Justo hoy agendaron la práctica y eso se traduce a que debo pasar el día completo en un hospital, viendo y anotando algunos procedimientos médicos. Tal parece que el profesor es de esas personas que no les gustan esta fecha y que la ven como una más.
Comprendo eso, porque yo era así. Me daba lo mismo los festejos que se hacían y hasta llegué a criticar a las personas que lo esperaban con entusiasmo. Si soy sincera, solo era una máscara para encubrir lo sola que me encontraba y lo mal que me había ido en el amor.
Ahora solo deseo salir de aquí para verme con León y darle el regalo que guardo para él.
—Barry, acabó la charla —informa un compañero que está a mi lado.
Muchos ya han salido de la sala y solo se encuentran unos pocos conversando. Recojo los cuadernos y lápices, después los guardo en la mochila mientras reviso mi celular. No hay mensajes nuevos de León, así como ningún plan establecido para esta noche.
Suspiro con desánimo al tiempo que me levanto del pupitre y camino hacia la salida. Todavía nos faltan unas horas aquí, tiempo suficiente para que la mente utilice la creatividad en mi contra. Muchas escenas de él celebrando en su trabajo se reproducen en mi cabeza. ¿Por qué tuvo que caer martes el día de San Valentín?
Aprovecho para mandarle algunos mensajitos a Leah, recalcando cuánto la quiero y los acompaño con muchos corazones y florecitas.
[¿Te sientes bien?].
Es su respuesta apática, la que me da a entender que no es fanática de este día. Pero sonrío cuando al segundo llega otro:
[Yo también te quiero, Gala].
Entre anotaciones, mandatos, preguntas y un sinnúmero de explicaciones, se agotan las horas en el hospital. Cada quien se despide, no sin antes regalarnos algunos dulces y chocolates.
Toca regresar en autobús. Me siento del lado de la ventana, con la cara pegada al cristal. Sonrío con anhelo al ver las calles concurridas por personas vestidas de rojo, parejas agarradas de manos con regalos de todo tipo y esparciendo mucho amor. Una melodía romántica le da el toque al ambiente, seguida de la voz del locutor de la emisora de radio que insta a dejarnos llevar por la magia de este día.
Se percibe una vibra diferente en el aire, o quizás lo que siento por León es lo que me hace verlo de esa manera. De todos modos, me gusta esta sensación de que, a pesar de cómo empezó mi día, sé que no va a terminar como en años anteriores.
Me bajo casi bailando del vehículo. Las personas pasan deprisa por mi lado, pero yo disfruto del momento e imagino qué tendrá pensado León para nosotros. Ya en casa, le doy de comer a Bob y preparo la bañera para tomar un rico baño. El sonido del teléfono me hace salir deprisa por si es él. No me equivoco, pero me desanima que es un mensaje donde avisa que pasará por mí más tarde.
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Y fuiste tú © [Saga Tú: libro 2] (Completa)
Romance¿Dónde hubo fuego, cenizas quedan? Han pasado siete años desde que León y Gala tomaron caminos diferentes lejos de todo el drama en el que se vieron involucrados. Sus vidas se vuelven a cruzar solo para enfrentarse a nuevos retos, secretos y todos...