~Capítulo 11~

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Con el suficiente dinero, conseguir información de lo que fuera no era tan complicado.

Antwan se peleó con un funcionario público para pedir información sobre los niños desaparecidos y al final, después de lograr que lo echaran de la oficina, descubrió que había una web que recopilaba ese tipo de información y se sintió como un idiota después de pujar por un paquete de leche que había caducado en los ochentas en Ebay.

Había sido tan fácil que no se podía explicar cómo había tardado varios días en estar ante una fotografía en blanco y negro de un niño de diez años que lo miraba con ojos melancólicos. Había visto esa expresión algunas veces, cuando Nigel estaba triste pero trataba de disimularlo.

Antwan acarició la pantalla de su ordenador antes de que Barry aclarara su garganta detrás de él para llamar su atención.

-¿Por qué le ha dado ahora por buscar a ese niño, señor? Desapareció en 1983, dudo mucho que lo encuentre.

Antwan sonrió para sí mismo sin dejar de mirar la pantalla.

-Yo sé dónde está, Barry.

Obviamente, Barry no entendía nada, era obvio que ese niño si no estaba muerto o en otro continente, definitivamente ya no era un niño reconocible.

-No lo entiendo, señor...

-Vamos, tenemos que ir a un lugar.

Barry tuvo que manejar un largo rato hasta llegar al mar.

Antwan había guardado la dirección que se daba en el anuncio, debajo de la foto y del nombre del pequeño.

Era una casa grande, con ventanales que seguramente dejaban una hermosa vista al paisaje, se veía antigua pero estaba muy bien cuidada.

-¿Qué hacemos aquí, señor?

El moreno no respondió, solo salió del auto sintiendo su corazón en la garganta.

Ahí había nacido Nigel. Ese era su verdadero hogar.

Haciendo cuentas, los padres del niño, si seguían con vida, debían tener unos sesenta o setenta años, y esperaba poder hablar con ellos.

Antwan se detuvo un momento para arreglarse la gabardina y el pelo. Las manos le sudaban y se sentía asqueroso, pero no podía hacer mucho.

-¿Cómo estoy? -le preguntó a Barry esperando que le dijera que estaba presentable para... ¡Dios!, los padres de Nigel. Iba a conocer a los padres de Nigel. Ni siquiera había conocido a los padres de su pareja en el baile de graduación y eso que fue a recogerla a su casa. No sabía qué cara poner.

-Igual que cuando salió de casa -dijo Barry y Antwan le mostró la lengua, molesto.

-Mierda, da igual... -murmuró antes de tocar al timbre.

Una señora mayor abrió la puerta y Antwan subestimó el shock que le produciría. Sintió que estaba a punto de vomitar y se tuvo que poner la mano tapándose la boca para contenerse y tragar. Tenía los mismos malditos ojos que Nigel, o Nigel que ella, ¿qué importaba?.

Llevaba un mes soñando con ellos.

-¿Puedo ayudarles? -dijo la mujer, dubitativa. Ya estaba comenzando a cerrar la puerta y si no daba una respuesta rápida y convincente seguramente no tendría ninguna otra oportunidad.

-¡Nigel! -gritó de improviso, como si toda su vida dependiera de ello. La mujer se quedó congelada-. ¡¿Es su hijo?! ¡Necesito hablar con usted! ¡Sé dónde está!

Welcome to Jumanji ~Nigtwan~ ~Freemanji~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora