Welcome to Jumanji ~Nigtwan~ ~Freemanji~

~Capítulo 7~

Nigel caminaba decidido hasta un almacén donde había más armas, y suministros para poder reparar el auto cuando todo esto terminara. Fue bastante rápido porque los NPCs de Bazaar estaban actuando como se podía esperar de ellos, sin salirse de sus frases genéricas y ofreciendo sus servicios con rapidez porque no eran una parte importante de la misión y estaban programados para no entorpecerla.

Pensar en esto como una misión más le partía el alma, pero eso ayudaba a que se concentrara.

Aún así, lo que le había dicho a Antwan no estaba nada bien y suspiró para hablar.

-Lamento lo que dije hace un rato y mi comportamiento anterior, sé que quizá no es tu culpa lo que pasó, a fin de cuentas, yo lo permití... No creo que seas un niño mimado o algo así, en realidad, creo que eres más valiente que yo, incluso...

Cuando volteó para mirarlo notó que Antwan no estaba por ningún lado, el pánico lo asaltó rápidamente mientras volteaba a todos lados nervioso.

-¿Antwan?...

Iba a dar un paso para correr a buscarlo entre la multitud pero entre ella reconoció a Nick y algunos de sus hombres, dió la vuelta y se escondió en un pequeño callejón, sabía lo que significaba que estuviera ahí.

Tenían a Antwan.

Había olvidado que este era un evento recurrente en el nivel tres de Jumanji: los jugadores llegaban a Bazaar y Nick Overkill los capturaba como el ochenta por ciento de las veces. Nigel se estaba volviendo loco, ¿En qué nivel de Jumanji se supone que se estaba desarrollando todo esto? ¿Todos los NPCs habían entrado en modo juego menos Brad y él?

-¡Carajo!...

Corrió hasta adentrarse en una especie de hostal y entró a la primera habitación que encontró.

Los NPC no solían dormir, a excepción de él, así que siempre estaban desocupadas.

Algo bueno que tenía haber vivido muchas partidas era que sabía exactamente a donde habían llevado a Antwan o al menos a dónde lo llevarían, la trama era bastante cerrada en ese aspecto y daba gracias de que Nick Overkill no pareciera tener la voluntad propia como para variar el curso del juego.

En algún momento,el villano entraría allí con sus secuaces, amenazaría a los de recepción y se apoderaría del edificio. Después de eso lo habitual era que convirtiera el patio trasero en una especie de sala de torturas para sacarle a los jugadores dónde estaba la piedra verde pero como Antwan no tenía ni idea de qué era la piedra verde, quizás variaría un poco en ese punto.

Nigel miró a su alrededor, buscando algo de utilidad en la habitación. El juego siempre dejaba armas y medicinas cerca de la zona de acción para que los personajes pudieran tomarlas si lograban escapar y, como esperaba, al abrir el armario encontró dos pistolas y cartuchos. Cargó las pistolas con agilidad y guardó una en su cinturón al otro lado del cuchillo, recargándose en la pared al lado de la puerta con la otra preparada, y esperó.

Cuando escuchó los primeros gritos y una serie de frases genéricas que ya se sabía de memoria, Nigel se asomó a través de la puerta para observar el estado en el que se encontraba Antwan. Normalmente los personajes jugadores llegaban allí siendo arrastrados medio inconscientes.

Para su sorpresa, Antwan no estaba ni en los brazos de Nick ni entre los de ninguno de sus secuaces.

Eso no podía ser.

Overkill siempre iba a aquel hostal cuando ya tenía a su objetivo.

Nigel pensó rápidamente sobre qué podía hacer. Cerró los ojos con fuerza y apretó la pistola contra su pecho antes de convencerse de que se había vuelto loco y le daba igual.