Después de lo acontecido en la escuela
Nevermore, Enid Sinclair regresa a San Francisco con su familia, lo que no muchos saben es que su familia es una real y más antigua que existen en todos los clanes de lobos, aunque eso no importará mucho cuando...
-¡Mi cuervo! Te ha llegado algo-. Fue el grito que escuché de mi padre mientras yo miraba por el ventanal de mi habitación.
¿Algo para mí? Vaya, que sorpresa, alise mi sudadera, di media vuelta para salir de mi habitación. Estos últimos días han sido un tanto conflictivos, mi madre había contactado a familiares de San Francisco que han vigilado a la manada de Enid, lo más cerca que han podido llegar y al parecer Enid se ve saludable y me han enviado fotografías donde se ve a lo lejos con un grupo de personas, ahora se quiénes son sus hermanos y mis familiares me informarán si algo está pasando.
-Toma cariño, es una linda caja-. Dijo mi madre cuando llegue a la sala donde estaban mis padres, abuela y hermano.
-¿Quién se atrevería a mandarme algo?-. Simplemente pregunté tomando la caja cuadrada de color negra.
-Tal vez sea aquel chico que te manda mensajes todos los días-. Habló mi hermano con cierto tono burlón así que saque una daga que llevaba conmigo y se la arroje pero él la esquivo.
-No he pedido tu opinión-. Dije con voz fría para dejar la casa en la mesa de madera que teníamos en medio.
-¡Ábrelo! Espero algo macabro, tal vez una cabeza de chivo, intestinos o un corazón... Ah, recuerdo cuando me regalaron un corazón, aún estaba caliente-. Murmuró la abuela sin dejar de tejar para luego echar una fuerte carcajada.
-Tus corazones han sido insuficientes abuela-. Comenté mientras notaba una nota pegada en la caja que no había notado en un principio.
¡Hola, mejor amiga! Estuve mucho tiempo buscando algo que darte para conmemorar que ahora somos mejores amigas, siempre lo has sido para mí pero por fin lo has aceptado, me dijeron que tardaría un poco en llegar por qué viene de lejos así que... Lo mandaré a tu casa, digamos que hice que Yoko acechara la oficina de la directora para saber tu dirección correctamente, ¡Lo siento! Espero que te guste.
Enid.
-Es un regalo de Sinclair-. Dije sintiendo una sensación extraña en mi estómago.
-¡¿El lobo?! Oh, extraño tener cerca a a un lobo, comen mucho y son armas muy destructivas, ideales para cazar gente-. Aseguró mi abuela y yo suspiré en voz baja.
Abrí la caja con precisión para luego notar un tipo de papel negro cubriendo lo que sea que compro Enid, lo removí para luego sentirme sorprendida, vaya.
-Que interesante-. Murmure sacando de su estuche el cuchillo que Enid me había regalado.
-¿Qué es lo que te regalo la lobita? Mi querida cuervo-. Preguntó mi padre quién ya estaba sentado al lado de mi madre.
-Me ha dado un cuchillo Jagdkommando Clon-. Dije alzando en mi mano el cuchillo para enseñarle a mi familia el maravilloso cuchillo de tres filos provocando la aprobación de mi familia.
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