Después de lo acontecido en la escuela
Nevermore, Enid Sinclair regresa a San Francisco con su familia, lo que no muchos saben es que su familia es una real y más antigua que existen en todos los clanes de lobos, aunque eso no importará mucho cuando...
Abrí poco a poco los ojos, sintiendo un ardor en mi garganta como también la podía sentir un poco seca, podía oler lo que había a mi alrededor, parecía ser que estaba en un asqueroso hospital.
-Mi cuervo, estás despierta-. Dijo la voz de mi madre a mi lado derecho haciendo que girará mi rostro en esa dirección.
-Es bastante obvio que estoy despierta madre-. Le dije con molestia haciendo que sonriera.
-¡Mi cuervo de la muerta! Por fin despiertas, si querías descansar más me hubieras dicho y te encerraba en un ataúd-. Habló mi padre a su lado con una enorme sonrisa, que molestos.
-¿Cuánto tiempo llevo aquí? ¿Dónde está Enid?-. Pregunté mirando alrededor sin encontrar rastros de ella, la cabeza comenzaba a palpitarme.
-Has estado aquí cinco días, tu cuerpo realmente necesitaba reposo, la herida de la espada no daño ningún órgano pero si dejará una maravillosa cicatriz y Enid está bien, tuvieron que mantenerla por dos días para limpiar el aconito en su sistema pero al ser un lobo de sangre, evoluciono demasiado rápido, algunas heridas se sanaron por completo pero otras no-. Aseguró mi madre apretando mi hombro con delicadeza.
-Y tu mi querida cuervo, te fracturaste dos costillas, una conmoción cerebral leve y otras cositas que te encantarán pero estarás bien, lamentablemente-. Dijo mi padre tomando la mano de mi madre.
Antes de poder decir algo frío y sarcástico, la puerta de la habitación se abrió, dejando ver a la persona que esperaba ver en cuanto había abierto los ojos, era mi hermosa Enid, venía con un pans negro, una blusa de manga larga de rayas color café, blanco y naranja como también tenía puesta una gorra color café, su rostro estaba magullado, algunas heridas y moretones pero estaba viva y eso... Eso me hizo sonreír mirándola con amor.
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-¡Merlina! Estás despierta, que alegría-. Gritó con emoción, corriendo a mi lado libre para tomar mi mano y darme un beso en mi palma.
-Enid, estás bien-. Simplemente dije con voz ronca haciendo que me mirará a los ojos y me perdiera en los suaves que erán.
-Si, estoy bien, me preocupabas más tu, eras... La que más heridas recibió por culpa de todo esto-. Susurró con dolor pero yo apreté su mano dándole una caricia con mi pulgar.
-Bien, las dejaremos hablar mientras avisamos que has despertado-. Dijo mi madre y yo agredeci con un asentimiento de cabeza.
Cuándo mis padres se marcharon, jale la mano de Enid, hablándole con mi mirada lo que quería, así que ella sonrió suavemente para acercarse y besar cortamente mis labios haciendo que mi corazón se llenará de amor y pasión.
-Dime Enid, dime todo lo que pasó mientras yo estaba aquí-. Le dije como una demanda haciendo que ella hiciera una mueca pero asintió con la cabeza.
Entonces ella comenzó a contarme todo lo que había pasado, al parecer Charlize, la cazadora que se quedaba a mando de los demás, hizo un juramento de sangre con Enid, habían muerto cazadores cuando su rabia había consumido a mi novia pero eso no evito que hicieran el pacto, regresando así a su hogar, mientras que la anciana que se había rebelado contra el clan antiguo de Enid... Le juro lealtad junto con un juramento de sangre y se marchó a Canadá con los lobos restantes para empezar de nuevo, así como abogar por Enid con los clanes que conocía para que la dejarán en paz.
