Antwan despertó al día siguiente acurrucado en uno de los asientos del Jeep. Estaba limpio y había sido tapado con una manta, que cayó cuando se sentó.
Lo había hecho.
Lo había hecho con Nigel, y estaba muy cerca de entrar en pánico. No tenía ni idea de cómo tenía que reaccionar después de eso, ni siquiera estaba seguro de que hubiera sido solo sexo.
Pero en ningún momento ninguno de los dos había hablado de sentimientos y definitivamente Antwan no quería empezar a hacerlo, no ahora.
-¡Buenos días! -lo saludó Nigel asomándose desde la ventanilla y Antwan hubiera hecho una hazaña para huir al maletero de haber podido, en cambio, solo se golpeó la cabeza con el asiento-¡Ow!...¿Estás bien?
-Sí, muy bien -respondió Antwan en un tono nada convincente, aunque hubiera dicho lo que hubiera dicho su cara ya lo decía todo.
-He preparado algo. Deberías desayunar antes de que nos pongamos a entrenar -sugirió Nigel, obviando todo lo demás que estaba deseando decirle, como que la noche anterior había significado mucho para él, y escondiendo que obviamente se moría por saber si había sido así también para Antwan.
El moreno asintió sin mirarlo y esperó a que Nigel se alejara un poco para levantarse y ponerse la ropa de nuevo.
Algo adolorido bajó del auto y se estiró soltando un suspiro.
Se acercó a Nigel quien le entregó su desayuno, con una sonrisa que lo hacía sentir más ternura de la que debería.
Ninguno de los dos se atrevió a decir nada, en realidad no era muy necesario, los flashbacks llegaban a ellos y les ponían las mejillas rojas a ambos.
Antwan salió de la cueva, en busca de agua del río para limpiarse la cara y pensar mejor en lo que haría a partir de ahora con Nigel.
Había sido su culpa, eso era obvio, él los había conducido a terminar así, no quería aceptarlo, pero en pocos días dejaría de ver a Nigel y sabía que eso iba a doler como el carajo.
Aún así, intentó hablarle de lo más normal cuando regresó junto a él, notando que tenía un arma en las manos.
-Ven... tienes que aprender a defenderte...
No estaba seguro si lo que sostenía era un machete, parecía más una espada corta.
Se sorprendió de su peso al tomarla.
Aunque estaba hecha para usarse con una mano, requería cierto esfuerzo sostenerla en alto. Antwan, que siempre había jugado y diseñado juegos donde había armas descomunales como bazucas, nunca se había parado a pensar en la carga real que suponía llevar una.
Nigel sacó su cuchillo del cinto ante la mirada perpleja de Antwan.
-¿Vas a usar eso contra una espada?
-No es una espada, es un machete -le aclaró- Y no tenemos más armas a parte del rifle. No te preocupes por mí, recuerda, no puedo morir. Así que ataca en serio.
Antwan se obligó a asentir, antes de embestir contra él. Nigel giró rápidamente el cuerpo y cuando pasaba a su lado le agarró el brazo que sostenía el machete, inmovilizándolo.
-¡Nunca vuelvas a hacer eso! -lo regañó- Primero porque los machetes están hechos para cortar, no para ensartar, y segundo porque serías incapaz de retroceder si fallas, y créeme, vas a fallar...
-¡¿Y qué se supone que tengo que hacer?! -gritó Antwan, molesto, arrepintiéndose al instante. No, no debía tratarlo así. No era culpa de Nigel que ahora todo fuera tan incómodo, ni tampoco el dolor que sentía en su pecho.
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Welcome to Jumanji ~Nigtwan~ ~Freemanji~
FanfictionAntwan comienza a destruir los servidores de Free city para evitar que descubran su fraude. Sin saber cómo, termina en un mundo muy diferente.