nigel, temía por él.

En un instante estaba mirando sus labios, y en un suspiro se perdieron, hundidos contra los suyos. Tuvo que cerrar los ojos, porque aquel momento era demasiado para poder vivirlo con los cinco sentidos.

-También es la primera vez... -susurró Nigel.

Antwan se sentía ebrio de deseo al escuchar eso. Al escuchar su voz.

Era cómico, había estado con muchos hombres y muchas mujeres pero nunca había querido tanto robarle esa experiencia a alguien, quería tomarla, guardarla en su cuerpo y beber de ella cada vez que pudiera.

Ya no le interesaba, no quería pensar en nada más, ni en lo que pasaría mañana.

Sólo existía esa noche y solo existía Nigel.

Antwan metió una de sus manos bajo la camisa del guía y paseó sus dedos por toda la anchura de su abdomen y su pecho, sintiendo a Nigel estremecerse.

Lo vió cerrando los ojos y soltando un gemido ahogado, esa era una imagen que no olvidaría nunca.

-¿Es la primera vez que te tocan así?...

Welcome to Jumanji ~Nigtwan~ ~Freemanji~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora